Tenegüime 01102022
near Guatiza, Canarias (España)
Viewed 93 times, downloaded 3 times
Trail photos
Itinerary description
El barranco de Tenegüime, declarado paisaje protegido por la ley de Espacios Naturales de Canarias en 1994, resulta uno de los enclaves más misteriosos de la isla y la ruta de senderismo más emblemática, lo tiene casi todo y sobresale en espectacularidad y belleza. Su carácter responde a un panorama de fuertes contrastes donde el ambiente seco de su base acoge diferentes hábitats naturales como el Tajose y numerosas especies vegetales como los Veroles, las Tabaibas, las Lavándulas y el Romero Marino. Se pueden observar también aves como el Cernícalo. La majestuosa instantánea desde su cumbre resalta por la riqueza colorista que se funde en una inclasificable mezcla cromática: el ocre, las verdes palmeras y piteras, las flores rosa de los veroles, las piedras liquenadas de ese suave verde orégano…
Su atractivo radica en ser un barranco excavado por la erosión del agua durante millones de años en la parte geológica mas antigua de la isla: el macizo de Famara. Se trata de un barranco de trazado rectilíneo en el que la erosión del agua ha ido excavando la secuencia completa de los materiales que componen el macizo de Famara, drenando hacia la vertiente oriental del mismo.
Después de las lluvias de “Hermine” en los últimos días el interés en volver al barranco se acrecentó, basto que los chicos de Senderismo Lanzarote (https://senderismolanzarote.com/programa/) organizaran el pateo para que me decidiera a acompañarlos y disfrutar del espectáculo que ofrece Tenegüime.
Partimos desde el cementerio de Guatiza (por el aparcamiento) y bajamos por la carretera que comunica con el pueblo hasta casi alcanzar el puente donde cogimos el cauce del barranco, justo donde desagua el barranco de La Campana, y nos fuimos por él.
Pateamos por el cauce observando los veroles en flor, el romero marino coloreando el entorno con su flores azuladas, lavandas y demás y alcanzamos la zona de El Doro en la misma boca del barranco. Aquí paramos para observar la estructura geomorfológica de esta parte del barranco con sus diferentes capas depositadas por las diferentes riadas de lavas que fueron llegando a la zona. En la última capa, en lo que se conoce como El Risco de Valdivia, se observan los bloques prismáticos de basalto cuarteados y que poco a poco irán cayendo al cauce; sobre lo alto del risco destaca la figura vigilante del Siux “Cara de Indio” que nos observaba mientras avanzamos por El Doro.
Seguimos avanzando y alcanzamos la zona donde desagua el barranco de Los Calderones y de nuevo impacta los bloques de basalto de forma prismáticas, esta es zona de escalada aunque sólo en el segundo semestre del año debido a la nidificación de las aves.
El avance continua sobre el cauce que va serpenteando mientras vamos ascendiendo ligeramente, en algunos tramos hay que subir por la ladera para evitar “escalar” y/o mojarnos en los charcos.
La ruta continua con total normalidad, avanzamos lentamente para evitar resbalones y/o tropiezos y llegamos al primer tapón complicado de la ruta. Decidimos sortearlo por la complicación de la escalada y el barro, además arriba hay agua estancada que dificultará nuestro paso.
Nos fuimos por la vereda que asciende la ladera hasta la parte alta del barranco. Seguimos por el sendero vadeando los barranquillos que bajan desde las inmediaciones del Parque Eólico hasta alcanzar “La Casa del Rey”. Aquí hicimos una parada para reponer calorías y un rato de cháchara.
Iniciamos el regreso por una vereda distinta y mas próxima al barranco, oteamos los charcos y las impresionantes vistas que nos proporciona el barranco y nos incorporamos al sendero que recorre el Alto de Tenegüime por la ladera del Parque Eólico hasta alcanzar El Salto del Negro, punto donde se encuentra nuestro barranco con el de Los Calderones.
Aquí nos desviamos hacia Temeje para rodear La Montañeta por la cara que da a Guatiza. Seguimos el sendero rumbo al Cementerio donde nos esperaban los coches.
Su atractivo radica en ser un barranco excavado por la erosión del agua durante millones de años en la parte geológica mas antigua de la isla: el macizo de Famara. Se trata de un barranco de trazado rectilíneo en el que la erosión del agua ha ido excavando la secuencia completa de los materiales que componen el macizo de Famara, drenando hacia la vertiente oriental del mismo.
Después de las lluvias de “Hermine” en los últimos días el interés en volver al barranco se acrecentó, basto que los chicos de Senderismo Lanzarote (https://senderismolanzarote.com/programa/) organizaran el pateo para que me decidiera a acompañarlos y disfrutar del espectáculo que ofrece Tenegüime.
Partimos desde el cementerio de Guatiza (por el aparcamiento) y bajamos por la carretera que comunica con el pueblo hasta casi alcanzar el puente donde cogimos el cauce del barranco, justo donde desagua el barranco de La Campana, y nos fuimos por él.
Pateamos por el cauce observando los veroles en flor, el romero marino coloreando el entorno con su flores azuladas, lavandas y demás y alcanzamos la zona de El Doro en la misma boca del barranco. Aquí paramos para observar la estructura geomorfológica de esta parte del barranco con sus diferentes capas depositadas por las diferentes riadas de lavas que fueron llegando a la zona. En la última capa, en lo que se conoce como El Risco de Valdivia, se observan los bloques prismáticos de basalto cuarteados y que poco a poco irán cayendo al cauce; sobre lo alto del risco destaca la figura vigilante del Siux “Cara de Indio” que nos observaba mientras avanzamos por El Doro.
Seguimos avanzando y alcanzamos la zona donde desagua el barranco de Los Calderones y de nuevo impacta los bloques de basalto de forma prismáticas, esta es zona de escalada aunque sólo en el segundo semestre del año debido a la nidificación de las aves.
El avance continua sobre el cauce que va serpenteando mientras vamos ascendiendo ligeramente, en algunos tramos hay que subir por la ladera para evitar “escalar” y/o mojarnos en los charcos.
La ruta continua con total normalidad, avanzamos lentamente para evitar resbalones y/o tropiezos y llegamos al primer tapón complicado de la ruta. Decidimos sortearlo por la complicación de la escalada y el barro, además arriba hay agua estancada que dificultará nuestro paso.
Nos fuimos por la vereda que asciende la ladera hasta la parte alta del barranco. Seguimos por el sendero vadeando los barranquillos que bajan desde las inmediaciones del Parque Eólico hasta alcanzar “La Casa del Rey”. Aquí hicimos una parada para reponer calorías y un rato de cháchara.
Iniciamos el regreso por una vereda distinta y mas próxima al barranco, oteamos los charcos y las impresionantes vistas que nos proporciona el barranco y nos incorporamos al sendero que recorre el Alto de Tenegüime por la ladera del Parque Eólico hasta alcanzar El Salto del Negro, punto donde se encuentra nuestro barranco con el de Los Calderones.
Aquí nos desviamos hacia Temeje para rodear La Montañeta por la cara que da a Guatiza. Seguimos el sendero rumbo al Cementerio donde nos esperaban los coches.
Waypoints
You can add a comment or review this trail
Comments