Taganana a Tamadiste

En el día de ayer los Senderistas Canarios en Acción realizamos la primera caminata de 2020.

En esta ocasión fue la caminata que denominamos “Taganana a Playa de Tamadiste”.
Dejamos los coches junto al cementerio de Taganana e iniciamos el recorrido a las 9:30 por la carretera que conduce a la pista que atraviesa el pequeño caserío conocido como El Chorro o Los Auchones, que es un enclave pintoresco y rural, asentado en las laderas de las montañas, que posee interesantes atractivos naturales, paisajísticos, agronómicos y culturales relacionados con el profundo arraigo de la cultura del vino.

A lo largo del caserío se pueden observar varios lagares excavados en las rocas, en los que se pisaban las variedades de uvas que se cultivaban y que se siguen cultivando en la zona y que se convertían en los conocidos y peculiares vinos de Taganana.

La Pista del Chorro, forma parte del sendero del Parque Rural de Anaga PR TF-8 que va desde Taganana a Afur pasando por la playa y el Barranco de Tamadite o Tamadiste.

El resto del recorrido discurre por un sendero a lo largo de los acantilados con sucesivas subidas y bajadas, con espectaculares vistas de la maravillosa costa, presidida por los famosos Roques de Anaga al fondo. Sorprenden mucho las caprichosas formaciones rocosas, que invitan a jugar con la mente para imaginar sus parecidos con caras, con otras partes del cuerpo, con animales o con objetos de la vida cotidiana.

Cabe destacar la paz y la tranquilidad que transmite todo el recorrido, solo interrumpido por el cántico de los pájaros y por el suave susurro del mar a nuestros pies.

Uno de los premios del camino fue contemplar desde arriba la Playa de Tamadiste y la última parte del barranco del mismo nombre, punto en el que tomamos el tentempié para reponer energías para iniciar el regreso hacia el punto de partida en Taganana, al que llegamos a las 13:30 después de recorrer 9,4 Km.

En el Centro Socio Cultural de Taganana, donde habíamos reservado mesa para la comida de confraternidad, nos tomamos unas fresquitas cervezas para aplacar la sed, y como paso previo para disfrutar de un riquísimo menú que, con tanto cariño nos preparó Miguel Ángel y su equipo de cocina, que hizo las delicias de todos los asistentes.

EN RESUMEN:
Espectacular y sorprendente recorrido, excelente compañía, deliciosa temperatura sin sol, y una riquísima comida. ¿Qué mejor forma de iniciar la temporada de invierno? ¿Se puede pedir más?

¡¡¡Amenazamos con seguir descubriendo nuevas rutas en la misma línea de satisfacción!!!