Tavernes de la Valldigna. Muntanyeta de Rafel. PR-CV 39. Font de la Sangonera. PR-CV 38. PR-CV-40. Sequia de la Bova.

Excelente, y exigente, ruta en el entorno de Tavernes de la Valldigna. Excelentes senderos, bien mantenidos con excepcion del PR-CV 40, donde la vegetación complica algo el paso en algunos puntos, y bastante cómodos para el senderista, con la notable excepción de la zona de ascenso hacia la Font de la Sangonera, donde se salva un considerable desnivel en un corto espacio, lo que implica pasar por varias zonas de trepada no complicada y algunos tramos con cuerdas instaladas (nada particularmente complicado para cualquier senderista con experiencia y buena forma física, pero que puede ser un problema para quienes no están en ese grupo por lo que hemos preferido valorar la ruta en conjunto como difícil, a pesar de que en su mayoría debe ser considerada como fácil y de que nosotros no tuvimos problemas significativos durante la citada ascensión, fuera de la exigencia física).
El inicio de la ruta está en Tavernes, en la calle Gomez Ferrer, al lado de la Sequia de la Bova y de la calle de acceso al Club de Tenis de la Valldigna y cerca del inicio de la ruta que sube al Castell de Tavernes y el Alto de les Creus, itinerario bastante más frecuentado que el que hemos escogido hacer hoy, pero no más atractivo para el senderista.
Seguimos hacia el Club de Tenis, a cuyas puertas giramos a la derecha para subir hacia el Depósito de Aguas ubicado en la Muntanyeta de Rafel, y cerca de la Ermita de San Lorenzo (en el Rincón de Joana, que es otro posible inicio para la ruta). Estamos en el itinerario, limpio y bien marcado del PR-CV 39, con una primera parte de subida sostenida en la que se pasa por un par de barrancos. Una construcción de hormigón (posible conducción de agua) permite salvar el barranco en ambos casos, aunque el sendero pasa justo al lado, por el lecho del barranco; en cualquier caso quien desee utilizar el puente de hormigón conviene que tenga en cuenta que dos de nosotros tuvimos clara sensación de véfrtigo al hacerlo y otro se fué directamente por el lecho del barranco.
Tras una nueva subida algo acelerada, aunque bastante cómoda, llegamos a una larga trecho, hasta el Racó de la Granata, en el que el sendero mantiene una altura bastante estable, colgado en un espectacular balcón sobre el Mediterráneo y la llanura litoral, Las vistas justifican, por si solas, venir a hacer esta ruta.
Poco después de pasar la salida del sendero, señalizado, que continúa hacia la Font de la Granata, nos introducimos en el barranco por el que discurre la ruta en dirección a la Font de la Sangonera. Es un trozo relativamente corto (poco más de 1 km), con un desnivel total de unos 200 metros, que reparte entre algunas zonas llanas y varias trepadas bastante inclinadas, aunque con buen suelo de roca que facilita el agarre de la pisada. Los bastones son una buena ayuda en las zonas menos inclinadas, pero la verdad es que en bastantes puntos subimos ayudándonos con las manos haciendo cortas trepadas. En la parte alta encontraremos varios puntos donde se han instalado cuerdas (las primeras como ayuda para el ascenso, aunque las últimas parecen más para asegurar el paso por zonas con inclinación lateral). Al final salimos al Pla de la Sangonera, donde est´sa la Casa del Garbós y la unión con el sendero que viene desde el Alt de les Creus, donde el sendero se hace muy cómodo, y bonito, antes de llegar a la Font de la Sangonera. Aquí encontramos un par de mesas, lugar idóneo para parar a comer y beber algo (y recibir la valoración de que debía considerar la ruta como difícil, aunque había otras valoraciones más benévolas; todos coincidíamos, sin embargo, en que la ruta tenía unas vistas y paisajes fantásticos).
Desde la Font de la Sangonera el sendero nos lleva hacia la Peña del Migdia, al oeste del Alt de les Creus. Entre ambas elevaciones pasa el camino que recibe el nombre de Senda dels Amoladors, que desciende por el Barranc del Canralot haciendo un sinfín de zig-zags. Dos cosas llamarán nuestra atención: la salida por nuestra izquierda de la Senda de los Borregos, que desciende más directamente hacia Tavernes (aunque por un trazado algo más aéreo y que consideramos más expuesto), y la salida por nuestra derecha de un sendero hacia la Vía Ferrata de les Marujes que sube hacia una bonita torre de roca, de pared vertical y con cierta dificultad a pesar de su escasa longitud. Ambas salidas están bien señalizadas.
Continuamos por la Senda dels Amoladors y entramos, al final del descenso, en una zona de cultivo de cítricos. Aquí el sendero se hace más estrecho y tiene más vegetación, haciendo menos cómodo el paso. Llegamos a un camino de hormigón, por en medio de la finca de naranjos, y vemos que por él podemos salir hacia la población; no nos lo pensamos mucho y seguimos por el para encontrarnos una puerta metálica que cierra el paso en la valla metálica que cierra la finca en la zona. Error, así que toca dar marcha atrás y recuperar el sendero por el que veníamos, que aquí ya parece más limpio, y por el que primero llegamos a la Sequia de la Bova y luego al lugar donde hemos dejado el coche, en el cual termina la grabación.
En conjunto una ruta muy bonita, con la dificultad del ascenso a la Sangonera, y el error a evitar de la salida del sendero hacia el camino cerrado al final de la Senda dels Amoladors (que es muy fácil evitar).