Tolosa-Uzturre-Belabieta-Larre-Berastegi

Hoy debía de haber sido un grandísimo día, pero se quedó simplemente en un "buen día". Después de haber nevado con ciertas ganas en los grandes picos de Euskadi, estaba decidido a atacar uno de ellos, mi favorito, el Txindoki.
Pero bien por mi cobardía, por mi ley de principio de prudencia, por mi falta de experiencia en travesías invernales o porque temía que las bajísimas temperaturas de -5º de anoche pudieran congelar la parte alta de la montaña, con el riesgo que ello conlleva, al final decidí a ultimísima hora abortar el intento y hacer en su lugar otra ruta mucho mas conservadora; Tolosa-Berastegi.

PD: Existe la opción de hacer esta misma travesía pero yendo por abajo, entre 6 poblaciones mas aparte de las que aquí figuran. Si preferís hacer algo mucho mas llevadero e ir en modo turismo por esta comarca de Tolosaldea, echar un vistazo a esta opción:

Tolosa-Ibarra-Leaburu-Belauntza-Berrobi-Barrio de Eldua-Elduain-Berastegi

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 55B:

Comienzo el recorrido en la parada del cercanías de "Tolosa" y me dirijo hasta el monasterio de Santa Clara, lugar donde comienzo de forma oficial el ascenso hacia mi primer objetivo, el monte Uzturre, mas concretamente la Cruz de Uzturre, que se puede divisar perfectamente desde la localidad.

La primera parte del ascenso es muy cómoda y sencilla. Camino por una carretera hasta dar con un sendero por la derecha que se adentra por una arboleda. Aquí avanzo en largos zig-zags por un estrecho camino de tierra con numerosos escalones y algún que otro pasamanos de madera pueda apoyarse quien lo necesite.

Al final del camino, vuelvo a dar con la carretera, pero enseguida lo abandono para ir por una corta pista de cemento, que accede al barrio de Izaskunburu, y poco después, a la ermita de Izaskun. Para aquellos que queráis ascender al Uzturre de la manera mas corta y rápida, tenéis la opción de dejar el coche en uno de los parkings habilitados en el lugar.

La primera parte era el calentamiento, pero a partir de aquí la cosa empieza a ponerse interesante. Enseguida abandono el cemento para ir ya por pista de piedras y después por sendero natural. La pendiente se va inclinando mas y mas, lo que me permite ganar altitud con cierta rapidez. La parte positiva es que si me doy la vuelta, puedo disfrutar de una magnifica panorámica de las sierras de Aralar (con el Txindoki como principal protagonista, hoy completamente nevado, aunque tapado a ratos por una gran nube que le costaba marcharse), Altzania y Aizkorri (hoy completamente cubiertas por las nubes) y Hernio, entre muchos otros.

A mitad de ascenso, la pendiente es ya brutal, sobre todo en un corto tramo de sendero de cemento, que se agarra al calzado como si hubiera pegamento.
Mas adelante, llego a un cruce de caminos, en el cual puedo seguir recto y pasar las 2 cumbres del Uzturre e ir rumbo al Belabieta, o girar a la izquierda para ir en primer lugar a la cruz. Así pues, me desvío a la izquierda, y en pocos minutos, tras conectar con otro sendero que me llevaría a la cima principal del Uzturre, llego al fin a la bonita Cruz de Uzturre (662m).

Aquí la cumbre estaba ligeramente nevada, aunque con muy poco espesor. Las vistas como no podía ser de otra forma, eran colosales: la sierra de Aralar, el pueblo de Tolosa, las sierras de Altzania y Aizkorri, el macizo de Hernio, Murumendi, las localidades de Villabona, Anoeta... y también me pareció distinguir las siluetas de algunas casas y de los montes Igeldo y Urgull, pertenecientes a San Sebastián.

Tras las fotos de rigor, retrocedo unos metros y después avanzo en línea recta, cuesta arriba por un estrecho sendero que se adentra en otra arboleda, yendo a la par de una alambrada. Si queréis llegar a la cima del Uzturre (730m), prestad atención al track, y a vuestra izquierda, ya que es muy fácil que paseis de largo. A pocos metros, se encuentran el geodésico cimero, el buzón y un bonito belén. Las vistas son nulas por estar rodeado de árboles.

Sigo recto hasta volver a salir rápidamente a cielo abierto. Ahora, me toca andar por el largo y herboso cordal de esta sierra de Uzturre, en constantes pero breves subidas y bajadas. Por el lado derecho observo la evolución climatológica en la sierra de Aralar. Hubo un momento en el que me cagué en todo porque estaba bastante despejado, aunque un rato después volvía a cubrirse casi en su totalidad. Las grandes elevaciones parecen tener su propio microclima, porque es curioso ver que en los alrededores no había casi ni una nube y en cambio en Aralar o en el Aizkorri estaba la dichosa nube acosando sin cesar.
Por la izquierda diviso la zona costera, observando localidades como Andoain, Hernani, San Sebastián o Renteria, entre otros.

Mas adelante, tras hacer una nueva bajada, llego al collado que me separa de la herbosa ladera del Belabieta. Solo me queda hacer un nuevo esfuerzo y ascender un corto pero empinado repecho, olvidarme en última instancia del sendero e ir en línea recta para alcanzar el geodésico cimero del monte Belabieta (699m). Las vistas aquí son también interesantes, aunque menos impresionantes que desde la Cruz de Uzturre; Aralar, Hernio, los cercanos montes Arnabar, Urdelar y Larre (mi próximo objetivo), y la nevada sierra de Kornieta y sus torres eólicas (situado en la comunidad de Navarra), además de los pueblos de Villabona, Zizurkil, Irura, Anoeta y Elduain.

Prosigo la marcha yendo recto y bajando por la vertiente opuesta, hasta llegar a otro collado. Aquí hay un letrero informativo, aunque lo que me marca no me ayuda a saber por donde tengo que ir. Eché mano a mi track, que indicaba que debía de tomar el sendero de la izquierda, que casualmente se trata de un GR, señalizado con las típicas marcas de color rojo y blanco.

Dicho sendero es ancho y cómodo, y de muy buena calidad, a pesar de haber algo de barro en algunos puntos. El camino, al igual que en el cordal del Uzturre, va en modo montaña rusa, con numerosas subidas y bajadas.
Mas adelante, distingo una caseta que no se si es una borda o refugio, identificado con el nombre de "Olantza".

Durante el camino, me encuentro con un par de fuentes, con agua muy fresca y buena, que viene de maravilla para reponer las botellas. Entre fuente y fuente, abandono el GR, pero tranquilos, el sendero sigue siendo de la misma calidad.

Un buen rato mas tarde, llego a un cruce con múltiples caminos, ni me he molestado en contarlos porque eran muchos. Para llegar a la cima del Larre, el tercero y último monte de la ruta, tengo que ir por el penúltimo sendero contando desde la derecha, o el segundo contando desde la izquierda. Es fácil de identificarlo, ya que es el único que tira claramente hacia arriba, y al fondo se distingue la presencia de un puesto de caza.

Comienzo el último ascenso del día, yendo por un estrecho sendero de tierra rodeado por hierba que estaba casi en su totalidad teñida de blanco. Fue en el ascenso por esta ladera del monte Larra donde me encontré con la mayor cantidad de barro de toda la ruta. No era excesiva aunque si incordiaba un poco, y aproveché la presencia de nieve en la hierba para andar todo lo que podía encima de ella.

Poco a poco voy ganando altitud, hasta que llego a un punto donde veo unas antenas muy altas, allí esta la cima. Pero antes me detengo un rato para disfrutar de las vistas que tengo a ambos lados del cordal; en el lado derecho, la omnipresente sierra de Aralar (esta vez mucho mas tapada por las nubes), y el macizo de Hernio, con los pueblos de Elduain, Eldua y Berrobi por abajo. Y por el lado izquierdo, las cimas mas meridionales de la sierra de Adarra.

Finalmente, alcanzo la cumbre del monte Larre (808m). Bastante mas presencia de nieve aquí, pero sin poder hacer muchas florituras, además de que estaba en general dura.
Las vistas aquí son peores que las que pude ver unos metros antes, en buena parte por culpa de la caseta y de las antenas.

Justo en frente, en medio de una pequeña arboleda, se haya la ermita de San Lorenzo de Larre. Al pasar al otro lado de la arboleda, tengo la opción de descender por 2 caminos, y decido ir por el primero que veo y el mas evidente, que es el de la derecha. Es estrecho y algo sucio por el barro y el deshielo, pero no tiene ninguna dificultad.

Unos metros mas adelante, conecto con otro sendero mucho mas ancho y cómodo, que me llevará hasta el amplio collado de Gorosmendi, una especie de explanada donde se puede aparcar coches.

Ahora el objetivo es llegar a mi destino, el pueblo de Berástegi. Para ello también dispongo de distintas alternativas, aunque como suelo hacer a menudo, voy por la primera que veo que es mas obvia, que no es otra que descender por una ancha pista de cemento. Aquí ya tengo una vista de la localidad y de los numerosos caseríos diseminados por la zona.

Varios cientos de metros mas adelante, abandono la pista para seguir bajando por un sendero de hierba y tierra. Después, paso por la última de las numerosas puertas que hay a lo largo del recorrido (justo al lado hay otra fuente mas, pero en ésta no me paré a beber).
Luego, realizo un atajo por un camino herboso que accede al barrio de Eguzkialde.

Ya solo me queda seguir por camino de cemento, cuesta abajo, hasta llegar a la parada de bus de la pequeña pero preciosa localidad de Berastegi, situado a escasos metros del ayuntamiento, y concluir así esta sencilla y magnífica ruta.