Tajo del Molino, Cueva de las Palomas y Sima de las Palomas, Teba (Málaga)
near Peñarrubia, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
La ruta de hoy la haremos por el Tajo del Molino, la Cueva de las Palomas y la Sima de las Palomas, dentro de la localidad de Teba, en Málaga.
Comenzamos el recorrido después de dejar el coche en la zona recreativa. Nos adentramos en el Tajo y vamos parelo al río de las Ventas, a un lado u otro, según nos vaya siendo más cómodo.
Un camino que haremos, en su mayor parte, entre piedras, y en el que podremos disfrutar de toda la belleza que tenemos a nuestro alrededor.
El Tajo del Molino, o Tajo de Torró, según lo conocen en Teba, que se encuentra a poco más de tres kilómetros, es un desfiladero de trazado ligeramente curvo, perfecto en sus formas, que más parece obra de un ingeniero que de la madre naturaleza.
A poco del recorrido nos encontramos con las ruinas de lo que fue, inicialmente, un molino harinero, que da nombre al Tajo; y después fue una venta, lo que le dio el nombre al arroyo que atraviesa el paraje.
Por este molino entraba el agua que al caer sobre su propia maquinaria, movía las turbinas que permitían moler el grano. La presencia de ruedas de molino constata este hecho así como el origen de su nombre.
En el cañón abundan las cuevas y cavidades, como consecuencia de la karstificación producida por las aguas del río de la Venta.
De estas cuevas, destaca la de las Palomas, la que visitaremos, aunque no hasta su interior, ya que se encuentra cerrada para impedir su acceso, aunque desde las rejas podremos ver todo su interior, donde se guardan restos arqueológicos.
El desfiladero se formó durante la emersión de los fondos marinos calizos durante el jurásico. Después la acción del agua y principalmente del Río de la Venta que discurre a través de él, propició el fenómeno de la karstificación con lo que en este paraje abundan las cuevas y cavidades.
Aunque el río suele discurrir contaminado no evita que la flora y fauna existente, sea de gran interés.
Pueden verse grandes rapaces como el buitre leonado, alimoches además de rapaces nocturnas así como murciélagos que habitan en las cuevas. Sobre todo destaca la presencia de las cabras montesas que se acercan al desfiladero en épocas de estío para beber.
Como flora encontramos palmitos, romeros, esparragueras, acebuches, orquídeas...
Una ruta corta aunque bastante interesante. Sin demasiada dificultad, lo único quizás a destacar es que tendremos que ir entre piedras y piedras casi todo el camino, lo que se hace pelín incómodo en ocasiones. A parte de esto, poco más. Un paisaje que te invita a pararte para poder disfrutar de todo su entorno.
Comenzamos el recorrido después de dejar el coche en la zona recreativa. Nos adentramos en el Tajo y vamos parelo al río de las Ventas, a un lado u otro, según nos vaya siendo más cómodo.
Un camino que haremos, en su mayor parte, entre piedras, y en el que podremos disfrutar de toda la belleza que tenemos a nuestro alrededor.
El Tajo del Molino, o Tajo de Torró, según lo conocen en Teba, que se encuentra a poco más de tres kilómetros, es un desfiladero de trazado ligeramente curvo, perfecto en sus formas, que más parece obra de un ingeniero que de la madre naturaleza.
A poco del recorrido nos encontramos con las ruinas de lo que fue, inicialmente, un molino harinero, que da nombre al Tajo; y después fue una venta, lo que le dio el nombre al arroyo que atraviesa el paraje.
Por este molino entraba el agua que al caer sobre su propia maquinaria, movía las turbinas que permitían moler el grano. La presencia de ruedas de molino constata este hecho así como el origen de su nombre.
En el cañón abundan las cuevas y cavidades, como consecuencia de la karstificación producida por las aguas del río de la Venta.
De estas cuevas, destaca la de las Palomas, la que visitaremos, aunque no hasta su interior, ya que se encuentra cerrada para impedir su acceso, aunque desde las rejas podremos ver todo su interior, donde se guardan restos arqueológicos.
El desfiladero se formó durante la emersión de los fondos marinos calizos durante el jurásico. Después la acción del agua y principalmente del Río de la Venta que discurre a través de él, propició el fenómeno de la karstificación con lo que en este paraje abundan las cuevas y cavidades.
Aunque el río suele discurrir contaminado no evita que la flora y fauna existente, sea de gran interés.
Pueden verse grandes rapaces como el buitre leonado, alimoches además de rapaces nocturnas así como murciélagos que habitan en las cuevas. Sobre todo destaca la presencia de las cabras montesas que se acercan al desfiladero en épocas de estío para beber.
Como flora encontramos palmitos, romeros, esparragueras, acebuches, orquídeas...
Una ruta corta aunque bastante interesante. Sin demasiada dificultad, lo único quizás a destacar es que tendremos que ir entre piedras y piedras casi todo el camino, lo que se hace pelín incómodo en ocasiones. A parte de esto, poco más. Un paisaje que te invita a pararte para poder disfrutar de todo su entorno.
Waypoints
Intersection
1,643 ft
Seguimos sendero bajada
Con cuidado, piedras sueltas y posibles resbalones. Y me caí, jeje
Intersection
1,433 ft
Seguimos bajando
El camino a la cueva, se puede hacer por las pasarelas a la ida y la vuelta, y será algo más fácil. Nosotras lo hicimos solo de vuelta. La ida la hicimos trochando entre las piedras
Comments (2)
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Bonita ruta, muy bien detallada y excelente reportaje fotográfico.
Gracias por compartir compañera.
Graciaaaas Andrés, por tus comentarios y valoración 🙂