TABLA RAYADA Y VALLINES AVENTURASLYA

En esta ocasión, nos desplazamos a tierras leonesas, muy cerca de su límite con Cantabria.
Nos vamos a mover en la zona sur del pico Coriscao. Parque regional de la montaña de Riaño y Mampodre.
Como punto de partida, escogemos las proximidades de Llánaves de la Reina. Como a un kilómetro en la carretera que conduce de este pueblo hacia el Puerto de San Glorio, estacionamos en un ensanche a la izquierda. Hay un chozo bien conservado a la derecha.
Salimos a una pista que nos lleva a Vega Redonda, por la que cruzamos Los Vados. Desde ahí, hemos decidido hacer un recorrido buscando los mejores terrenos para llegar a los altos. Con rumbo norte, y por los restos de sendas ganaderas intentaremos bordear la cara Este de la Tabla Rayada.
Este tramo conserva los senderos, pero los escobales de ambas caras se juntan y dificultan el avance. Encontramos una buena manera de atravesar el arroyo de la Vega Lluenga y salir a las proximidades de la Majada Piedrasobas. Desde ahí, por un sendero más abierto, remontamos terreno hacia las Pandas de Valdeoso. Los recorridos más evidentes por esta zona, llevan al Coriscao. Pero esa cima ya la subimos por otras zonas. Hoy nos vamos a por cumbres menos sonadas. Así es que, tras contemplar la agreste cara norte de Tabla Rayada, emprendemos su subida usando una canal herbosa en esa misma orientación. Una vez ganamos un collado, poco nos queda por recorrer hasta llegar a esta primera cota de la jornada.
Coleccionistas de cumbres, de vivencias y vistas, aquí cargamos fuertemente nuestro “álbum”. Vemos, con más de 200 metros sobre nuestras cabezas, la cima del Coriscao. Y siguiendo hacia el Este, Andara, el puerto de San Glorio y todas las montañas del sector de Peña Prieta que dan hacia nuestra posición. También Orpiñas. Y nuestro siguiente objetivo, Vallines.
Retrocedemos unos metros sobre nuestros pasos y seguimos caminando por los altos. En uno de los mapas que tenemos, hace referencia a un promontorio calizo y rematado en aguja que llama Punta Canu. Allá que dirigimos nuestros pies y manos hasta colocarnos en lo alto. Recuerdos de Picos de Europa. Tras este inciso, seguimos por terreno cómodo. Hemos de bordear por ladera inclinada, la zona de la Cardosa. Y nos colocamos a vista de la arista norte de Vallines. La recorremos hasta colocarnos muy cerca de su cima. Este tramo tiene gran inclinación y no hay concesión a un traspié. Llegamos al techo de la jornada, el Pico Vallines. Un nuevo amigo “mastín” que andaba por la zona nos acompañó el resto de la ruta. Conocimos a C y C de León, con los que intercambiamos anécdotas montañeras. Desde esta posición, mejoramos aún más la visión de nuestra anterior cima. Tenemos vista completa de la cara Sur de picos de Europa. Sagra, Labra, Prieta, Espi, Ten, …. Llama la atención que, en estos primeros días de septiembre, aún se ve el nevero en la Sur de Peña Santa.
Una de las cosas que más nos gusta de las montañas, son los lagos que nos encontramos. Desde esta cima, contemplamos el Pozo Butrero. Y hacia él nos vamos a dirigir. Seguimos desde Vallines hacia el Este. Buscamos el mejor terreno para ir perdiendo altura y llegar al lago. Zona fácil y cómoda. Vemos en las orillas multitud de tritones.
Desde ahí, buscamos la cabecera del Arroyo Culebrejas, para ir perdiendo altura. Pasamos la Majada de los Cantos y Linarucas. Y por verdes praderas, vamos dirigiendo nuestros pasos hacia el punto de partida.
Cerramos así un bonito recorrido circular por esta zona del Nor-Este de León, donde hemos tenido vistas de montañas de Asturias, Cantabria y Palencia.
AVENTURASLYA