Torcal de Antequera: Sierra de la Chimenea y Torcal Alto

Vente “pal” Jurásico…está aquí al lado.

Sierra de la Chimenea y Torcal Alto

Hacer doblete en una ruta de montaña es disfrutar el doble o más. En esta ocasión vamos hacer cumbre en el Camorro Alto a 1378 m en la Sierra Chimenea, para luego adentrarnos en el Torcal Alto. Estamos con los amigos de Comando Preston y a propuesta de Juan Ignacio Amador (Juani) y guiada por él y Francis.

El primer tramo hasta la cumbre y el cresteo exige un esfuerzo considerable por el desnivel a salvar y por el suelo que pisamos, a lo que se une el fuerte viento que más que soplar parece rugir; pero la compensación surge a cada momento porque conforme vamos subiendo, el paisaje es cada vez más espectacular y arriba el cielo nos regala una mini granizada que celebramos como niños con botas nuevas en charcos de agua.

Tras hacer cumbre seguimos cresteando para iniciar la bajada e ir buscando la puerta que nos lleva al Jurásico…sólo faltan los tiranosaurios en esta maravilla del Torcal de Antequera para hacernos sentir en esa época.

El origen del Torcal es de anteayer, pero de muy anteayer; más bien de “antier”, que es lo mismo pero parece que es más.

Su origen está en los sedimentos marinos del periodo Jurásico, que poco a poco fueron cementando bajo el mar creándose rocas sedimentarias. Posteriormente el empuje de la placa africana contra la Península Ibérica hace que estos sedimentos se eleven a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar. Por ello quedan como testigos en estas rocas las huellas de los Ammonites (cefalópodos que tenían una voluminosa concha externa), unos animales que vivieron hace millones de años bajo el mar y ahora vemos sus huellas en estas piedras (os muestro en una foto un ejemplar de los múltiples que podemos encontrar).

Luego la lluvia, el viento y el hielo se organizan para crear este particular jardín jurásico del que podemos disfrutar en uno de los paisajes kársticos más impresionantes de toda Europa, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

Juan Eslava en su obra “1000 sitios que ver en España al menos una vez en la vida”, dice que "uno puede visitar tres o cuatro ciudades monumentales y a lo mejor olvida al poco tiempo todas las maravillas que vio o las confunde con las de otras que ha visitado más recientemente. El Torcal no se olvida jamás y no se confunde con ningún otro paisaje".

Esto que dice el maestro Eslava ya ocurre en el Torcal oficial, en el de las 3 rutas de senderismo señalizadas y que se pueden hacer por libre, y por supuesto son gratuitas; aunque desde el Centro de Visitantes Torcal Alto que es el punto de información y recepción del visitante, ofrecen rutas guiadas y una serie de servicios básicos (exposición, aseos, restaurante, etc.).

Pero si haces una ruta como esta, guiada por Juan Ignacio Amador, autor del libro “El Torcal y otras Sierras de Antequera. Guía del excursionista”, esta experiencia es única y más inolvidable aún.
Este libro es indispensable para quien quiera conocer El Torcal secreto, el de los rincones mágicos o el catálogo más completo de las figuras y formaciones imitativas que podemos encontrar en este paraje. Pero aún mejor es hacer la ruta guiada por el amigo Juani.

Y aquí estamos…Gozando, caminando por el Puerto de la Escaleruela; por la Vereda del Oso hasta Puerto Duarte; buscando “la Puerta del Gato”; en la Cornisa del Diablo…y nos sorprendemos cada vez que surgen ante nuestros ojos esas moles de piedras que nos hacen pequeños y ser conscientes de la verdadera estatura que tenemos ante la inmensa Naturaleza, que parece decirnos: “tómatelo con calma, se humilde… aquí llevo más de 150 millones de años y aún me ruborizan tus elogios, no te creas nunca que eres la última coca cola del desierto”

Y cae la tarde y a la vez nosotros, ya rendidos, por la caminata y ante la belleza de lo vivido.

Que estas imágenes te hagan cosquillas para animarte a perderte entre sus piedras, va a ser algo más que andar… puede ser hasta una cura de humildad.