Tablao - picos Nariz - Faya o Bustiello - Cutiello (cordal de Longalendo)

De nuevo una ruta corta, ideal para estos días en el que el mal tiempo da una tregua mañanera.
En esta ocasión vamos a recorrer el cordal de Longalendo, que separa los valles de los ríos Turón y Aller, en concreto subiremos a tres modestos picos del extremo oeste del cordal.
Para ello partimos del pequeño pueblo de Tablado, situado al final de una estrecha y serpenteante carretera que procede de Turón (no confundir con otro pueblo que se llama igual y que está por encima de Mieres). Aparcamos el coche donde acaba la carretera (hay sitio de sobra) y nos encaminamos por un camino hormigonado que sale a la izquierda y que nos mete en las casas, donde inmediatamente gira a la izquierda y comienza a coger altura. Se puede ver en foto 1.
Allí un amabilísimo vecino del pueblo me indicó la ruta a seguir ya que me dijo que el camino tenía muchas ramificaciones y que me iba a perder fijo (me comentó que la ruta estaba bien señalizada ya que había habido hacía poco una carrera de montaña pero que los ecologistas habían retirado las señales. En fin…).
Efectivamente el camino se divide varias veces y ya en la primera me hubiera equivocado.
Salimos del pueblo como digo cogiendo rápidamente altura y, en menos de 500m ya nos encontramos con el primer desvío que, a pesar de lo que nos dice la intuición montañera, debemos resolver cogiendo el camino de la izquierda, que baja un tramo. Aquí al parecer es donde se equivoca la gente, así que cuidado. Es la imagen de la foto 2.
A partir de aquí, todos los desvíos que nos encontremos debemos tomar siempre el camino de la derecha. Os pongo las fotos de todos los que hay, en el orden en el que os los iréis encontrando (fotos 3, 4, 5 y 6), para que no haya dudas, ya que algunos parecen simples senderos que salen de un camino principal. Aún así recordad: el primero a la izquierda y los demás todos a la derecha. Sabiéndolo es fácil.
Todo este tramo transcurre por un guapo bosque mixto de castaños, robles, etc…
En la foto 6 se puede ver que el sendero sube y gira rápidamente a la derecha, donde se pone bastante pindio. Justo a partir de ahí (no se ve en la imagen pero hay restos de una cabaña) aparecen marcas de pintura verde y algún jito que nos acompañarán ya todo el camino, aunque realmente tampoco hace mucha falta ya que la senda está perfectamente marcada, limpia y, sin nuevos desvíos. Además, la abundante maleza no deja que nos salgamos de ella.
Por lo que ahora a relajarse y a disfrutar plenamente de la ruta.
El primer pico al que llegamos es La Nariz, (nos desviamos a la derecha del sendero unos 100m para hacer cumbre y volveremos a retomar la senda para continuar). Si bien por el lado que nosotros vamos es muy suave, cuando llegues a la cumbre, rocosa y con un artesanal portal de belén de piedra, te impresionarán las imponentes vistas hacia el valle del Turón con el Polio dominando el panorama y el precipicio que se abre a tus pies de varios cientos de metros.
Un corredor de montaña de la zona que me encontré en el pico me comentaba que hacía unos veinte años que no se podía subir a esa cima debido a la maleza y que solo gracias a la carrera de montaña y a la limpieza de la senda que se hizo ahora se podía subir.
Desde aquí retomamos el sendero y en unos veinte fáciles minutos llegaremos al pico La Faya o Bustiello, con un vértice geodésico y buzón. Las vistas hacia Turón son menos espectaculares que desde el pico Nariz pero a cambio podemos disfrutar del valle del Aller. Mirando hacia el oeste (hacia donde la senda continúa) podemos ver cómo el cordal de Longalendo pierde altura hasta encontrarse con el rio Aller.
Volvemos hacia nuestros pasos (en dirección Este) y tomamos la senda que va por el lado que mira hacia Moreda y que se dirige hacia el pico Pandoto, abandonándola cuando pasamos bajo la cumbre del Cutiellos para hacer cima en este pequeño pico, desde el cual examinamos el camino a seguir si el cielo no se hubiera puesto demasiado negro para continuar…
Por lo que, volviendo tras nuestros pasos en todo momento (para bajar del Cutiellos no se puede acortar debido a las enormes cotoyas que viven en sus laderas) regresamos al coche dando fin a una ruta sencilla (aunque con fuertes desniveles al principio), bellísima, poco conocida y transitada, lejos de picos de más renombre y altura, pero con vistas que no tienen nada que envidiar.
Una pena no haber podido continuar. Habrá que volver…