Tesoros de la Costa Vasca: San Juan de Gaztelugatxe y Faro de Matxitxako

Pocos lugares de la costa vasca encierran tanta magia como el peñón de Gaztelugatxe. El Biotopo protegido de San Juan de Gaztelugatxe está situado en plena costa vasca, entre los municipios de Bakio y Bermeo.
La isla está conectada a tierra firme por un puente de piedra seguido por un estrecho camino de 241 peldaños que zigzaguea de un lado a otro hasta alcanzar la cima.
El camino se encuentra jalonado con las sucesivas estaciones de un Viacrucis. Suele ser tradición entre los caminantes tocar la campana de la ermita como símbolo por el esfuerzo realizado una vez ascendidos los escalones.
La ermita en lo alto está dedicada a Juan Bautista. Aunque no está comprobado, se dice que llegó a poner pie en esta isla. Sin embargo, el edificio que vemos hoy en día no es el original. A lo largo de los siglos, ha habido incendios y batallas, y la iglesia ha tenido que ser reconstruida en múltiples ocasiones. Dos siglos más tarde los frailes abandonaron el lugar llevándose todos los objetos de valor consigo.

Respecto al faro situado en el ventoso cabo de Matxitxako hay dos: el antiguo en desuso, y el moderno, actualmente en funcionamiento.
El viejo faro, del que sólo queda en pie la torre, se inauguró en 1852 y estuvo en funcionamiento hasta 1909.Se construyó con piedra sillar procedente de las canteras del Duranguesado. A 110 metros de la antigua torre se sitúa el faro actual, que entró en funcionamiento cuando el otro se paró. El edificio está compuesto por la casa de los torreros, los almacenes y el depósito de efectos. La torre está situada en el extremo y tiene una planta octogonal construida en mampostería con una bella cúpula de hierro fundido laminado que aloja la luz del faro.