Tornavacas a Jarandilla. Ruta de Carlos V con Montañeros de Monfragüe.

Actividad realizada con el club montañeros de Monfragüe de Cáceres el día 26 de Octubre de 2019.
Es la ruta clásica que realizó el rey Carlos I, quinto de Alemania, para llegar a Jarandilla, lugar donde se alojó esperando que le preparasen el monasterio de Yuste para su última estancia entre los vivos.
Ruta señalizada en gran parte, discurre por sendero que en algunos pequeños tramos está un poco perdido en la vegetación, con un poco de atención lo más normal es no perderse, pero con GPS el mundo el más fácil...
Distancia: Unos 26 kms. Tuve parado el GPS un kilómetro más o menos pero el wikiloc me lo ha trazado de manera recta, ese tramo es en camino así que no dificulta su seguimiento.
Duración: 8 horas con paradas.
Agua:Hay una fuente y varios arroyos, aunque las vacas presentes no aconsejan que se beba de los arroyos.

Pequeño Relato.

Y eran diez y nueve años que los que en mi transcurrir extremeño deseaba hacer la ruta de Carlos V, siempre había algún impedimento para llegar a realizarla. Pero este año tras no subir a Pirineos se presentó la ocasión con mi club, los Montañeros de Monfragüe.
El Veroño eterno que seca y reseca los campos extremeños en un año de sequía extrema nos aseguraba un día soleado con temperaturas rozando los 25 grados o algo más...
Esta vez saldría con Inma desde Don Benito, para poder estar en Cáceres en la parada del Obispo Galarza a las 6.45 así que tuvimos que partir a las 5.30, llegamos puntuales y nos subimos al autobús, Agustín se puso a pasar lista con la ayuda de otros compañeros..., partimos.
Paramos en poco a recoger a Marina y a Domingo como habitualmente se hace en el Casar de Cáceres, la noche era oscura de ausencia de luz, pues luna nueva se instalaba en el horizonte en pequeño hilo de plata casi invisible, privando de su luz selénica el paisaje. Se pusieron las luces de "oniria" en el autobús y tocados una vez más por la barita de la hada madrina fuimos cayendo en suave sopor...
Abro los ojos, las luces del horizonte debilmente van difuminando la oscuridad, llenado de líneas y curvas el paisaje, estamos ya en el valle del Jerte, una vez amanecidos paramos a desayunar en Cabezuela del Valle pues se jubiló el del bar que antes parábamos en Navaconcejo.
Ya hemos llegado a Tornavacas, nos ponemos las botas y cogemos los bastones pues empieza la ruta..., son las 9.25 de la mañana.
Descendemos por las calles de Tornavacas y empezamos a caminar por una pista asfaltada hasta ver un gran cartel que nos anuncia la ruta, ahora es senda,Juan Luis me va preguntando detalles del Elbrus, a ver si se anima a venir la próxima vez...
Paralelos al valle bajo los castaños progresamos hasta llegar a otra pista asfaltada y en poco nos volvemos a desviar por senda. Aquí comienza a ascender más pronunciadamente, tras pasar un bosque de robles nos volvemos a encontrar otro de castaños, el suelo está lleno de castañas muy gordas que se pelan bien, aprovechamos para tomar alguna,nos detenemos para agruparnos en una curva, mientras llega el último de la fila...,Julián, nuestro fotógrafo. Voy mirando y buscando si hay alguna seta, vemos boletus que se han podrido con las lluvias últimas y algún pisolitus o "peo de lobo", hay algo de humedad en esta parte del valle,Agustín no para de brincar fuera del camino mirando el rastro de alguna seta, pero tiene la misma suerte que yo.
Ascendemos en el bosque, dejamos a nuestra derecha el sendero del valle de los infiernos y llegamos al collado de la Losa, paramos a comer algo.
Aquí Alvaro me cuenta de hay una boca mina junto al camino antes del puente y Juan que está atento a la historia se adelanta cuando empezamos a andar, nos espera junto a la mina antes del puente Nuevo que cruza el barranco de los Infiernos para enseñarnosla, nos paramos y entramo un poco en la mina, seguimos,cruzamos el puente y hacemos fotos y más fotos, este rincón es muy bonito. Ahora empieza la verdadera cuesta, que se va retorciendo en la ladera umbría del valle, pero está todo muy seco, el otoño no pinta de color los árboles y el olor penetrante de la humedad de las hojas decadentes se niega a aparecer, subimos al collado de la Encinilla, me dice Juan, ahora se acelera la marcha del grupo pues es cuesta arriba y la "cabra tira para el monte".
Aquí desde arriba en el collado divisamos la garganta del Hornillo que seguiremos hasta casi terminarla, en el lado solanero del valle, agradecemos cuando pequeños tramos de bosque de helechos y castaños nos dan sombra, el camino sigue en pendiente con tramos de descanso, me dice Alvaro que en el collado de las Yeguas empezaremos a bajar hacia la Vera.
Paramos en la fuente Peñalozana a beber agua, pero estamos poco rato, pues pararemos a comer en los Escalerones que está a cinco minutos, normalmente se para en el Collado de las Yeguas pero este año vamos "muy despacio", he tenido la fortuna de venir en un año sin carreras...
En los Escalerones paramos a comer, son las una y media, Alvaro y yo nos hacemos fotos en la gran caída que hay, y disfrutamos de las vistas, Juan me ofrece salchichón y paleta ibérica de Deleitosa, su pueblo, diré que estaba malísimo, que en la próxima ruta lo quiero todo para mí...
Estamos media hora almorzando hasta que Santos nos levanta de nuestro sopor y nos vuelve a introducir en la ruta diciendo que " A ver qué pasa, sólo nos falta fumarnos el puro..., él es nuestro guía montañero y espiritual...
Nos adentramos en una zona quemada, ya vemos a los lejos el collado de las Yeguas, pasamos un puente de madera donde queda vegetación arbórea y en seguida atravesamos un llano de brezos que han salido en la zona quemada hasta topar con un cartel de jarandilla 12,5 kms.
Descendemos hasta el puente que cruza por el fin el barranco del Hornillo que llevábamos tanto tiempo cruzando y empezamos a subir al collado de las Yeguas mientras Pedro me cuenta su afición por la cocina y su especialidad en arroces..., me voy a apuntar algún día a su mesa de ocupa...
Son las tres en punto, llegamos al Collado de las Yeguas, desde aquí es todo bajada, Inma ha subido bien aunque en algunos tramos le ha parecido que se iba algo rápido , a mí me ha parecido el ritmo perfecto, paramos a comer un poco, nos hacemos la foto de grupo y comenzamos el descenso.
Este primer tramo de descenso es con muy poca vegetación arbórea, aprieto el paso y me uno a Domingo y Marina en el descenso, paramos en el barranco del Llanbrón a mojarnos los pies, el agua estaba buenísima aunque Agustín duró muy poco en remojo, él es más de aguas calientes...
Vamos disfrutando, todavía estamos en monte bajo de jaras, brezos y retama, ya estamos en bosque de robles que en poco pasa a ser de castaños, me pongo a hablar con dos chicas Alemanas cuyos nombres no me atrevo a escribir, son filólogas españolas, vemos a nuestra izquierda el Guijo de Santa Bárbara, seguimos el descenso tras pasar un desvío bien marcado.
Todo el bosque está muy seco, da pena andar en él, parece agosto...,cruzamos una carretera y empiezan a haber fincas, se me está haciendo corta la bajada, casi no me entero.
Tan corta que ya llegamos a Jarandilla, vamos intentar no perder el rastro de la fila, callejeamos sin saber dónde vamos, el parque, el parador...,una foto, el hogar del pensionista y detrás el autobús...
Son las 17:46 de la tarde , poco más de ocho horas, nos dicen que a las 18.30 salimos, nos vamos al hogar del pensionista a tomar una caña tras cambiarnos de ropa.
Nos vamos a montar, no, está todo el mundo parado mirando, me acerco, el autobús no arranca,el conductor claramente nervioso se sube y se baja, abre la compuerta delantera de la batería, ahora la trasera, todos estamos opinando y varios técnicos montañeros comprueban los cables de la batería y hablan con el conductor, no arranca, el conductor va a por aceite desengrasante al bazar chino, tampoco. Me marcho a un banco a estirar y los dejo afanados, algunos pasajeros se van a comprar para matar el tiempo.
De repente llega un señor con un automóvil y le pone las pinzas al autobús desde su batería, ¡arranca!, no tendremos que ir a pata...
Son las 19.15 vamos a arrancar, no, no arrancamos, no sabemos muy bien qué pasa, bueno pasar si pasa, Aguntín pasa lista tres veces, se habrá perdido alguien, tras diez minutos de espera y de lista pasada, nos vamos. No sabemos si alguien se ha quedado en tierra, con el autobús en marcha van asiento a asiento pasando lista de nuevo, no sé sus conclusiones pero no nos volvimos...
Llegamos a Cáceres ya de noche, y no sobran mochilas en el maletero, buena señal, me espero a que Alvaro me traiga el libro de Benasque que dejé al club, ha sido un día muy entretenido, ha sido una delicia compartir ruta con Montañeros de Monfragüe...