Suertes de Fuente Alta - P.N. de Sierra Nevada

Fecha de realización: 30/09/17

Sendero señalizado de fácil realización en las cercanías de Prado Llano, en Sierra Nevada. El desnivel a superar es más que asequible y el trazado se puede acortar o alargar fácilmente por las distintas combinaciones que nos encontramos a lo largo del camino. Nos moveremos entre los 1.980 y los 2.140 msnm siendo los pinos repoblados en el pasado siglo la especie vegetal más característica, junto con distintos tipos de plantas arbustivas.

Las suertes eran los terrenos acotados dedicados a la agricultura y la ganadería, generalmente acompañados de un cortijo que en este caso, no era habitado durante todo el año debido a las nevadas, al estar a una altura de unos 2.100 msnm. En los antiguos cortijos restaurados que encontramos al principio de nuestro recorrido, se ha habilitado un museo etnográfico que muestra algunos aspectos de la forma de vida de sus antiguos moradores. No obstante, nosotros lo encontramos cerrado y no pudimos visitar su interior, pero su arquitectura exterior es suficientemente atractiva y nos permite hacer una idea de lo que en su interior se trata de transmitir.

El inicio del circuito se encuentra justo en el aparcamiento que hay a la altura del cruce a Prado Llano, no obstante, el acceso al aparcamiento estaba cerrado por lo que seguimos la carretera en dirección Hoya de la Mora y en apenas 700 metros encontramos el acceso más cercano al museo. En un pequeño anchurón con espacio para 3 ó 4 coches aparcamos e iniciamos la ruta. Accedemos tras superar una puertecita metálica y en pocos metros descendemos al lugar en el que se encuentra el museo.

En este punto convergen dos caminos, nosotros tomamos el que desciende bajo los cortijos, más que nada porque no nos percatamos del que asciende. Desde aquí será un cómodo y atractivo camino por sendero en principio y después se unirá con una pista que sigue descendiendo en zigzag hasta que la misma finaliza y enganchamos nuevamente con una senda. Durante todo este tramo podremos apreciar magníficas vistas del Trevenque cuya cima se encuentra a una altura similar a la que nos encontramos.

Una vez cruzamos el barranco de los Prados del aire, empezamos a ascender suavemente e inmediatamente después llegamos a una bifurcación a la derecha. En este punto se puede comenzar a dar la vuelta al circuito, ignorar el desvío y seguir de frente o como en nuestro caso decidimos hacer una especie de “8” por lo que pasaríamos por aquí dos veces. En el mapa está marcado con un waypoint. Aquí encontramos el tramo de mayor desnivel positivo, pero es breve y sin complicación alguna. Tras este ascenso giramos a la izquierda (a la derecha volveríamos a las suertes) y seguimos por sendero trazando un circuito en sentido contrario a las agujas del reloj que en algo más de 1,5 km nos devuelve de nuevo a la intersección ya comentada.

Tras hacer de nuevo el ascenso, esta vez sí giramos a la derecha y nos dirigimos a la zona del museo. Primero por pista (aunque después aprecié que había una senda paralela un poco más abajo) y después por sendero, siempre con el Veleta en el horizonte, en algo más de 2 km de suave ascenso y tras pasar nuevamente por el barranco de los Prados del aire (pero más al norte que en la ocasión anterior) llegamos nuevamente al museo. Ahora ya sí, hacemos una parada para el bocadillo y damos cuenta de las distintas instalaciones. Hay una agradable zona de picnic junto a la fuente que se encuentra en la fachada del cortijo principal.

Como la excursión se había quedado corta, seguimos la marcha, esta vez en dirección al inicio teórico del circuito, que se encuentra junto a aparcamiento cerrado frente al acceso de Prado Llano. Para ello nos dirigimos al SE, y nos encontramos una caldera anexa a las suertes y después una pequeña charca que podremos superar por un ancho puente. Después contemplamos dos opciones para proseguir, una para la ida y otra para la vuelta. Cogemos el que se encuentra más abajo y rápidamente nos adentramos en el pinar. Llegará un momento en que ambos caminos vayan casi paralelos y prácticamente se toquen. Tras 1 km, salimos al aparcamiento, damos cuenta de los paneles informativos y volvemos a entrar por el que será nuestro camino de vuelta, que en otro km nos dejará de nuevo en el museo. Ya de camino al coche, por unas escaleras de piedra que ascienden a nuestro aparcamiento, podremos apreciar una antigua era que viene a completar las distintas instalaciones que componían las suertes.

En definitiva, una ruta sencilla, atractiva y amena muy recomendable si se quiere hacer con niños.