Tamajón: a Almiruete por la 'Ciudad Encantada'

Lo mejor: (1) La “Ciudad Encantada”. (2) El camino de regreso hasta cruzar la carretera. (3) La alternancia de terreno calizo y pizarroso y su influencia en la vegetación.
Lo peor: (1) El sendero de ida, que discurre entre bosque, es atractivo pero sin vistas; termina resultando monótono. (2) En las inmediaciones del camino de vuelta hay varias cuevas (ver mapas del IGN y de La Tienda Verde), pero no las buscamos y la marcha ha quedado incompleta por ello.
Aunque técnicamente está fuera de la Reserva Nacional de Caza de Sonsaz, Tamajón es la capital y puerta de entrada a la comarca de La Sierra de Guadalajara. De aquí parten carreteras que llevan a: Majaelrayo; a Almiruete y Valverde de los Arroyos; y a Muriel y Cogolludo. Aunque su comarca se llame a menudo la Sierra Pobre, es un pueblo próspero (ver fotos) y muy animado (al menos en fin de semana y con tiempo estable, que es cuando nosotros acudimos). Para los excursionistas interesa sobre todo que de Tamajón salen senderos en múltiples direcciones (Retiendas, Almiruete, Sacedoncillo…). Nuestra ruta empieza visitando la zona denominada “Ciudad Encantada” junto a la ermita de los Enebrales (de la cual hay muchas referencias en esta web y cuyo encanto nuestras fotos no aciertan a relejar) y prácticamente sigue el camino publicado por Crestas Blancas (id=5885616), que agradecemos, si bien lo recorremos en sentido contrario.
Llegamos a Almiruete, próspero y bien reconstruido, pero hay desacuerdo entre nosotros sobre la estética lograda con el abuso de forros de piedra. Subimos al collado del Lomo para comer el bocadillo y echar la siesta junto a un acogedor roquedal (ver fotos).
El camino de vuelta (el de ida de Crestas Blancas) tiene muchos encantos: sus vistas sobre el valle de Almiruete primero, con el sol a nuestra espalda, y los campos que atravesamos después, de bosque alto y amplias vistas y señales de colonización humana; hasta que cruzamos la carretera. Después el camino se torna monótono hasta volver a Tamajón.
A la vuelta visitamos Tamajón (del que ya hemos hablado), como reflejamos en las fotos.