Tierras Altas sorianas. Río Linares. Pueblos deshabitados.

TIERRAS ALTAS.

Recorrido: San Pedro Manrique-Vea-Peñazcurna-Villarijo-Armejún-Valdemoro-Buimanco-San Pedro Manrique.
Longitud: 40 km.
Duración: 12 horas.
Sendero: en buen estado salvo el puente de Vea.
Agua: en el barranco de San Fructuoso y en Villarijo y Armejún.


La traza de la ruta discurre cerca del cauce del río Linares que nace en el Puerto de Oncala en la provincia de Soria y se dirige zizagueante hacia el noreste para adentrarse en tierras riojanas y desembocar en el río Alhama cerca de Fitero.
El sendero comienza en San Pedro Manrique por el GR-86 primero y por el PR-SO 107 después. Atraviesa una zona totalmente despoblada con núcleos enclavados en un terreno agreste como Vea, Peñazcurna y Villarijo. Los pueblos conservan un alto interés, están construidos con materiales pobres se adaptan a la topografía del terreno. Los muros de piedra y las cubiertas de teja han aguantado como han podido el paso del tiempo. Las calles empedradas son sinuosas, estrechas y con elevada pendiente.
Este sendero avanza por escarpadas laderas y es el que utilizaban sus habitantes para desplazarse por estos inaccesibles parajes. No tiene mucho desnivel, pero pequeñas subidas y bajadas lo alejan del cauce del río y permite observar el barranco con unas vistas impresionantes.
La senda avanza por terrenos que utilizaban los lugareños para las tareas típicas de una economía de subsistencia. Abundan los molinos al comienzo de la ruta (Molino del Perul, Molino de la Peña o de la Media Legua).
El clima mediterráneo es el responsable de una rica vegetación de ribera con especies como fresnos, encinas, robles, sauces, chopos, arces y sebales. Entre los arbustos están presentes el espino albar, romero y numerosas estepas en los terrenos ácidos.
En las cercanías de los pueblos en las superficies aterrazadas están presentes los olivos, los cerezos, nogales, avellanos y viejos manzanos y perales. Villarijo contaba con un rico olivar gracias a su clima más benigno y un trujal para la extracción del aceite.


LA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Y SU TIERRA
•En Villarijo: las cucas.
•En Armejún: trigo bueno, el que lo tiene, y el que no, se queda sin ello.
•Y para malas cabezas a Valdemoro me vuelvo.
•Peñazcuna, no lo cuento, porque allí no hay sacramento.
•Buimanco está en un altillo, frente a vallejo labrado, sembradores de centeno y guardadores de ganado.
•Bea está en un peñascal, donde el diablo no puede entrar.
•En Fuentebella:cabreros, y enAcrijos: esteperos.
•En Taniñe: los letrados, que de agudos se pasaron, pues sembraron las alcudias y ni un grano cogieron.
•En Las Fuentes: los espuelas; muy amigos de montar las mulas de otros arrieros.
•En Huerteles: poco trigo.
•En Oncala: leña menos.
•En San Andrés: los medeles, gente santa o no santa, líbranos Dios de ellos.
•En El Collao: cuatro casas que tienen mucho dinero.
•En Navavellida: los iglesias, que sacan los pendones.
•En Palacio:tejedores de alforjas, que no de lienzones.
•En Montaves: los hebreos, que estuvieron sin Dios hasta el año mil quinientos, cuando se lo llevaron los pelaires de San Pedro.
•En La Ventosa: a San Roque le tiene el pueblo una gran devoción, lo llevan en procesión, lo paran por la fuente, le dan un buen chapuzón y lo llevan a su trono como un burro sin trono.
•En Matasejún: los zorreros, que entró la zorra en la iglesia y los encontró durmiendo, les dio la paz con el jopo y se escapó jullendo.
•En Sarnago: los mayorales, ajustaban los pastores por años, les pagaban por medio, y cuando iban a cobrar les achozaban los perros.
•En El Vallejo: perales.
•En Valdelavilla: todos huertos
•En Castillejo: ciruelos.
•En Valdenegrillos: los torderos, las cogen en invierno, las enrastran por las narices, las grandes a real y las chicas a medio, y las bajan a vender a la villa de San Pedro.
•En Valdeprado: los taberneros, que con burros y mulos conducen vino a los pueblos, se entran en los portales y comen buenos torreznos y a más de cuatro hombres de bien, les ponen así los cuernos.
•En San Pedro: los perines, y los malos son los buenos, porque todos los lunes vamos a verlos.