Tentegorra-Collado de Roldán-Playa de Fatares-Proyector de la Torrosa-Batería de La Parajola. Anthercas

Accedemos por la autovía Murcia-Cartagena, circunvalando Cartagena salimos por Molinos Marfagones hacia Tentegorra, aparcamos antes de Los Díaz, cerca de los depósitos de agua del Canal del Taibilla (37°36'12.42"N 1° 2'5.99"W).

Salimos por la pista de la Ruta de las Fortalezas en el Roldán, esta zona de monte declarada ZEPA protege al búho real, Halcón Peregrino y Águila perdicera; como paisaje de bosque mediterráneo, alberga numerosas plantas de interés: espinos, siemprevivas, lentiscos, palmitos, fagonias, cornicales, aliagas, romeros, tomillos, albaidas, espartos, cantuesos, esparragueras, cambrones, centaureas y turmeras.

Dejamos la pista por sendero antes de llegar a una propiedad privada por la que antes pasábamos; su propietario ha tapiado el acceso, además de colocar troncos repartidos por un tramo del sendero.
Cada vez encontramos más obstáculos los practicantes del senderismo y la bici de montaña, ante los atropellos a que nos someten los propietarios de fincas y cotos de caza, a menudo, vulneran la legalidad cortando cañadas reales, apropiándose de tramos que pertenecen a vías verdes, cerrando caminos de paso y dejando perros sueltos para amedrentarnos. Para cuando se les va a exigir, al igual que con los vados, matrículas, etc., un cartel con los datos registrales de la extensión, límites o acotamiento privados.

Una vez rodeada dicha propiedad, enlazamos con el sendero de costumbre al Collado de Roldán; visualizando desde su mirador natural, por la izquierda el Cerro de Roldán, Isla de las Palomas y el sendero GR-92 hacia Fatares y La Torrosa por el que continuamos en descenso (a la derecha el Cabezo de la Estrella, Puntal del Moco, Cabezo de la Aguja y al fondo Cabo Tiñoso).

En la zona de Los Hundidos, tomamos el ramal de la derecha, que nos hará bajar en un tramo de 200 m, 68 m de desnivel. El descenso después se suaviza hasta la Rambla y Playa de Fatares, donde tomamos los bocatas, observando unas regatas y la erosión marina en las rocas cercanas; dos tomates de mar (Actinia equina) atraen mi atención; es una especie de anémona con un círculo de tentáculos retráctiles urticantes (provistos de neurotoxinas paralizantes al contacto), es cazador nocturno alimentándose de pececillos, crustáceos y moluscos. Durante el día lo encontraremos con los tentáculos retraídos, semejante a un tomate pegado a la roca.

Iniciamos el acenso junto al ramblizo, siempre con la isla de las Palomas de fondo, aunque nos alejamos momentáneamente de la costa, volvemos a ella junto a un triángulo de señalización marítima; abajo la Isla de la Torrosa recoge algún piragüista descansando de darle al remo.

Veo la Suaeda Vera, una planta halófita frecuente en suelos salinos, tanto en zonas húmedas como en el litoral, junto a otra, la Estrella de Mar, que solo vive para la playa, en las laderas pedregosas del litoral murciano donde haya maresía.

Nos llegamos al Proyector de la Torrosa saliendo del sendero principal, lo primero que aparece es la construcción abovedada, garaje del proyector de costa; al lado el edificio de alojamiento para la tropa, detrás y abajo la caseta del generador eléctrico y un aljibe; subo por unas escaleras a la explanada del proyector con vistas de la Algameca Grande. Cuando marcho veo una teja con uva de gato, planta crasa especializada en el almacenamiento de agua, al transformar sus hojas en suculentas.

Tomamos la pista que comunica con las instalaciones, para dejarla inmediatamente a favor de una trialera, transcurre bastante empinada entre moles rocosas, nos conduce a la Batería de La Parajola (C-3), fue proyectada y montada de acuerdo del Plan de Primo de Rivera; esta batería de costa (a barbeta con cuatro cañones Vickers de 15,24), cruzaba sus fuegos con las de Jorel y Aguilones.
Sus asentamientos (cañones, depósitos de municiones, ascensores, etc.), se disponen defensivamente sobre taludes al abrigo de la costa; las instalaciones lucen elementos decorativos modernistas y aztecas, sin la sobriedad que caracterizaba este tipo de construcciones; trágicamente famosa por haber hundido al vapor Castillo de Olite durante la Guerra civil, se halla castigada al abandono y el expolio.

Salimos por vereda en ascenso, vamos rectos en un cruce de sendas, dejamos atrás un llamativo monolito rocoso, para bordear unos paredones de calizas dolomíticas muy erosionados, con algunas covachas encima del nacimiento de la Rambla Fatares; al llegar a la pista militar, continuamos subiendo hacia el Roldán (471 m), en la primera curva muy cerrada, parte una trocha zigzagueante, con un marcado desnivel en su primera parte; cortamos un ramblizo junto a la alambrada del Cuartel de Artillería de la Algameca, para realizar el último ascenso, dejarnos caer por una zona de taludes y pinar, al entronque con la pista de ida y al parque de canales donde dejamos el coche.

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