Subida al Maimón desde el barranco de la Cruz del Pinar

Buena subida montañera al Maimón, por sendas que apenas se aprecian y que a veces se pierden, tanto a la subida como a la bajada.
Se comienza la ruta desde la gasolinera que hay antes de llegar a Vélez Blanco y remontamos inicialmente el cauce del barranco, pero lo dejamos enseguida para tomar la ladera norte del Maimón, por donde subimos inicialmente por senda, aunque luego apenas se aprecia y nos obliga a remontar con pendiente acusada, la ladera para salvar por arriba unas lajas de piedra. Continuamos subiendo con pendiente lateral, entre pinos y con desnivel, para buscar una zona mas cómoda y subir por ella frontalmente. La subida no es cómoda, pero tampoco peligrosa. No hay ningún punto en donde se aprecia riesgo de caída, tan solo el desgaste físico de una subida algo exigente.
Continuamos remontando en diagonal el monte hasta llegar a una zona de pinos con pendiente suave, donde nos aparece una senda mas clara. La seguimos y no lleva a una subida frontal, que poco a poco se hace mas empinada, por lo que decidimos seguir subiendo en diagonal, ya cerca de la cuerda de los Quemados.
Llegamos finalmente a la cuerda de los Quemados para comprobar las hermosas vistas de todas las sierras cercanas, así como Vélez Blanco con su castillo. el paisaje es espectacular y nos hace alegrarnos de haber subido hasta allí para comprobarlo.
Continuamos por la cuerda en dirección al Maimón y nos aparece de frente las formaciones rocosas con pliegues verticales y las paredes de la cara sur del Maimón. hacemos algunas fotos y continuamos el ascenso, ya suave hasta coronar el Maimón y llegar al hito, donde paramos a tomar algo sólido y a ver el paisaje.
La vuelta la hacemos inicialmente deshaciendo la cuerda de los Quemados, pero llegando un poco mas lejos que el punto de subida hasta un vado por donde comenzamos sin senda el descenso. Parece en principio, para los que no tengan costumbre de enfrentarse a una pedriza de bajada, que debido al desnivel y a la piedra suelta, la bajada va a ser difícil, pero no lo es tanto. Bajamos principalmente en diagonal, pero cuando encontramos tramos de pedriza con buena capa de piedra, nos tiramos en perpendicular clavando los talones y deslizando. Es seguro y divertido, pero es bueno llevar bastones para equilibrarse.
En los tramos en donde la pendiente era acusada y la piedra no permitía el deslizamiento, para evitar alguna "culada" nos apoyábamos en los escalones que producían los arbustos, e íbamos con más cuidado.
Finalmente llegamos a la pista que continuamos durante un tramo, pero al ver que nos alejaba del lugar de salida, decidimos acortar monte a través primero, y luego atravesando unos escalones donde habían plantados almendros.
Finalmente llegamos sin mas dificultad a la pista asfaltada, que después de un pequeño tramo nos llevó al comienzo de la ruta.