Subida al Cerro Alcojona Y Abanto

***Antes de empezar con la ruta me gustaría hacer dos apuntes. El primero, que aunque parece un track moderado, el día de la ruta tuvimos la climatología en contra (niebla, agua y muuucho viento en la parte alta) por lo que para nosotros pasó a ser una ruta lenta y a veces dura. En segundo lugar, desde el pinsapo del Puntal de la Mesa, en toda la crestería y en la sudida y bajada hasta el Puerto Capuchino de los dos cerros andamos sin senderos definidos y con poca visibilidad para preveer nuestros pasos...así que segir el track puede resultar arbitrario, teniendo seguramente pasos más favorables a pocos metros y no la aconsejo a personas que no estén habituadas a caminar por la montaña, sobre todo con estas condiciones de la meteo.*** Con todo esto, y aún sin poder disfrutar de las vistas que nos brinda esta ruta, ha resultado una grata y dura ruta, disfrutando de otra de las mil maneras posibles de la montaña, siempre evitando poner en riesgo nuestra integridad...lo primero el sentido común, como siempre. El punto de partida para "pisar" esta menos conocida zona de la Sierra de las Nieves es el aparcamiento del sendero del Monumento Natural del Pinsapo de las Escaleretas. Subiendo por la pista que nos lleva de la carretera de Ronda hasta el área de Quejigales, una vez en el tramo asfaltado y a la altura de la cadena que nos regala los paseos invernales al nevado Torrecilla, parte a la derecha el carril que nos lleva a Tolox. En esta fecha decir que tanto el carril de Quejigales, como los 2,4km de carril hasta el aparcamiento se encuentran en un estado muy deteriorado, lo que se traduce en una procesión de 20 minutos esquivando agujeros y correntías formadas por las lluvias. Ahora sí, ya equipados para lo que nos espera y comprobando que seremos las únicas almas deambulantes por estos lares, nos adentramos en el bosque de pinos y pinsapos. En pocos metros nos encontramos el primer poste indicativo del Pinsapo de las Escaleretas, que describe una pequeña circular para el disfrute de las familias montañeras. Nosotros pasaremos a la vuelta, así que seguimos de frente y tras dejar el bosque y otro poste indicativo, empezamos a pisar roca. Con lo poco que nos dejan las nubes, vemos como se abre ante nosotros el valle del río Verde y comprobamos que la masa de nubes estancada a media ladera, por encima de los 1.200mm nos va a dejar una ruta inmersos en la niebla apenas ganemos altura. Un pequeño paseo y llegamos a los pies de otro majestuoso pinsapo, el del Puntal de la Mesa y visitamos el mirador situado unos metros más abajo.Vuelta al sendero y rodeamos el pinsapo por su izquierda...en este punto retornaremos a la vuelta. Poco nos dura el sendero, ya que nuestro plan de hoy es recorrer en lo posible toda la crestería hasta la base del Alcojona. Así que empezamos a subir, intentando no alejarnos de la cresta en lo posible ya que en algunos momentos el viento nos empuja buscando pasos menos expuestos. Como he comentado al princio, la falta de visibilidad y "sendero" hace que nos guiemos por intuición (y el gps jajaja), seguramente un día claro nos mostraría pasos más claros pero hoy no estaba la cosa para improvisar. Tras recorrer en lo posible toda la crestería, nos situamos a la altura del collado antesala del Alcojona, aquí el viento es insoportable, pero en este punto y sopesando la corta subida al cerro, nos aventuramos a ello, en continua pelea con las fuertes rachas de viento, pero que nos nos privaran de acometer el primer objetivo del día. Tras la corta visita al Alcojona, nos vamos dejando caer como podemos hasta el Puerto Capuchinos, deambulando ladera abajo buscando el paso entre la maleza y el terreno suelto, hasta por fin situarnos en el pinar que habita en el collado del puerto. De nuevo nos planteamos la subida al Abanto, ya que el ritmo ha sido lento, pero tenemos bastante margen de maniobra, así que para arriba. Optamos por la subida dejando la valla del cercado a nuestra derecha. Unos primeros metros a través del pinar con una pendiente bastante acusada, que unido al terreno resbaladizo y tapizado por la alfombra de agujas de los pinos, nos hace mirar con otros ojos al otro lado de la valla para la bajada. Cosa confirmada, ya que en un punto, llegados a la zona rocosa, y con los pasos hoy, bastantes expuestos por la humedad y el viento, nos hace retroceder unos metros y localizar un paso que nos permite saltar la valla. Ya en el otro lado avanzamos hasta el primer punto elevado del Abanto, donde se encuentra una especie de hito. Parece que más adelante, a pocos metros tenemos otra pequeña elevación pero la roca resbaladiza y el viento nos hace desistir del intento. Volvemos sobre nuestros pasos, y a la altura donde saltamos la valla decidimos no dejar esta parte de la bajada, y que nos confirma que es mucho más llevadera y recomendable que la subida. Una vez llegamos a la cancela (cerrada con candado), tiene al lado un saltadero bastante cómodo, que facilita la vuelta al collado del Puerto Capuchino y nos lanza a buscar el sendero que baja por el barranco del arroyo de los Quejigos. Ya en el sendero nos topamos con la invasión de aulagas a la altura de la cintura, en algunos metros se vuelve tortuoso, pero no hay más remedio que tirar para abajo. Perdemos altura levemente y a pocos minutos nos encontramos el primer desvío (marcado con hito de piedras). De frente nos baja hasta el río Verde, nosotros giramos en este punto a la izquierda, en bajada, entre aulagas y zigzageando (hay que ir pendiente porque nos encontramos algunos desvíos con otros senderillo), hasta llegar al fondo del barranco y cruzarlo, abandonando así la ladera enbarrada del Abanto y situándonos en la ladera rocosa del Alcojona. De aquí nos queda una buena subida por la cuesta de los Pilones, ahora sí por un sendero definido y limpio, menos en algunos pequeños tramos que se difumina un poco, pero que no acarrea dudas teniendo siempre a la vista el sinuoso recorrido por la ladera. Éste nos devuelve de una pieza a los pies del pinsapo del Puntal de la Mesa.Desandamos nuestros pasos de hace unas horas hasta el poste del Pinsapo de las Escaleretas y nos desviamos pasa su obligada visita. Un bonito y boscoso sendero que nos lleva en nada al mirador donde contemplar este peculiar ejemplar de pinsapo. Damos por finalizada la ruta, unos metros más adelante, cuando retomamos el pequeño carril que nos retorna al aparcamiento y punto de partida. Nos vemos en las montañas.
Redacción: Compañero de ruta Carlos Pulido.