Tarancueña-Caracena-Valderroman-Tarancueña

1.- FICHA TÉCNICA:

Distancia total: 20,32 km
Fecha de realización: 18/Septiembre/2022
Fecha de subida: 18/Septiembre/2022
Grado de dificultad: Fácil
Índice IBP: 63 HKG
Tiempo total: 7:26:53 h
Tiempo en movimiento: 6:12:07 h
Tiempo parado: 1:14:46 h
Altitud al inicio/al final: 1136 m/ 1136 m
Altitud mínima/máxima: 1044 m / 1296 m
Señalización: Testimonial
Posible con BTT: No

2.- ACCESO AL INICIO DE LA RUTA:

Para acceder al punto de partida de esta ruta, hay que llegar a Tarancueña (Soria) a través de la carretera SO-135. Al lado de una pequeña área de descanso-merendero con unos bancos de madera, a la vera de la carretera, sale una carretera hacia el interior del pueblo. A unos 200 m aproximadamente giramos hacia la derecha para entrar en una pista, que unos 100 m más adelante tiene un arcén lo suficientemente amplio como para aparcar sin estorbar el paso a otros vehículos. Estamos en la entrada del valle del río Caracena, por donde vamos a empezar a caminar.
Las coordenadas del sitio donde aparcamos, en sistema sexagesimal o GSM, son 41°20'26.6"N y 3°03'35.7"W. En sistema decimal o GD, son 41.340728 y -3.059903.
Otra alternativa que tenemos para llegar al punto de inicio, es la de utilizar la función “¿Cómo llegar al punto de inicio?” que tiene Wikiloc a nuestra disposición. Al abrir la ruta que queremos hacer, justo a continuación de las características técnicas de la misma (distancia, dificultad, fecha, etc.) aparece dentro de un recuadro la mencionada pregunta. Al picar en dicha opción, desde tu ubicación, estés donde estés, aparecerá en Google Maps, el trayecto que se ha de realizar para acceder al punto de partida de la ruta.

3.- INFORMACION GENERAL SOBRE LA RUTA

3.1.- CARACTERISTICAS GENERALES:

Es una ruta circular interesante, bonita y que tiene un poquito de todo (geología, arte, historia y paisaje). Al terminarla, seguro que nos va a dejar satisfechos.
Teniendo en cuenta el tiempo que vamos a emplear en su realización (entre 6 y 8 horas), hay que olvidarse del reloj y tomárnoslo con tranquilidad, haciendo las paradas necesarias, que van a merecer la pena, para saborear visualmente todo lo que nos va a ofrecer el entorno por el que vamos a caminar. Le sacaremos más jugo a la ruta. Hay que disfrutar del caminar y al caminar. No consiste, a mi forma de ver y entender el senderismo, en hacer la ruta en el menor tiempo posible y sin disfrutar del entorno, con la única finalidad de tener una “muesca” más en nuestro curriculum como senderista.
La ruta no está balizada. Es aconsejable el llevar un GPS con el track de la ruta, para caminar con seguridad y dedicarnos a disfrutar de por dónde vamos caminando, sin la incertidumbre de si vamos por donde tenemos que ir o nos habremos equivocado al elegir, por ejemplo, un camino o una bifurcación. Hay muchas ramificaciones y sendas en el trayecto, lo que aumenta la posibilidad de equivocación sin un GPS, sobre todo una vez dejado atrás Caracena.
A mi juicio, la ruta tiene tres partes en su desarrollo, con diferente interés desde el punto de vista paisajístico principalmente, pero todas ellas con un interés mantenido.
Una primera parte, en la que caminaremos unos 7,5 km por una pista agrícola inicialmente y luego por un camino, por el fondo del valle del río Caracena, a la vera de este, hasta que lleguemos al pueblo de Caracena. A medida que nos acercamos a Caracena, el valle se va cerrando y sus paredes van siendo más altas. Esta es la “parte divertida” del recorrido, pues hay que cruzar varias veces el río. Todos los puntos de cruce tienen unas piedras dispuestas en fila para cruzarlo. Pero puede ocurrir que, en algún momento, el nivel del agua las cubra, en cuyo caso solo queda descalzarse y cruzar.
La segunda parte, de unos 5,5 km, es el tramo entre el pueblo de Caracena y la llegada a la carretera de acceso al pueblo de Valderromán. Se camina por una buena pista inicialmente, que se abandona para cruzar una zona de parcelas de secano y la cabecera del Barranco de las Gargantas, para llegar a la conocida Carrasca de Valderromán. El último tramo de esta segunda parte es caminar por una pista y por el arcén de la carretera hasta llegar a las proximidades del pueblo de Valderroman.
La tercera parte, de unos 7,3 km, es quizás la parte más en plan “vive tu aventura”. Vamos a subir hacia Las Cabezuelas y vamos a caminar por la zona de mayor altitud del recorrido, hacia Tarancueña. Atravesaremos una zona de antiguas tenadas en un suave ascenso hasta que alcanzamos el punto de mayor altitud de la ruta, 1.296 m. A partir de aquí, comenzamos un descenso hacia el valle del Arroyo de las Balsas, con un descenso en picado por una ladera con pinos de repoblación y matorral. Subimos valle arriba a orillas del Arroyo de las Balsas hasta la divisoria de aguas con el vallejo del Arroyo de la Sima. Desde el collado, bajamos paralelos a su curso hasta llegar al cauce del río Caracena, al que cruzaremos por un puente de hierro, para subir hasta Tarancueña.
Se puede realizar en cualquier época del año, pero teniendo presente por donde vamos a caminar, paisajísticamente hablando, la altitud de la zona, el tipo de caminos por los que vamos a transitar y el clima, a mi juicio, el momento idóneo para realizarla es cuando la primavera está en todo su esplendor, con la floración en todo su apogeo.
No hay fuente de agua tratada en todo el recorrido, salvo en el pueblo de Caracena, por lo que es imprescindible el llevarla en cantidad suficiente.
Ni que decir tiene que es prácticamente “obligatorio” el llevar protección solar, lápiz labial y un sombrero o gorra.
En nuestro caso, hicimos este recorrido el 18/Septiembre/2022, en un soleado y espléndido día otoñal, salvo en el último tercio del recorrido, en el que nos cayó una tormenta.
La tónica general de todo el recorrido es el caminar en soledad. Nosotros durante todo el recorrido no vimos a nadie, salvo en Caracena.
Físicamente no es exigente. Las pistas y caminos son en general buenos. Solamente el descenso de la ladera hasta el fondo del valle del Arroyo de las Balsas tiene su puntito, por la pendiente. Pero todo se reduce a unos 100 m de ladera.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto y haciendo “la media” de todas las zonas por las que hay que transitar, se puede catalogar a este circuito con un grado de dificultad de fácil (el índice IBP es de 63 HKG).

3.2.- GEOLOGÍA DE LA ZONA:

Hace alrededor de 95 millones de años, el mar que cubría toda esta parte de la provincia de Soria, se retiró y dejo al descubierto un sustrato rocoso, que comenzó a ser sometido a procesos de erosión, principalmente por ríos y arroyos. Durante el Cretácico Superior, esta red fluvial fue también depositando en sus cauces y valles fluviales, grandes cantidades de arcillas y arenas silíceas, que cubrieron gran parte de la superficie de esta zona.
Hace unos 85 millones de años, volvió a subir el nivel del mar y toda la zona quedo cubierta por un mar de aguas templadas y poco profundas. En este mar, la vida marina, tanto animales invertebrados como vertebrados, alcanzó un gran desarrollo. Durante varios millones de años, los restos de dichos animales, fueron depositándose en el fondo del mar, sobre las arenas y arcillas existentes. Cuando estos sedimentos se fueron compactando y transformando en rocas, dieron lugar a las abundantes calizas, dolomías y margas que hoy en día encontramos en el piedemonte carbonatico.
Hace unos 65 millones de años el mar se retiró definitivamente y esta zona quedó emergida. Todos los sedimentos carbonatados, transformados ya en rocas, estaban depositados en estratos o capas más o menos horizontales, aunque posteriormente iban a ser alterados tanto por movimientos tectónicos como por procesos erosivos.
La sierra de Pela es una de las sierras que hace de unión entre el Sistema Central y el sistema Ibérico, y es la sierra de menor altitud del Sistema Central. Su vertiente norte pertenece a la cuenca del río Duero y se extiende casi linealmente de oeste a este entre las provincias de Segovia, Soria y Guadalajara. Es una sierra con picos que superan por poco los 1.500 m de altitud y se puede decir que es un páramo elevado sobre calizas, margas y dolomías que va perdiendo altitud a medida que nos aproximamos hacia el río Duero. En esta sierra, es donde nacen los arroyos que van a dar lugar al río Caracena, que ha erosionado apreciablemente la zona carbonática, formando un sinuoso valle fluvial, con dirección al cercano Duero, por el que vamos a caminar.

3.3.- CUBIERTA VEGETAL DE LA ZONA:

La cubierta vegetal arbórea en la zona es escasa, sobre todo si tenemos en cuenta que una parte de ella está dedicada a cultivos cerealistas. Esta zona mayoritariamente está por encima de los 1000 m de altitud, por lo que tiene un clima duro, con inviernos fríos y veranos calurosos.
La vegetación arbórea de colinas, páramos y valles de ríos y barrancos está constituida por un bosque mixto de encinas y sabinas principalmente, en el que las encinas son mayoritarias. En la zona alta del barranco de las Gargantas es quizás donde están los mejores ejemplares de encinas, entre las que destaca la Carrasca de Valderromán.
El sustrato arbustivo está formado por retamas, retoños de sabinas y enebros, artemisias, aulagas, zarzas, escaramujos y plantas aromáticas (espliego, tomillos, salvias, etc.), como especies más conocidas.
El resto de la cubierta vegetal que veamos, va a estar constituido por cereales, a los que vamos localizar preferentemente en las zonas de páramos calizos mayoritariamente en las cercanías de Valderroman.
Mención aparte merece la cubierta vegetal del cañón del río Caracena, donde la humedad edáfica es mayor. Los chopos ocupan mayoritariamente el fondo del cañón, en el que también veremos una cubierta herbácea abundante y un espeso y abundante estrato arbustivo en sus laderas. Así mismo, en la primera mitad de todo nuestro recorrido por dicho valle, veremos parcelas cultivadas con cereales, huertas y árboles frutales. En cuanto el cañón se estrecha y la terraza fluvial prácticamente desaparece, toda la vegetación se reduce a las orillas del río, en las que el bosque de galería de río se hace frondoso.

4.- ITINERARIO:

Salimos de Tarancueña por una buena pista agrícola que discurre siguiendo el cauce del río Manzanares. Durante casi 3 km caminaremos por esta pista hasta llegar a unas edificaciones, en donde la pista se nos transforma en camino.
A partir de aquí, el valle fluvial se va a ir cerrando poco a poco y sus paredes haciéndose más escarpadas y rocosas. La senda está bien marcada y va a serpentear a un lado u otro del río Caracena. Antes de llegar a la zona del yacimiento de Los Tolmos, a unos 5,5 km de Tarancueña, habremos tenido que cruzar el río un par de veces. Para cruzarlo, hay unas filas de piedras que nos permitirán pasarlo sin mojarnos. Puede ocurrir qué, en época de lluvias, tengamos que descalzarnos para cruzarlo por estar bajo el agua dichas piedras. No es frecuente esta posibilidad.
El yacimiento de Los Tolmos es de la Edad del Bronce, de unos 1500 años antes de Cristo. Se encontraron restos de cabañas y enterramientos. Quien quiera saber algo más de este yacimiento, puede visitar su página web (https://guiadesoria.es/patrimonio/monumentos-de-soria/837-caracena-yacimiento-de-los-tolmos.html). Hoy en día no hay nada que ver, pues todo el material arqueológico encontrado se encuentra depositado en el Museo Numantino de Soria.
Seguimos avanzando y en unos 2 km más, llegamos al medieval Puente Cantos. En este corto recorrido, hemos tenido que cruzar dos veces más el cauce del río, en estas fechas completamente seco. El sistema de cruce del cauce es exactamente igual que los anteriores, es decir, unas filas de piedras en el lecho del río.
Puente Cantos, de un solo ojo, es de origen altomedieval y fue construido enteramente con sillares. Tuvo gran importancia histórica, en la comunicación entre Caracena y otras plazas fuertes del valle del Duero. Cruzado Puente Cantos, nos dirigimos hacia la carretera SO-V-1601, que nos llevará hasta la plaza de Caracena, donde en su centro se yergue el rollo o picota jurisdiccional.
Este bonito y pequeño pueblo, bien merece que le dediquemos un tiempo a su visita. Subiendo la empinada calle de San Pedro, llegaremos a la iglesia de San Pedro, del siglo XII, que se encuentra en la parte más alta del pueblo y es de las más conocidas del románico soriano. Su galería porticada con sus columnas y capiteles en la cara sur del templo, así como los canecillos de su ábside, que se han conservado desde su construcción, merecen la pena su visita.
La iglesia de Santa María, situada en la parte de abajo del pueblo, a poca distancia de la plaza mayor, también es del siglo XII. Quien esté interesado en saber algo más de estas dos iglesias románicas, puede consultar la página web www.romanicoaragones.com, donde encontrará más información.
Salimos de Caracena por su parte más alta, por una pista ancha en cuesta arriba, que nos va a llevar hasta el Castillo, situado a un kilómetro del pueblo. Fue construido en mampostería en la segunda mitad del siglo XV. Está rodeado por una muralla y tiene planta cuadrangular.
Dejado atrás el castillo, la pista continúa en suave ascenso por un páramo salpicado de árboles y matorrales. A 1,5 km aproximadamente giraremos a nuestra derecha. Cruzaremos unas rastrojeras y un encinar hasta que lleguemos al Barranco de las Gargantas. Cruzamos dicho barranco y llegaremos a la conocida Carrasca de Valderromán.
Esta enorme y añosa carrasca, tiene unos 17 m de altura y un perímetro de alrededor de 5 m. Desafortunadamente perdió una de sus ramas en 2018, como resultado de una intensa nevada. Dicen que tiene más de 800 años y está rodeada de otras encinas también centenarias.
Continuamos el camino hacia Valderroman, primero por una pista y luego por la carretera, hasta que unos metros antes de llegar a la desviación para entrar en el núcleo urbano de Valderroman, nos desviamos a la izquierda y comenzamos a subir ladera arriba con dirección a Las Cabezuelas.
Durante algo más de 2 km, vamos a transitar por un terreno irregular, algo pedregoso y con matorral, que va ascendiendo suavemente. Cruza rastrojeras, zonas de matorral bajo y paredes derruidas de algunas fincas. Algunas zonas repobladas con pinos, flanquean nuestro camino, hasta que alcanzamos la máxima altitud de nuestro camino, unos 1296 m, desde donde tendremos un estupendo panorama.
Comenzamos el descenso hacia el valle del Arroyo de las Balsas. Los últimos metros se bajan por una ladera con cierta pendiente y con pinos de repoblación, que nos dejará cerca de una chopera en las cercanías del pueblo abandonado de Cañicera.
Seguimos de frente, por el valle del arroyo en suave ascenso hasta llegar al collado de la Sima, donde tenemos ya a la vista el valle del río Caracena de nuevo. El descenso hasta el río Caracena al principio se hace por la ladera derecha campo a través por una zona con pendiente y denso matorral en algunos puntos y por la que hay que buscar el mejor sitio para caminar.
Esta “travesía” dura poco, pues se llega a un camino agrícola que nos va a llevar hasta el río. Unos 500 m antes del río, nos cambiamos a la orilla izquierda del arroyo de la Sima y esta pista agrícola, nos conduce directamente a un puente metálico sobre el río Caracena, desde donde en 800 m y rodeando el pueblo, llegamos al punto desde donde habíamos empezado a caminar.

Todo aquel que utilice total o parcialmente la ruta aquí descrita, así como su correspondiente track para GPS y la información complementaria que lo acompaña, lo hace bajo su responsabilidad. Por los riesgos que toda actividad en la naturaleza conlleva, queda igualmente bajo la responsabilidad de quien lo utilice, el tomar las medidas de seguridad adecuadas para realizar el itinerario descrito, que va a depender de las condiciones meteorológicas, del estado y preparación física de quien lo vaya a realizar y del grado de conocimientos técnicos del que use dicho track. La información que has leído, es de carácter informativo y orientativo.