Tolosa-Iruntxur-Murumendi-Usurbe-Beasain

Ésta es una travesía muy sencilla en el apartado técnico, pero muy exigente físicamente por la distancia y desnivel acumulado, de ahí que haya calificado el recorrido como MODERADO.


Comienzo en la parada de tren de Tolosa y me dirijo hacia el barrio de Aldabatxiki primero por las calles del pueblo y luego por un bidegorri que va a la par del río Oria.
Hago un doble giro y camino por la carretera que asciende directamente hasta dicho barrio.
Antes de iniciar la subida, vi otro camino con un cartel de prohibido pasar para coches, que mirando en el track me dio la sensación de que podía servirme de atajo y evitar así el ir por la carretera. Quien no arriesga no gana, y decidí probar suerte...sin éxito, ya que llegó un punto en que el camino dejaba de existir, aunque parecía que antiguamente si que tenía conexión con la parte elevada del barrio.

Volví hasta la carretera y ahora si, inicio el ascenso sin desviarme ni un momento del asfalto, hasta llegar a las afueras del barrio, donde ésta finaliza y continuo por sendero natural.
Aquí no hay pérdida posible. A pesar de tener que ascender por un bosque muy frondoso, los cruces estaban bien indicados por un tipo de señal distinto al que se ve habitualmente, en el cual aparece una especie de triangulo tumbado con 2 círculos cuyo pico indica izquierda o derecha.
El ascenso es muy cómodo, yendo por senderos anchos y en buen estado, con una pendiente que al principio es muy suave pero que va in crescendo con el paso de los km.

Tras pasar por varios cruces, realizo la última subida hasta llegar al geodésico situado en la cima del monte Iruntxur (743m). Para poder ver las vistas cimeras, no tengo otro remedio que, o superar la larga valla que protege el lugar, o subirme encima del propio geodésico. Merece la pena hacer esto porque al otro lado se encuentra una panorámica muy chula, con la sierra de Aralar, el embalse de Ibiur, un precioso valle que rodea la zona y a lo lejos, la nevada sierra de Aizkorri y Aloña.

Tras las fotos de rigor, vuelvo al sendero, donde unos metros mas adelante, por el lado derecho, tengo otra bonita vista del macizo de Hernio.
A continuación, inicio el descenso y me adentro por otra zona arbolada, pero esta vez el sendero es muy estrecho y resbaladizo por la presencia de arenilla. Ademas en algún tramo puntual, las rampas son muy pindias, lo cual es una mezcla "mortal". Hay que bajar con precaución asegurando cada paso, sin confiarse, porque es relativamente fácil resbalar a pesar de ser tramos muy cortos y puntuales.

Al final del camino, me cruzo con otro sendero, mas ancho y cómodo, y lo sigo durante unos metros hasta que lo abandono para ir por otro que de nuevo es bastante estrecho. Ésta ha sido otra jugada personal, otro atajo. A la segunda fue la vencida, aunque ello requirió de realizar un ascenso corto pero con mucha pendiente, a modo de rompepiernas. En el horizonte se ve un monte con perfil rocoso, el Murumendi, mi próximo objetivo.

Vuelvo a descender y enseguida llego hasta una carretera. Lo tengo que seguir durante 1,5km hasta llegar a la Ermita de Santa Marina de Argisain. Una vez allí, paro unos minutos para comer y beber algo. La ruta es larga, dura, y aun tenía que hacer el ascenso mas empinado y exigente.
Luego, giro a la derecha y llego hasta un caserío donde la primera impresión que da es... y ahora por donde tengo que continuar? La duda se resuelve cuando veo en el suelo una piedra con un símbolo del Camino de Santiago, indicando que vaya por la derecha del caserío.

Realizo un nuevo ascenso, sin tener complicaciones pero que ya con el esfuerzo y cansancio acumulado, cuesta un poco realizar. También es una cuestión mental, y el hecho de pensar que aun tengo que llegar hasta la cima del Murumendi desmoraliza un poco.
Aun así, iba bien de tiempo, iba a buen ritmo, sin pausa pero sin prisa camino hasta llegar a otro bosque repleto de árboles de gran altitud. Aquí comienza el ascenso oficial, a través de un sendero muy bien señalizado con marcas tricolor Blanca Roja y Amarilla, pero yendo a paso de tortuga por culpa de las empinadísimas rampas.

Cuando el sendero deja de ascender y se allana, giro a la izquierda para hacer la subida definitiva por otro sendero muy estrecho (indicado con una cruz roja y blanca), a ratos imperceptible, pero que no deja lugar a dudas que se va por ahí. Los árboles comienzan a escasear hasta que desaparecen y dejan paso a la hierba, y al cavo de un rato, veo el geodésico, el buzón y la pequeña cruz de la cima del monte Murumendi (868m).
Este lugar es un deleite para la vista. Mires por donde mires se ven un montón de montañas, la mayoría muy populares en Euskadi; la Sierra de Aralar, con el monte Txindoki posando imponente (precioso con su forma piramidal), el monte Usurbe (próxima y última cumbre de ésta ruta), la sierra de Aizkorri y Aloña, muy a lo lejos, la también nevada cima del Gorbea, los montes Udalatx y Anboto, el Mugarra, Irimo, Izaspi, el macizo de Erlo y Hernio... y los pueblos de Azpeitia y Lazkao. Una salvajada de vistas!!

Tras las mas que obligadas fotos de rigor y otro parón para mi disfrute, continuo el camino descendiendo por camino herboso hasta dar con un sendero que me lleva a otro bosque. Giro a la izquierda y me dirijo hasta la tercera y última cumbre de la travesía, el Usurbe.

La bajada es prologada pero muy llevadera, se agradece después del palizón previo.
Mas adelante, llego hasta un pequeño parking, y aquí giro a la izquierda para ascender muy cómodamente por una pista de cemento que lleva directo a las antenas y cruz de la cima del monte Usurbe (703m).
Las vistas de nuevo son impresionantes, no tan espectaculares como las del Murumendi, pero desde luego no tienen desprecio; los pueblos de Ordizia, parte de Beasain, Lazkao e Idiazabal, y las omnipresentes sierras de Aralar (posiblemente con la mejor vista del Txindoki de toda la ruta), al fondo el monte Beriain, y el Aizkorri y Aloña.

Ahora ya solo queda hacer el descenso final hasta el pueblo de Beasain. Para ello bajo primero por un empinado sendero natural que va por la izquierda de la anterior pista de cemento. Aquí las piernas se me empezaron a agarrotar, así que me lo tome con calma para no dañarme mas de la cuenta.

Sin mayores dificultades, llego hasta un doble cruce donde, en el último, giro a la derecha para ir por otro sendero que accede a Beasain por su costado izquierdo (el otro sendero que va hacia la derecha, y que fui de primeras por error, lleva también al pueblo pero por su lado derecho).

Después, sigo descendiendo, esta vez por pista de cemento, el cual atajo un poco, hasta que, ahora si, me adentro por las calles del pueblo de Beasain. Paso al lado de la iglesia, el ayuntamiento, el centro de la localidad y finalizo esta dura pero preciosa ruta en la parada de tren.