TALAIA DE CALS REIS desde Alaró

La ruta “Talaia de Cals Reis desde Alaró” tiene como objetivo subir a la cima de esta modesta montaña de 754 m de altitud, subiendo por el Pas de s’Escaleta, 556 m de altitud y regresando al punto de partida por el Camí d’Es Rafal.

El punto de inicio de este itinerario, lo he situado en el aparcamiento público y gratuito que hay en la Plaza de Sa Bastida de Alaró, en el barrio de los Damunt. Llegamos a este lugar por la Carretera d’Alaró, la Ma-2022, que viene de la salida 17 de la Autopista Palma-Inca. Dejamos aparcados nuestros coches en la mencionada plaza y comenzamos a caminar en dirección hacia la Plaza de Cabrit i Bassa. Según la tradición en esta plaza fueron quemados vivos los dos héroes locales que la dan nombre, por oponerse al rey Alfonso II de Aragón.

Aquí tomamos la Calle de Son Durán y enseguida enlazamos con el Camí de ses Artigues. Este camino está cementado y llega hasta la fuente del mismo nombre que está un poco más arriba. Forma parte del tramo del GR-221 de Alaró a Orient. Un cartel que vemos a mano izquierda nos informa de que estamos en un espacio protegido y de una serie de medidas que debemos cumplir. En este recorrido, podemos visitar parte del antiguo sistema hidráulico de época andalusí que abastecía al pueblo de Alaró. El camino avanza en suave subida paralelo al Torrent de s’Estret, que queda a nuestra derecha.

Dejamos atrás las casas de Can Corona y pasamos por delante de las casas de sa Font des Jardí. Aquí se encuentra el primero del sistema de diez molinos harineros movidos por agua que se incorporan al sistema de qanat de la fuente de la Vila, y que recibían el nombre de su propietario. Poco después vemos también a nuestra derecha la Bassa de sa Font de ses Artigues, un enorme estanque que recibe el agua de esa fuente, que se halla unos cien metros más arriba, tiene una capacidad de 5.500 m3. y fue edificado por la Comunidad de Regantes de la Font de ses Artigues

Sa Font de ses Artigues es una fuente de mina de la época musulmana. Actualmente su agua es empleada por una Comunidad de Regantes, aunque muchas veces ha habido necesidad de utilizar este agua para el consumo de los habitantes del pueblo. En otros tiempos llegó a mover hasta diez molinos hidráulicos. A nuestra izquierda vemos la finca de ses Artigues, de la que el qanat toma su nombre y el Camí de Es Rafal por el que regresaremos al final de la excursión.

A partir de aquí el camino pasa a llamarse Camí de s’Estret y la vía va ascendiendo por una zona de bancales, sin alejarse en nada del cauce del torrente. Los márgenes son rudimentarios, muy adaptados al terreno, cultivados mayoritariamente de olivar, con alguna pequeña zona de almendros en la parte baja. Los márgenes son rudimentarios, muy adaptados al terreno. Unos metros más arriba vemos una desviación a nuestra derecha que conduce a Can Paleta. Seguimos por el camino principal y al poco rato vemos también a nuestra derecha unos escalones en una pared de piedra y un botador. Detrás hay un camino que conduce hasta el Castillo de Alaró, por el Pas de s´Estaca, que ya fue objeto de otra excursión.

Aproximadamente cuando llevamos andados unos tres kilómetros desde que salimos de Alaró abandonamos nuestro camino que continúa hasta Can Llenderina, que se encuentra a escasos metros. Nosotros continuamos por el sendero que tenemos a nuestra izquierda. Hay un poste GR-221 indicador de la dirección “Orient/Pas de s’ Escaleta”. Hemos dejado el asfalto y ahora tenemos el típico camino de montaña. Se llama Camí del Pas de s’Escaleta, la antigua vía de comunicación a pie entre Orient y Alaró. Una vez hallado este camino, será difícil perderlo por la cantidad de marcas y guías que se han instalado en él. Comienza ascendiendo rápidamente adentrándose en un bosque de encinas. Es un camino empedrado no muy bien conservado.

En poco tiempo alcanzamos la pared divisoria que separa los términos municipales de Alaró y Bunyola y también la comarca del Raiguer de la de Tramuntana. Siguiendo el rastro, se llega al Pas de Escaleta, un paso construido en un punto de cierta dificultad para el tráfico de personas, por lo que se construyó una pared de piedra, a la que se añadieron escalones de subida en forma de escalera. Es un paso fácil, que no presenta ninguna dificultad. Su nombre se debe a los diez escalones de piedra construidos sobre un muro, que ayudan a superar la brecha entre las rocas, que al mismo tiempo es la torrentera por donde desagua la vertiente meridional de la meseta situada más adelante entre la Talaia de Cals Reis y el Puig de Can Llenderina. Es además el único punto por donde se puede pasar.

Superado este desfiladero, al poco tiempo se entra de lleno en una planicie invadida por un encinar húmedo, que ha sido explotado rigurosamente durante siglos por los carboneros de la zona. Después de caminar unos metros más vemos a nuestra derecha un hito que marca el camino para ir al Puig de Can Llenderina, que obviamos. Poco después nuestro camino se bifurca. De frente continúa el GR 221 por un camino de carboneros que lleva hasta la carretera de Orient, bastante cerca de esta aldea. Tomamos el sendero de la izquierda, que en suave subida lleva a otra bifurcación.

De frente el camino va rodeando el macizo montañoso de la Talaia de Cals Reis pasando por el Pas de s’Estaló, que en esta ocasión obviamos ya que fue objeto de otra excursión. Ahora cogemos la desviación de la izquierda que es la que nos lleva a la cima de la Talaia. Es un bonito camino de carro que aún conserva tramos empedrados. Este camino finaliza en una era de carbonero. Al lado vemos los restos de la barraca. De esta era sale un sendero en dirección oblicuo derecha. Hay dos hitos, uno frente al otro, que marcan el inicio del sendero. Este sendero discurre por una pendiente muy pronunciada que en línea recta nos lleva hasta la pared de piedra divisoria de los términos municipales de Alaró y Bunyola.

No cruzamos esta pared, sino que seguimos por nuestra derecha paralelos a ella. Siguiendo los hitos llegamos a un pequeño rellano rocoso y despejado de árboles. Este rellano constituye un auténtico Mirador Natural que ofrece unas magníficas vistas del Valle de Orient y de la Sierra de Alfàbia. También del Puig de l’ Ofre, Na Franquesa, Sa Rateta y el Massanella, el Puig de n’Ali, etc.

Continuamos por el sendero y un poco más arriba alcanzamos la cima de la Talaia de Cals Reis, situada a 754 m de altura. Las vistas desde este lugar no son tan espléndidas como las del Mirador Natural, pues las copas de los árboles lo impiden; aunque llegamos a divisar buena parte de la Bahía de Palma. La roca de la cima tiene adosadas alrededor grandes piedras que en su día pudieron constituir una atalaya, de ahí el nombre que se ha dado a esta montaña.

Descendemos en dirección sur, donde se halla la pared de piedra seca divisoria de términos municipales y ahora sí que la cruzamos entrando de nuevo en el término municipal de Alaró. Buscamos el difuso sendero que se adentra por el Bosc d’en Pansa y que poco a poco se va haciendo más evidente. Tras un rato de ir descendiendo llegamos a una era de carbonero, donde también vemos un horno de cal bastante bien conservado. Seguidamente el camino se bifurca, convertido ya en bonito camino de carro. Obviamos la desviación de la derecha por la que también se va al Pas de s’Estaló y continuamos por nuestra izquierda.

Avanzamos por esta pista, teniendo frente a nosotros la imágen del Puig de sa Galera. Más abajo desembocamos en un cruce de caminos donde tomamos el de nuestra izquierda. Este camino desemboca en una pista donde se encuentran unas casetas y más arriba desemboca en el Camí d’Es Rafal. Tomamos este camino por nuestra izquierda e iniciamos un pronunciado descenso por este camino en parte cementado. Llegamos al Coll de sa Bastida, situado a 517 m de altitud, que nos ofrece una impresionante panorámica de los acantilados de la Mola de sa Bastida.

Continuamos descendiendo y dejamos a mano derecha el Porxo dels Caçadors y a mano izquierda la Font des Quer. Pronto vemos a mano derecha un sendero que constituye un atajo, que en esta ocasión obviamos, por causa de la lluvia. Seguimos descendiendo dibujando numerosas lazadas, hasta alcanzar la finca de ses Artigues, donde desembocamos en el Camí de ses Artigues, a la altura de la fuente de este mismo nombre. Tomamos este camino por nuestra derecha y ya solo nos queda regresar hasta el punto de partida siguiendo el mismo itinerario pero en sentido contrario, dando por finalizada esta bonita excursión matinal.

-Los componentes del grupo hemos sido: GRUPO GMMHIIB y yo (Juan González Blázquez) como guía.

Mas información en mi Blog Caminando por Mallorca