Torcal del Charcón. PR-A 085 y PR-A 087. Valle de Abdalajís

VALLE DE ABDALAJÍS:

El término municipal de Valle de Abdalajís, con 21.17 km², se encuentra situado entre las comarcas del Guadalhorce y del Antequera, al norte de la primera y al sur de la segunda y a 340 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la provincia de Málaga. Se encuentra rodeado, en su mayor parte, por los términos municipales de Antequera, y en menor medida, Álora. En el entorno del Valle de Abdalajís tiene un gran protagonismo la sierra de la que el pueblo recibe su nombre. Esta forma parte de la cordillera Penibética y actúa como telón kárstico calizo, formado en el periodo Jurásico.


En la vertiente opuesta del Arroyo de las piedras (generador del Valle que aporta la otra parte del nombre al municipio), el paisaje está formado por un relieve más suave, de lomas y ondulaciones cubiertas de olivares y cereales, entre las que destaca el cerro del Camello o el del Castillo.

La Sierra de Abdalajis, de origen Jurásico posee interesantes formaciones kársticas como lapiaces, torcas, simas, grutas, cuevas y tajos. De entre sus picos destacan La Huma, de 1.191 m; el pico de La Capilla, 1.186 m; y el pico El Charcón, con 1.015 m.

Son numerosos los senderos y caminos que entrecruzan la orografía del terreno y que permiten al senderista observar gran parte del Valle del Guadalhorce, y con un poco de suerte admirar la belleza de la fauna salvaje del entorno como las águilas, buitres o cabras montesas.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Ruta de nivel medio, cuya máxima dificultad estriba en el deterioro de los senderos, con presencia en zonas puntuales de gran cantidad de piedras debido a los daños provocados por las lluvias.

Antes que nada, y debido al frio reinante ese día, fuimos hasta la plaza del pueblo, junto al Ayuntamiento, para tomarnos un chocolate con churros, aquí llamados tejeringos, que elaboran artesanalmente en un puestecillo dos simpáticas señoras. ¡¡¡Riquísimos!!!.

Aparcaremos en la CALLE DEL VIENTO, también conocida como VEREDA DEL CHORRO. Poco después nos desviaremos a la derecha por la calle Sierra. Desde esta calle se llega a un arco blanqueado donde parte una rampa escalonada. Tras un desvío a la izquierda llegaremos hasta la pequeña ERMITA DEL SANTO CRISTO DE LA SIERRA (1954), documentada en el siglo XVIII y con la imagen del patrón (siglo XIX). Las vistas panorámicas, tanto del propio casco urbano, como de la Sierra de Abdalajís, son de gran belleza.

Desde este emplazamiento, cerro del Picacho, sube una empinada escalera esculpida en la roca caliza hasta el MIRADOR DE GANGARRO. En lo alto de la Sierra y a lo lejos veremos una cruz de hierro, donde se encuentra el mirador de la Cruz, que posteriormente visitaremos, y una peculiar y pintoresca formación rocosa con forma de trampolín que se conoce como el PEQUEÑO PÚLPITO. Hasta aquí habremos salvado un desnivel con 92 escalones, hasta la Ermita y 89 al “Balcón natural” para contemplar las magníficas panorámicas del Valle de Abdalajís y su entorno.

Desandaremos el ascenso a la ermita y a continuación comenzaremos la ascensión por el CAMINO DEL CANALIZO; camino carretero que nos acerca en primera instancia a la zona conocida como LAS LADERAS; donde se encuentra el ÁREA RECREATIVA CRISTO DE LA SIERRA.

Continuaremos con el exigente ascenso por el camino carretero que conduce al Cortijo del Higuerón que alberga un gran rebaño de ovejas. En este punto pasamos de carril a sendero o Vereda que asciende radicalmente por una pista de nueva construcción en malas condiciones. En el tajo de la derecha podremos observar numerosas VÍAS DE ESCALADA.

Posteriormente, en una curva muy cerrada, tendremos la posibilidad de continuar por el camino o subir por un atajo que asciende muy verticalmente en forma de zigzag por un estrecho corredor entre palmas y piedras. Nosotros seguiremos a la izquierda por el precario camino, para ir al MIRADOR DE LA CRUZ que comentábamos anteriormente. Nos desviaremos del camino momentáneamente para ir, tras una trepada algo técnica, al MIRADOR DE LA CRUZ. Desde este otero natural tendremos unas vistas espectaculares. Recomendamos que a este último tramo de trepada se abstengan de ir las personas poco habituadas a la escalada y las que tengan miedo a las alturas.

Tras retomar nuevamente el camino, que ahora asciende más suavemente, dejaremos a la izquierda unos llamativos FARALLONES a modo de gran muralla. Algo después en un giro a la derecha encontraremos otro magnífico MIRADOR. Veremos allá al fondo y a la derecha, Sierra Chimenea con el Camorro Alto; a su izquierda y más alejada, la Peña de los Enamorados de Antequera; y más cercano, en el centro, entre ambos, el llamado Castillejo. En este lugar tuvimos la gran suerte de ver un gran rebaño de Cabras montesas, y sí, un gran rebaño, ya que habitualmente estábamos acostumbrados ver grupos que no llegaban a la decena de ejemplares; pero en este había más de veinte componentes entre crías, hembras y machos. Todo un espectáculo sin duda.

Continuaremos por el camino pasando por otro MIRADOR desde el que se ve todo el recorrido de ascenso. Luego nos desviaremos por un sendero que nos conduce hasta la FUENTE DEL CHARCÓN y posteriormente al cercano CORTIJO DEL CHARCÓN o de los CHARCONES, en ruinas, por entre las que vemos la Sierra Chimenea con su Camorro Alto, como buque insignia, Sierra Pelada con el Trocal de Antequera, Sierra de las Cabras y la Peña de los Enamorados de Antequera.

Seguimos ascendiendo y llegamos a las inmediaciones del TORCAL DEL CHARCÓN, también conocido como el Pequeño Torcalillo, con las peculiares formaciones calizas. En este punto nos desviaremos del sendero a la izquierda para ir a ver las formaciones más singulares de este mágico lugar. Iremos sin sendero y con cuidado por lo abrupto del terreno para ir pasando por números esculturas naturales pétreas creadas por la erosión del viento y del agua. Nosotros, a título personal, y al igual que pasa en el cercano Torcal de Antequera, les hemos ido poniendo nombre dejando volar la imaginación al verlas: EL CARACOL, LOS GEMELOS, EL EQUILIBRIO, EL HUECO, MOÁIS, EL GRUPO, LAS MENINAS, LOS TORNILLOS, EL INDIO, LAS TORRES O EL ÁNGEL.

Tras fotografiar a fondo todo este bello paraje kárstico y siguiendo las indicaciones del GPS, ya que vamos campo a través, llegaremos a un poste informativo, justo en la base del Pico Capilla, donde podremos conectar con el resto de rutas de senderismo homologadas. Una encrucijada de caminos con señales de este Sendero de Pequeño Recorrido PRA-878 (el que traemos), del ascenso al Pico Capilla con el que podemos completar el recorrido ascendiendo a este (1 hora aproximadamente), o podemos regresar al pueblo por el PRA-85; (el que tomaremos nosotros) que va por un pequeño sendero en suave descenso hasta el CORTIJO DE LA REJONADA Y FUENTE DE LA VIUDA.

La FUENTE DE LA VIUDA, es un manantial que surge de las aguas subterráneas de vienen del Pico Capilla, en un precioso paraje, con una fuente y abrevadero que desaguan en un pequeño estanque; sitio ideal para hacer un pequeño receso. Aquí enlazamos con una pista que en suave descenso nos hará disfrutar de unas inmejorables panorámicas de la Sierra de Huma, Desfiladero de los Gaitanes, Valle del Río Guadalhorce, Sierra de Banos, Sierra de Aguas.

El descenso continúa y tras pasar la CASA DEL TAJO, que dejamos a la derecha, llegaremos a los impresionantes TAJOS DEL CUERVO, donde anidan numerosas especies de aves de las que nos informan unos paneles ubicados en su base.

Pronto enlazamos con la VEREDA DE LA SIERRA, que desciende entre huertas y olivares. Al llegar al PARAJE DE LA FRESNEDA tomaremos un desvío a la izquierda por un camino coincidente con el GR-7 que va desde Valle de Abdalajís hasta El Chorro y que pasa junto a la zona más abrupta de los tajos donde hay innumerables vías de escalada en las que podremos ver a los intrépidos escaladores pegados a la pared como si fueran salamanquesas.

Entraremos de vuelta al Valle de Abdalajís, por su parte alta, ya solo nos resta ir al punto de partida y final de esta interesantísima y recomendable ruta.

FLORA Y FAYNA:

La vegetación de este municipio es la propia de un municipio mediterráneo de montaña, abundando el monte bajo de matorral y la vegetación xerófila debido al clima seco y caluroso. Además, por la rocosidad y abruptuosidad de la sierra y el destino de las tierras no rocosas al cultivo del almendro, los cereales y el olivar, las masas forestales resultan inexistentes.

En la sierra se da, predominantemente, la vegetación típica de zonas calizas mediterráneas, caracterizada por bajo matorral (tomillo, romero, espliego, lavanda, aulagas, chumberas, pitas, palmito, jaras, majuelos, genistas y retamas), además de una serie de flora menor como las siemprevivas, vincas, hierba de san Juan, amapolas, peonías, lirios, algunos tipos de orquídeas mediterráneas... En los márgenes del Arroyo aparecen numerosas especies de vegetación de ribera mediterránea y de rambla, como son zarzamoras, juncos y juncias, adelfas, retamar, lirios de agua, berros, matagallos, hiedras, etc. Sin embargo, la vegetación arbórea de ribera ha desaparecido en su totalidad debido al cultivo de los campos adyacentes al Arroyo.

La sierra de Abdalajís alberga, sin embargo, una interesante fauna entre la que se encuentran un considerable número de especies protegidas como son el búho real, la cabra montés, el buitre leonado, el águila real, la culebra de escalera, la culebra de herradura, el gato montés, la jineta o el lagarto ocelado. Además, existe una gran variedad de aves menores (vencejos, gorriones, canarios, petirrojos, golondrinas...), insectos, arañas y pequeños mamíferos (conejos, liebres, topos).

En el entorno de la rambla del Arroyo se encuentran ranas y sapos comunes, culebras de agua, culebra de herradura, galápago leproso, zorros, conejos, liebres, hurones, tejones y otras especies comunes en el área mediterránea.

En toda el área podréis ir observando las señales de la actividad de los jabalíes pues aquí encuentran gran cantidad de bulbos esenciales en su dieta.