Toma de contacto con la sierra de Ahillos, Alcaudete.

La sierra de Ahillos, con su pico del mismo nombre, es una elevación montañosa de forma piramidal que se encuentra en el término municipal de Alcaudete, perteneciente a la sierra sur y, aunque siendo una cumbre modesta -1452 metros - la diferencia de altura con los cerros colindantes la hacen destacar, al igual que nos permite unas magníficas vistas cuando ascendemos a ella. El mejor acceso a su cúspide se encuentra en el sureste -umbrías de Ahillo- a través de varias pistas y múltiples senderos que de forma bastante cómoda nos permiten llegar a la caseta de vigilancia , y desde aquí a la cima por un practico caminito empedrado y unos 20 metros de vereda entre peñas - en el que hay que andarse con cuidado-, con acceso final por el sur. También existe un tramo del antiguo PR que asciende a la cima sin pasar por la caseta.
Hasta ahora, solo había estado en este pico realizando la ruta fácil, por pista, hasta la caseta forestal, hace bastantes años. En esta ocasión pretendía conocer mejor este paraje. El objetivo era llegar a la caseta y al punto geodésico eludiendo la pista todo lo posible, y de forma circular, aunque temía que las condiciones meteorológicas iban a limitar sobremanera mis decisiones de ruta en pro de la seguridad
Cargué en el gps varias rutas de dificultad variable y me dirigí al punto de inicio - a los pies de cerro Quemado-, entre el kilómetro 16 y 17 de la carretera que cruza el pantano del Víboras –ojo con la localización de esta carretera porque en el mapa de Todohispania este pantano no existe-.
El resultado ha sido bastante satisfactorio:
Un ascenso en parte por sendero, algo de pista y atrochando bastante por vereditas, y, una vez en el punto geodésico, para no desandar camino y puesto que el tiempo desaconsejaban cualquier planteamiento de cresteo, -y sabiendo, gracias a una ruta de Miguel Yeguas, que al sur hay un interesante sendero que rodea esta sierra- inicié un descenso a través de un barranquito en forma de embudo, que bajando con cuidado y buscando siempre la línea de mínima pendiente es practicable –la catalogación de difícil de la ruta esta puesta por este tramo-. Tras dejar atrás la zona rocosa y posteriormente el bosquecillo de pinos –no fue fácil porque hay una gran cantidad de ellos caídos desde su raíz, que hacen de barrera vegetal en vías de putrefacción -,existen múltiples veredas que nos ayudan a progresar, además de varios hitos de piedra –en otros lugares estos acúmulos indican el trayecto de cortafuegos- hasta alcanzar el precioso sendero buscado. A partir de aquí descenso por senderos, caminos y un cortafuegos, para , al final, coger una vereda paralelar al arroyo de Chiclana que me deja en el inicio de ruta.
Resulta sumamente curioso que, de la gran cantidad de senderos y caminos que circundan esta sierra, solo unos pocos estas indicados en los mapas. Estas circunstancias incrementan las posibilidades de confeccionar rutas, a través del google earth, lo que es un reto más que añadir a los atractivos de esta sierra.
Lo que también está claro es que esta sierra es un paraíso para la bici de montaña.