Toledo (La Guardia). Laguna-Colada de la Cañada de Castilla.

Tiempo total: 3 horas 26 minutos.
Tiempo en movimiento: 2 horas 58 minutos.
Desnivel acumulado de subida: 110 metros.

La ruta es fácil, no tiene dificultades y siempre discurre por caminos en buen estado lo que la convierte en un paseo agradable. Comienza en el pueblo de La Guardia, recorre la laguna recientemente rehabilitada y vuelve por la colada de la Cañada de Castilla.

El día amanece con mucha niebla que no desaparecerá hasta una hora más tarde, comenzamos bajando por el camino del campo de fútbol y de la piscina para llegar a las subida de la ermita del Santo Niño, que no cogeremos ya que continuamos hacia la laguna.

Una vez que llegamos a ella podemos ver el descansadero del Camino de Quijote; seguimos el camino de la Cabezuelas que encontramos a la derecha que nos permitirá bordear la laguna, dejando bien visible el cerro de las Maricas a nuestra izquierda. No se ven muchas aves pero sí las podremos oír constantemente. A lo largo de este camino veremos constantemente tierras de labor, principalmente de viñas.

Lo que conocemos como la laguna, generada por el arroyo Cedrón, son en realidad varias lagunas de poca profundidad que dan lugar al crecimiento de especies vegetales halófilas, adaptadas a la salinidad como la del género juncus que forma los carrizales. El hábitat es especialmente favorable para gran variedad de aves, algunas de gran interés ornitológico. Su riqueza natural se engloba dentro de la zona de especial protección. Actualmente se le ha dotado de una caseta para el avistamiento de aves.

Así llegamos un poco después de pasar al lado de un pequeño pinar hasta unas casas abandonadas, viendo más adelante lo que aparece en el mapa marcado como “puente de piedra” que en la actualidad no es más que un paso de hormigón.

Reponemos un poco fuerzas y nos dirigimos ya de vuelta por la colada de la Cañada de Castilla, que coincide con la ruta La Guardia-Lillo del camino del Quijote. Hay un primer tramo en subida, la única que nos encontramos a lo largo de la ruta. Desde lo alto tenemos unas vistas preciosas del valle, salpicado en su parte izquierda por pequeños grupos de pinos.

Llegamos a la Guardia por el camino que está bordeado por pinos en su último kilómetro, encontrándose lamentablemente muchos de ellos con plagas de orugas.

En el pueblo toledano de la Guardia podemos visitar:

CASA DE LOS JAENES, edificio del siglo XVII con planta irregular y que en 1988 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento convirtiéndose en la actualidad en museo.

CONVENTO TRINITARIO, convento del siglo XVII perteneciente a la orden de Trinitarios Calzados. El edificio está formado de dos partes importantes: la iglesia y el claustro.

CUEVAS, uno de los puntos más típicos de La Guardia dentro del aspecto urbanístico. Se han mantenido habitadas hasta la segunda mitad del siglo XX y fueron los árabes quienes las construyeron al extraer yeso del monte, y al ver que no se hundían, comenzaron a habitarlas. Posteriormente estas cuevas se fueron habitando por los vecinos del municipio.

ERMITA DEL SANTO NIÑO. El origen a la devoción al Santo Niño de la Guardia puede deberse, según la tradición oral toledana, a la acción de un grupo de hebreos residentes en la España de 1491 que deciden, al observar el trato que la Inquisición da a sus hermanos, dar un escarmiento a los cristianos secuestrando un niño y sometiéndole a un horrible tormento en La Guardia.

Está situada a 3 kilómetros del pueblo, fue construida en torno al siglo XVI y está excavada en la roca caliza. Consta de una nave rectangular con la capilla mayor en el cabecero, separada por un arco en medio de la nave. La cubrición se realiza con la misma roca y tiene una serie de hornacinas y altares irregularmente dispuesto.

IGLESIA PARROQUIAL DE LA ASUNCIÓN, edificio de planta de cruz latina que cuenta con 8 capillas laterales. El altar mayor es un retablo típico del siglo XVIII, neoclásico. Existen en la iglesia dos capillas: una dedicada a la Concepción de Nuestra Señora de Guadalupe de México y otra capilla dedicada al Santo Niño Cristóbal.

RUINAS DE LA ANTIGUA MURALLA, construida como defensa de un castillo en la Edad Media, servía de refugio para los cristianos que querían defenderse de los musulmanes. Del castillo, que sirvió de refugio a Don Rodrigo Díaz de Vivar, partían las murallas de fábrica de cal y canto que rodeaban el antiguo pueblo con sus edificios: antigua iglesia y sinagoga. Hoy en día se conserva el torreón orientado hacia el mediodía, cilíndrico y asistido al corte vertical de la colina y rodeado de cuevas, es el único resto de ruinas de la antigua muralla que bordeaba a la población.

PÓSITO, data del siglo XVII. Es un edificio fundado en el año 1672 por Gabriel Muñoz de Guzmán para albergar el cereal recogido en la villa. Se encuentra situado en la Plaza Mayor.

LAGUNA, espacio natural recientemente rehabilitado.