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Torrebeleña, Aleas, Romerosa, Beleña de Sorbe

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Trail stats

Distance
12.74 mi
Elevation gain
1,821 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,821 ft
Max elevation
3,120 ft
TrailRank 
32 3.3
Min elevation
2,561 ft
Trail type
Loop
Time
7 hours 59 minutes
Coordinates
230
Uploaded
May 6, 2012
Recorded
May 2012
  • Rating

  •   3.3 1 review
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near Torrebeleña, Castilla-La Mancha (España)

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Itinerary description

Nada más tomar en Cerezo la estrecha carretera que sube a Torrebeleña me dijo mi espejo que se me había alegrado la cara; tan bonita es que daban ganas de bajar y recorrela a pie, como las animadas caminantas que bajaban todo marchosas.

Al llegar a Torrebeleña lo primero que se advierte es la gran cantidad de piedra disponible, que usan en un sinnúmero de construcciones agrícolas y muros ciclópeos de exagerada solidez para la función de cerrar las fincas. El pueblo está bien cuidado, bien urbanizado y la piedra luce en unas cuantas casas nobles. En la plaza Mayor una placa dice que Cela pasó por allí hambriento.

Tras algunos errores, tomamos el incierto camino a Montarrón, que abandonamos luego para poner rumbo a Aleas. No sé si el camino lo perdemos o desaparece; lo recuperamos más tarde. La ruta se nos alargó por aquí innecesariamente. Quien quiera imitarnos hará bien en tomar otro camino hacia Aleas, cuidando de llegar por el mismo que lo hacemos nosotros.

Nuestro camino se hace delicioso al acercarnos a Aleas: robles de hoja tierna, encinas y sabinas y cultivos de cereal se alternan dando muchas tonalidades cromáticas. Sorprendemos a unos ciervos pastando en el sembrado y huyen despavoridos, como debe ser; no como los descarados de la sierra que nos miran despectivamente a los no cazadores.

Adivinamos que Aleas es un pueblo antiguo por su iglesia en ruinas, no por su caserío de la ancha calle principal, formada por dos hileras de casas todas iguales con la estética de los poblados de la posguerra. El camino que sube hacia Romagosa nos devuelve al encanto del campo.

Distinguimos la iglesia de Romerosa a lo lejos en una ladera empinada, solana y remota. Del pueblo sólo quedan las cuatro paredes y la espadaña de su iglesia de 1705, pero sus ruinas son muy sugerentes. Adivinamos calles empedradas en la ladera y eras en la pequeña meseta superior. Nos hacemos todo tipo de fantasías de cómo sería allí la vida. Hay muchas sabinas y pensamos en lo bien que olerían los hogares con su leña.

Al salir hacia Beleña nos ocupamos más de lograr la foto de Romagosa que de tomar el camino acertado, creyendo erróneamente que luego sería fácil corregir el rumbo. Que lo sepa quien nos siga y sea otra vez benevolente con nuestro enjundioso “track”. Pasamos junto a sembrados y sorprendemos a más ciervos.

Beleña de Sorbe reúne más encantos que ningún otro pueblo:
(1) Una iglesia románica con un mensario en su portada, del cual una buena foto —y no la mía— sería la mejor portada de un libro de arte.
(Ver www.arquivoltas.com/16-Guadalajara/02-BelenaSorbe.htm.)
(2) Las ruinas altivas de un castillo que aún parecen custodiar la población.
(3) Un puente monumental, supuestamente árabe, de planta quebrada como para impedir un ataque de veloces guerreros a lomos de briosos corceles; puente que salva
(4) El pintoresco tajo del río Sorbe, al que bajamos por una calzada medieval muy bien trazada en zigzag.
(5) En temporada, Beleña es la capital mundial de la amapola (ver foto de archivo). Por esto solo ya merecería la visita. Auguramos que será reserva de la flor con más encanto en su sencillez, porque los herbicidas la han erradicado cruelmente de los sembrados.

(Sólo hay un error u horror que lamentar en Beleña de Sorbe: los peldaños de terrazo —sí, terrazo; aquí donde abunda la piedra— colocados en la escalinata que asciende con sencillo donaire a su iglesia. Pedimos la cabellera del autor.)

Bajamos por la margen derecha contemplando la perspectiva del pueblo, descruzamos el Sorbe sobre un acueducto y ponemos rumbo de vuelta a Torrebeleña por la vega del río, paseo adornado aquí por una vetusta encina; allí, por una sobria ermita; allá, por una sabina enorme. Nos queda finalmente una subida de más de 100 m a Torrebeleña, pero llevamos lleno el depósito de satisfacción para llegar con buen ánimo. Y en el pueblo trabamos conversación con un buen conocedor de la zona que nos da valiosa información para otras marchas, que le agradecemos.

Comments  (1)

  • Esther 39 Jan 15, 2024

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    De Torrebeleña a Aleas no existe camino como tal, ni senda, se atraviesan sembrados que en el mes de enero, son cenagales.
    Preferimos volver desde Aleas a Beleña de Sorbe por carretera porque el avanzar por barro ralentiza en exceso la marcha.

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