Toledo (Mora). Ruta de senderismo Peñas Negras PR-TO 1.

Longitud: 22 kilómetros.
Tiempo total: 5 horas 12 minutos.
Tiempo en movimiento: 4 horas 51 minutos.
Desnivel acumulado de subida: 548 metros.
Índice IBP: 71.

Hoy realizamos la interesante ruta de Senderismo “Peñas Negras” PR-TO1, que discurre por la Sierra de San Juan, Sierra del Buey y Sierra del Castillo desde el pueblo de Mora, el municipio aceitero por excelencia de Castilla-La Mancha. Desde lo alto de las distintas sierras podremos contemplar desde distintos puntos lo que denominan el “mar de olivo”, el valle entre sierras cultivado íntegramente de olivar que también tendremos oportunidad de atravesar. Todo ello está aderezado al final por la visita del Castillo Peñas Negras, que se encuentra en ruinas pero es visitable y merece la pena.

La ruta PR-TO1 está parcialmente marcada, por lo que es indispensable el uso del track para seguirla. La marcha combina caminos asfaltados al principio y al final, caminos de tierra, sendas a veces poco visibles y desplazamientos entre lindes de olivos, todos ellos sin ninguna dificultad. La marcha es larga, no hay sombras y no podremos reponer agua, puntos que debemos tener en cuenta.

Dejamos el coche en la calle Alameda, al lado de un cartel de la Ruta de El Quijote, ruta distinta, más moderna y mejor marcada que la que nos ocupa hoy. Comenzamos cogiendo un camino de asfalto, el mismo que utilizaremos a la vuelta, que nos marcarán un trecho de 2 o 3 kilómetros muy anodinos en ambos casos.
Así comenzamos a ascender la ladera hacia el Puerto Encaramado, primer punto donde ya tendremos la primera panorámica del mar de olivos, donde comprobaremos de primera mano que es un valle cuyo único cultivo es el olivo. Ya escuchamos el ruido de sierras ya que parece ser que esta época es la adecuada para su poda.

Comenzamos un suave descenso para adentrarnos entre el olivar por un camino con buen firme. Durante toda nuestra ruta será intermitente la presencia de agricultores que oiremos trabajar pero que seguramente no veamos, así como la alternancia de tierra o piedras sobre las que crecen los olivos.

Torcemos a la derecha para dirigirnos hacia la Casa del Coto. Si siguiéramos de frente acortaríamos la marcha y llegaríamos a un camino que recorreremos posteriormente.

Una vez dejamos la Casa del Coto a la derecha y poco más tarde un repetidor a la izquierda, cogemos un camino que es al principio es fácil y marcado, para convertirse posteriormente en senda no visible que nos permitirá recorrer la Sierra de San Juan y El Risco Mellao. Desde aquí las vistas no son deslumbrantes, pero podremos comprobar que nuestros compañeros de viaje también van a ser la encina y el enebro, el tomillo y el romero, así como la jara.

Desembocamos de nuevo en un buen camino rodeados de nuevo por olivas, hasta llegar al paraje donde se encuentran unas casa antiguas, las Casas de Ranera y la Quintería de la Solana.

Continuamos por un buen camino, en este caso compartido con la Ruta de El Quijote, para acercarnos hasta la Sierra del Buey, desde donde mi punto de vista tendremos las mejores vistas del valle de olivos. Veremos una balsa que se encuentra vallada.

Accedemos a la Sierra del Buey por una suave pendiente y recorreremos su ladera de forma intermitente entre encinas, enebros, tomillo y romero. La senda en ocasiones no existe, debiendo prestar atención al track para, en lugar de continuar la senda medio marcada, adentrarnos entre los olivos, pisando sus piedras hasta llegar a un buen camino.

Este camino recorre ya los últimos campos de olivos, para llegar poco a poco a ver la silueta del castillo de Peñas Negras, al que llegaremos después de recorrer la última subida serpenteante. Este castillo se puede visitar y su entrada es libre y gratuita, comprobaremos que en su momento se comenzó a rehabilitar, acción que ya no se lleva a cabo desde hace muchísimos años según me comentó un paisano de la zona. Es una fortaleza que se adaptó al terreno con una planta alargada e irregular, desde donde se pueden vigilar las inmensas llanuras como comprobaremos en primera persona.

Por último nos toca recorrer de vuelta el camino asfaltado al pueblo de Mora, de nuevo el tramo más aburrido de esta fantástica ruta.

Castillo de Peñas Negras.

“Es uno de los castillos más importantes de Castilla-La Mancha a nivel arquitectónico, pues se trata de una fortaleza roquera, que para adaptarse al terreno cuenta con una planta alargada e irregular. Desde sus alturas hay una magnífica vista del inmenso y tupido manto de olivos verdes-grisáceos, como un mar, enclavados en tierras rojas e inmensas llanuras.

Edificación del s. X del domino árabe, que una vez finalizada la etapa de Reconquista pasa manos de Alfonso VII y posteriormente a la Orden de Santiago, permaneciendo bajo su dominio hasta el s. XVII cuando Felipe II vende la villa de Mora y todas sus propiedades a Fernando de Rojas Guevara.

Fortaleza en forma de buque, asentado en la Sierra del Castillo, con disposición Norte-Sur, está dividida en dos partes separadas por el foso.

Un patio de armas flanqueado al este por torres defensivas y limitado al oeste por un foso natural donde hay un manantial. Sobre el foso se levanta el muro del Caballo que alberga en su interior la primera iglesia cristina que se fundó tras el fin de la Reconquista.
La parte alta del Castillo de Mora la corona la Torre del Homenaje, divida en dos plantas y en su parte baja una mazmorra, donde el alcaide de la fortaleza guardaba con celo las armas del Castillo para su defensa.

Desde la parte más alta de esta terraza se puede contemplar los restos del auténtico Castillo de Peñas Negras, que se levantó sobre el cerro Malvecino para defensa y ataque del Castillo de Mora. Fue construido por Alfonso VII, rey de Castilla en 1131 y mandado derribar por Fernando III, en 1224, hasta sus cimientos.
El acceso es libre y gratuito.”