Torrebarrio a Collado del Ronzón (Babia Ubiñas)

Corto trazado lineal, de ida y vuelta, que nos llevará desde el pequeño pueblo de Torrebarrio a ganar las vistas panorámicas desde el Collado del Ronzón, divisorio de Peña Ubiña y Ubiña Pequeña.
Con poco tiempo de margen nos decidimos a remontar unas decenas de metros hacia la arista este de Peña Ubiña, bien cargada de nieve, y conseguir así una visual completa de nuestras vistas al sur.

Nos surge la idea del ascenso inmersos en ruta auto turística por el magnífico Valle y Embalse de Luna, flanco oriental de tierras de Babia, una de las jornadas que nos ha llevado durante una semana por tierras leonesas y sus infinitas montañas.
Proyectamos el recorrido según un tiempo determinado de marcha, de ahí que no culminemos el ascenso a Peña Ubiña, pero la recompensa desde el collado bien merece el ascenso.

NOTA: Ruta REALIZADA el 7 de noviembre/21. El recorrido desde que abandonamos la pista forestal se desarrolla sobre manto de nieve blanda, llegando en algunos puntos a más de 50cm de acumulado, por lo que podría no coincidir con las trazas de senda bien definidas sobre el terreno al caminar sin nieve.

Nuestro inicio, tras recorrer en coche a primera hora los Valles de Luna y Torrestío, es en la pequeña plaza de Torrebarrío, junto a uno de los paneles de situación que se prodigan por cada pueblo.
Dejando atrás unos metros la plaza, tomaremos un camino forestal que encara el macizo de las Ubiñas y que no tarda en ascender hacia el flanco oeste de Peña Ubiña.

Por ahora el ascenso es continuo sobre el camino, dominando poco a poco el amplio Valle de Torrestío y que nos aleja rápidamente de las casas de Torrebarrio.

A poco de pasar una pequeña atalaya con unas vistas inigualables del paraje que nos rodea, a nuestra derecha parte la senda que marca rumbo hacia nuestro destino sobre el Collado el Ronzón.
Desde aquí comenzamos nuestro avance sobre nieve, blanda y en perfectas condiciones para caminar sin complicaciones, salvo la necesidad de ir corrigiendo los pasos al intentar enlazar la línea de hitos que nos aseguran la traza de ascenso. En la mayoría de las veces de mano de las huellas de otros compañeros.

Vamos rodeando el espolón oeste de Peña Ubiña y una vez enfilamos el ascenso hacia el collado nos enfrentamos al peñón que forma la cumbre de Ubiña Pequeña. Salimos al collado y ganamos por fin las impresionantes vistas a dos aguas.

Siendo éste nuestro objetivo, y teniendo algo de tiempo de margen, nos aventuramos a remontar unos metros hacia la arista este de Peña Ubiña. Para la aproximación nos dejamos caer unos metros hacia el lado opuesto de la arista, buscando la amplia pala de nieve que viste toda la rampa de acceso a la arista.

Nos sorprende en el avance un manto de nieve de más de medio metro de espesor, blanda y de un blanco radiante. Esto merma en exceso nuestro avance, teniendo dibujar alguna diagonal para salir de la pala y enlazar con la huella que se dibuja pegada a la arista.
Por huella seguiremos ganando algunos metros, al igual que las vistas sobre la inmensidad de cumbres nevadas que nos rodean. Llegado un punto, cuando la pendiente de nuestros pasos se acentúa, damos por concluida nuestra ida, decididos a nuestro retorno sobre nuestros pasos.

No hay mucho más a tener en cuenta con la vuelta, simplificando el descenso sin llegar al collado y retomando nuestros pasos de ascenso como vía de escape. Eso si, será un placer descender del macizo encarando la cabecera del Valle de Torrestío y las blancas cumbres que hoy visten las montañas de Babia.

Nos vemos en las montañas.