Toledo (La Guardia). Ermita de San Isidro y Laguna de la Guardia.

Longitud: 14 kilómetros.
Tiempo total: 3 horas 59 minutos.
Tiempo en movimiento: 3 horas 20 minutos.
Desnivel acumulado de subida: 157 metros.
Índice IBP: 40.

En el recorrido de hoy tenemos como puntos principales la ermita de San Isidro que actualmente está en ruinas, el mirador de aves de la Laguna, la ermita del Santo Niño y el Mirador Norte desde donde, a pesar de la copa de los árboles, tenemos buena visión del entorno. Siempre vamos por caminos, en gran parte polvorientos, y el único desnivel apreciable es la subida al Santo Niño. En verano, tened precaución porque el sol a partir de determinadas horas aprieta y no tenemos apenas sombras.

Comenzamos cruzando el puente de la N-IV para coger el camino de la Callejuela, camino con mucho polvo que nos llevará hasta las ruinas de la ermita de San Isidro. Conforme vamos andando podemos a ver a la izquierda el cerro de la Atalaya.

De la ermita de San Isidro, que se encuentra rodeada de maleza o tierras de cultivo, sólo quedan ruinas. Me ha contado Alfonso que, hace ya mucho tiempo, cuando era muy joven, le mandó su padre a reparar el arco de la entrada. A pesar de su edad muy bien conservada, se acordaba también de las 2 habitaciones existentes en la ermita y que servían de vestidor al párroco, habitaciones que se pueden ver en la actualidad perfectamente entre sus muros destruidos.

Continuamos andando por los caminos acercándonos a la N-IV por las zonas conocidas como la Yunquera y las Cuestas de Pera, donde se intuye al lado del camino una antigua casita apenas visible ya que está totalmente rodeada por maleza; aquí vinimos hace ya años a comer y pasar un domingo en Semana Santa, costumbre arraigada en La Guardia.

Nos dirigimos hacia el apeadero de la Ruta del Quijote donde paramos un momento para ver a lo lejos el cerro de las Maricas y la ermita del Santo Niño. De nuevo reanudamos la marcha y tomando el camino de ida y vuelta que se dirige a la Laguna, llegamos hasta su mirador de aves. La maleza y mimbreras están muy presentes y no nos acercamos demasiado a la Laguna, sino que nos dirigimos hacia la Ermita del Santo Niño.

La ermita se encuentra cerrada porque abren a las 11 y nosotros llegamos antes ya que hemos madrugado para finalizar antes de que el sol apriete. Hacemos una breve parada para picotear algo y continuamos ascendiendo, esta vez por una senda, hacia el Mirador Norte (701 m). En este punto, que se encuentra prácticamente a la misma altura que el cerro de las Maricas (702 m), tenemos buenas vistas si encontramos el lugar adecuado y las copas de los árboles nos lo permiten.

Seguimos el camino de vuelta hacia la Guardia viendo a lo lejos el vértice geodésico de la Mella. Antes de coger el camino de la Colada de la Cañada de Castilla que nos lleva a la Guardia donde finalizamos la ruta, cogemos esta vez una pequeña sendita que no tiene más historia ya que nos devuelve al mismo camino que habíamos dejado.