Tesoros de las Merindades: Desfiladero de los Hocinos hacia el Valle de Manzanedo por la ruta de las pasarelas

El río Ebro, al pasar por la comarca burgalesa de Las Merindades y dejar atrás el valle de Manzanedo, se encajona en una profunda garganta a su paso por el Alto de la Mazorra y la Sierra de la Tesla, para acceder al Valle de Valdivielso por el conocido Desfiladero de los Hocinos. En las zonas húmedas hay boj, madroño, acebo, chopo, fresno, roble, pino y algunas hayas solitarias. En las zonas secas predominan encinas, enebros y quejigos. Hay también numerosos tejos. Respecto a la fauna, los buitres, halcones y diferentes especies de águilas son las más numerosas.

Los márgenes del río son recorridos por el GR 99 desde su nacimiento en Fontibre hasta su desembocadura en el Delta del Ebro, ya en Cataluña. El paso de este sendero de gran recorrido por el desfiladero de los Hocinos constituye uno de sus puntos más atractivos, en concreto en las dos pasarelas colgantes por las que hay que subir para poder bordear el río.
La mejor vista del desfiladero se obtiene, curiosamente, desde el inicio en el bonito Puente del Aire, donde existe un pequeño merendero con mesas y bancos de piedra.

Ruta apta para todos los públicos sin ninguna dificultad y sin apenas desnivel. Como la ruta de las pasarelas anda sobre los 3km, la idea inicial era alargarla hasta el Monasterio de Rioseco, pero se me iba de tiempo, así que me he dado la vuelta antes. Siguiendo el camino se llega sin pérdida. Al ser una ruta lineal, cada persona puede alargarlo hasta donde quiera.

Hay que ir siempre pegados al río, hay un desvío donde da lugar a confusión, pero si nos mantenemos al lado del Ebro no vamos a tener ninguna pega.

Perfecta para una mañanera por la siempre recomendable comarca de las Merindades, tierra repleta de tesoros naturales.