Subida al cerro de la Cruz.

• Subida al cerro de la Cruz, por el monte de las Ánimas, la loma de Carboneros y el Tejuelo. Valdepeñas de Jaén.
• Accesos: A partir del paraje del Vadillo en Valdepeñas de Jaén, por el camino de la sierra, de tierra pero en buenas condiciones, a unos 200 metros a la izquierda hacía Navalayegua, y a 1,4 Km, junto a la valla, hemos dejado el vehículo.

• Hoy ha tocado ruta montañera, por ello, sin ningún preámbulo, comenzamos nuestra ascensión por la trocha de Carboneros buscando los rastros del sendero, que se dejan vez con suficiente claridad, primero a la derecha del cauce seco y más adelante a la izquierda. Al cruzarlo nos damos un respiro, con el olor a tomillo y observando una pequeña fuente con sus renacuajos y la conducción de agua para el ganado.
Seguimos con la dura subida que en menos de un kilometro nos ha dejado en el puerto, pero ya con más de 200 metros de altitud superados.
• En el llano, con las vistas de la impresionante cresta del Cerro del Hoyo, a nuestra derecha, dejamos la pista principal, con su paso canadiense, y seguimos por un carril a la izquierda, menos transitado, bordeando el monte de las Ánimas o cerro Agudillo y disfrutando del ocre otoñal de los álamos y de la amplia gama de verdes que nos ofrece este esplendido valle y descubriendo algunos grandes ejemplares de setas (no sabemos si comestibles).
Después de cruzar un arroyo que desciende encajonado, ahora con poco agua, hemos entramos en la Cañada de los Habares, y a través de un antiguo camino, con vallas que ha habido que abrir y cerrar en dos ocasiones, la subida se ha endurecido hacía Las Lomas de Carboneros. Allí otras alambradas para ganado, con más dificultad para pasarlas, nos han servido de guía por toda la cresta, por un lapiaz que, en algún momento y ante lo dificultoso, hemos tenido que darle de lado, hasta que hemos llegado al collado del Tejuelo y ver nuestro objetivo ya más alcanzable.
• El último tramo de la dura ascensión, sin senda clara pero bien orientados, nos ha llevado a lo más alto donde hemos disfrutado con las magnificas vistas de Sierra Mágina, de Ventisqueros, con su media luna, y detrás La Pandera y la Peña del Altar, la Sierra del Trigo con sus molinos de viento, la impresionante Sierra Nevada y a nuestros pies el Valle del Valdearazo, y , ¡sorpresa!, muy cerquita la cruz, desde donde casi divisamos la Encina singular centenaria y el Quejigo del Carbón o del Amo.
• En la vuelta, hemos ido descendiendo hasta llegar el Peñón del Médico (en el oeste), y desde allí hemos buscado entre la veredas, algo difusas, para iniciar el descenso definitivo que nos ha dejado en la Nava del Tejuelo, un inmenso prado aprovechado para el ganado con su pilar o abrevadero de grandes bloques de piedra tallada, sin duda, obra maestra de canteros, que recoge el agua que mana en estas alturas. Tras disfrutar de su sencilla belleza y de su fresquita agua, hemos seguido, ya por una pista que nos ha llevado hasta el cruce con la de Navalayegua y en dirección descendente, pasando por el Cortijo de Las Ánimas, con su fuente, y atrochando un par de curvas hasta llegar donde habíamos dejado el vehículo. Un poco antes en la ladera del cerro Altomiro, nos ha sorprendido su Quejigal y la casis alineación de bastantes de los ejemplares.

• Ruta montañera y exigente desde el inicio, salvo los tramos de pista.
• Información abundante para su realización en internet (Ayuntamiento, Diputación, ADSUR, Grupos de senderistas, etc), además nosotros hemos aprovechado las buenas referencias que sobre esta ruta y de la zona hay de otros usuarios de Wikiloc.