Tinamala - Sta. Margarita 26112022

Pateo en familia organizado por los chicos de Senderismo Lanzarote (https://senderismolanzarote.com/programa) que tenia como objetivo recorrer los alrededores de Guatiza, centrándonos en la montaña de Tinamala y sus roferas y el origen del pueblo en los alrededores del actual cementerio.
Antecedcentes:
La Montaña de Tinamala (319 m) es un antiguo volcán situado al sur de la localidad de Guatiza, muy cercana a la costa noreste de la isla. Al igual que otras elevaciones lanzaroteñas, Tinamala cuenta con una antigua caldera abierta hacia el NE aprovechada hoy, en parte, para labores agrícolas y ganaderas.
En su inclinada ladera occidental es bien visible, desde la carretera que se dirige a las poblaciones norteñas, un gran derrumbe a modo de mordisco que a buen seguro llamará la atención y que no es sino una antigua cantera de toba volcánica, actualmente en desuso.
Por su parte mas meridional, señalizado con un cartel indicativo, un camino rodea la montaña y permite ascender hasta las canteras donde se extraían “los cantos” , hoy abandonadas. Durante más de quince años se estuvo extrayendo canto rojo de esta montaña hasta que en la construcción se introdujo el bloque que conocemos actualmente. En 1987 la cantera grande (hay dos zonas de extracción) se convirtió en un gran templo egipcio de quince metros de altura. En ella, (además de en otras localizaciones de la isla), se rodaron escenas de una versión cinematográfica de la ópera Aida, de Verdi por una productora sueca.
Al final de la jornada nos acercaremos a la zona de Santa Margarita, que fue el núcleo inicial de la actual Guatiza. El pueblo original, Santa Margarita, se encontraba en las faldas de la montaña de Guenia, muy cerca del actual cementerio. El núcleo principal lo constituía la ermita de Santa Margarita, cuya construcción estaba relacionada con una hermosa leyenda. Según ésta, una anciana de Uga, muy devota de la santa, le había prometido la construcción de una ermita en su honor como agradecimiento por haber cumplido una petición. Cuenta la tradición que la señora había decidido partir con su camello y con una imagen de Santa Margarita y que, allá donde el animal parase, sería el enclave elegido para levantar el pequeño templo. Tras un largo recorrido desde su Uga natal, el camello quedó tuchido, exhausto por el esfuerzo, en las faldas de Guenia, lugar donde, cumpliendo su promesa, la anciana levantó la ermita. Se trata de una amplia llanura elevada a cuyos pies se extiende una de las vegas más ricas de Lanzarote, y desde donde se divisa la cercana costa. Precisamente este último hecho ponía en peligro a la población, pues las casitas, blanquecinas por el recubrimiento de cal, eran visibles desde el mar. Eran constantes ataques piráticos -de los que nos quedan topónimos como «Puerto moro», en la costa de Guatiza-, mermaban a la población y saqueaban sus bienes, obligando a sus gentes a trasladarse. A lo largo del siglo XVII, los vecinos van abandonando sus viviendas para asentarse al pie de la montaña de Tinamala y Las Calderetas, buscando un refugio que las altas tierras de Santa Margarita, visible desde el mar, no podían ofrecer. Así, poco a poco, va surgiendo la nueva Guatiza. Su iglesia, curiosamente, también está asociada a otra leyenda, esta vez procedente del mar: según cuenta la tradición, tras varios años de fuerte sequía, un pastor encontró en la orilla de la playa la imagen de un Cristo, al que inmediatamente llevó al pueblo. Al cabo de pocos días, comenzó a llover con fuerza y, tras las lluvias, tuvo lugar un año de prósperas cosechas que fue entendido por las gentes del pueblo como un milagro generado por la imagen, por lo que decidieron erigirle una iglesia en su honor: El Cristo de las Aguas.
A pesar de que, desde el siglo XVII, el originario pueblo de Guatiza fue paulatinamente abandonado, aún persiste su recuerdo no sólo en la memoria popular, sino también en el terreno, a través de numerosos vestigios. La capilla que hoy existe en el interior del cementerio, y que mantiene la advocación de Santa Margarita, parece que pudo haber sido construida en parte con materiales de la ermita original, la cual, según cuentan los mayores de la zona, se mantuvo en ruinas hasta comienzos del siglo XX. Un cuadro dedicado a la virgen, adscrito a la Escuela flamenca, fue rescatado y colocado en la Iglesia del Cristo de las Aguas. Un paseo por los alrededores del cementerio es suficiente para comprender que estas tierras cobijaron en su seno las viviendas de humildes familias. Así, encontramos múltiples estructuras de piedras, probables restos de las primitivas casas, y, especialmente, numerosas aljibes abandonadas con arcos aún firmes de una enorme belleza. Todos estos elementos, hoy perfectamente integrados en el paisaje, constituyen testimonios mudos de un lejano pasado.
La ruta:
Partimos desde las inmediaciones de la gasolinera en dirección a las canteras de Tinamala, por un lateral de la misma accedimos al camino que nos lleva a El Morro de Teguereste donde están ubicadas las canteras, una pista ancha y sin problemas de transito. Cogimos el desvío señalizado y nos dirigimos a la primera cantera, hay que reseñar la cantidad de carteles de advertencia de que se trata de una propiedad privada con los que nos encontramos y que no estaban la última vez que estuve por estos lares.
De la primera cantera pasamos a la segunda, un poco mas arriba, las mismas advertencias y un rato después y por la misma pista deshicimos el recorrido hasta alcanzar la pista por la que iniciamos el recorrido y que continua hacia La Hondura.
Ya en la pista seguimos hasta alcanzar el cauce del barranco de Las Piletas (ó de Teguereste ó de La Espoleta, según los tramos por donde pasa el barranco) y ascendimos por él hasta pasar bajo el puente bajo las carreteras (hay dos). Ya en La Vega Vieja nos fuimos por la pista de tierra que la atraviesa al encuentro de la nueva carretera de Santa Margarita, LZ-406, para desde ella acceder a la vereda que recorre toda la zona de Buena Vista y visitar de esta manera los restos del antiguo poblado de Santa Margarita.
Pasamos por el cementerio para visitar la Ermita, ubicada en su interior, y de nuevo en ruta para regresar pasando de nuevo por Tinamala para visitar la cantera de toba volcánica y regresar al aparcamiento a por los coches.