Torredonjimeno-Sitio del tesoro-Mina de la Campiñuela-Molino de los Frailes.

Los datos son incorrectos del altímetro del GPS. Los datos de altura de la ruta discurren entre los 567 metros y los 460 metros.

La etapa discurre por carretera, caminos y trozos campo a través, relativamente llana con algunos dientes de sierra (subidas y bajadas).
COMO DESARROLLAR LA ETAPA. Partimos desde las afueras del pueblo, puerta de los Salones de María Luisa con dirección a la A-306 y tras cruzarla cogeremos un trozo de carretera en desuso para llegar a JV-2121, descendemos para cruzar el arroyo Torredonjimeno, subirémos un repecho hasta la ermita de Consolación, a la izquierda sale un camino con dirección a piedra Blanquilla ya llaneando llegaremos a un cruce, giramos a la derecha que te conduce por el camino de Santana, un camino con poco desnivel que en dos kilómetros nos conduce a otro cruce, a la izquierda continuaremos por camino de Pedro Gil durante un kilómetro, pasaremos el badén del arroyo de la Ravera, una pequeña subida para llanear un poco y girar a la izquierda por un carril que te conduce al cortijo de los Majanos, desde aquí al sitio del tesoro hay 900 metros, hay que seguir unas rodadas de vehículos bien marcadas dirección Sur con vistas al frente de la Sierra de Ahíllo y ligeramente a la izquierda el Peñón de Martos. Cerca del camino se encuentra un gran montón de piedras, cinco olivos más adelante está el lugar donde se encontró el tesoro Visigodo de Torredonjimeno, en este lugar emergen gran cantidad de rocas y muchas piedras sueltas amontonadas sobre ellas. Desde aquí al centro de Torredonjimeno hay 5.2 kilómetro, el recinto donde se encontró tiene 6000 metros cuadrados con 64 olivos llano y rectangular, los datos del Sig Pack son Polígono 31 Parcela 525 del término de Torredonjimeno.
Volvemos por nuestros pasos hasta la entrada del cortijo los Majanos, giramos a la izquierda y andamos 100 metros , a la derecha hay unas rodadas de vehículos algo difusa que te asciende a la carretera JV-2121, cruzamos esta dirección camino de Martos carretera de Córdoba-Jaén, andamos unos 40 metros, giramos a la derecha para ascender por unas rodadas de vehículos difusas a la cumbre del cerro de la Campiñuela de 567 metros para buscar su mina (cueva), entramos por una amplia entrada en su interior y hacemos unas fotos. Desde aquí se divisa muy cerca la cantera de yeso de Valero que a campo a través la visitamos. Buscamos a la derecha el camino que desciende al arroyo de Torredonjimeno, cruzamos el arroyo por un badén y en pocos metros llegamos al molino de los Frailes, un molino hidráulico harinero de época medieval que mantiene un gran torreón y un trozo de paredón por donde discurrían las aguas. Subimos un repecho y a la derecha al otro lado del arroyo sobre un paredón se puede visualizar la cueva de la virgen, seguimos el camino con menos pendiente para llegar al cruce de Consolación, desde aquí volveremos por nuestros pasos.

La etapa nos a perecido de fácil ejecución con algunos repechos y una distancia de más de 11 kilómetros por lo que la consideramos como Moderada.
Para la realización de la etapa nos hemos descargado una ruta en Wikiloc y completarla con nuestro conocimiento del terreno.

COMO SE ENCONTRÓ EL TESORO-RELATO DE FRANCISCO ARJONA. Mi padre me contó varias veces esta historia que decía así. Que iban él y mi abuelo a trabajar al campo, por el camino coinciden con Francisco Arjona el agricultor que se había encontrado el tesoro, este muy conocido de mi abuelo que consintió a contarle el relato de lo que sucedió. Este relato fue contado a principios del año 1934, mi padre tenía 17 años y yo lo cuento hoy con 68.
Decía así: estaba dando el jornal haciendo hoyos para plantar olivos y haciendo uno, tropecé con una piedra que me impedía hacer el hoyo, metí la punta del azadón entre dos piedra y una se movió, allí había un hoyo bastante hondo hecho de obra con piedras, en su interior había bastante objetos envueltos en una especie de tela como de saco, fui sacando lo que allí había hasta lo que mi brazo alcanzó, el resto me metí de pie y tanteando recogí todo lo que había. Para llevármelo a mi casa vacié la alforja, la parte más grande de lo encontrado lo doble y lo metí en un lado, el resto lo metí en el otro lado.
Ya en el pueblo le conté a mi mujer lo sucedido y al dueño de la tierra que le dio poca importancia. Decidimos llevar parte al boticario de la calle San Pedro para que nos dijera de que material se trataba, a los pocos día nos dijo que lo había mirado que aquello era de latón y tenía poco valor.
Con estas aclaraciones el dueño de la tierra se quedó con una cruz que le gustó, mi mujer guardo otras tantas para el ajuar de las hijas y el resto se metió en un celemín para guardarlo.
Pasado el tiempo los niños se dieron cuenta de aquello y los cogían para jugar con los amigos en la calle. Un día jugando en la calle el Charco, pasó un trapero que le llamó la atención una pieza con que los niños jugaban, les dijo que quería verla, el hombre se volvió de espalda a los niños tras frotarla con algo se volvió muy nervioso les dijo que les compraba bien pagado todo lo que tuvieran, los niños lo llevaron a mi casa en la calle San José. Se presentó como trapero que compraba toda las cosas viejas, mi mujer le vendió parte de lo que tenía por 21 reales ( un buen dinero para pagar mis medicinas y otras cosas). Pocos días después volvió el mismo hombre con otro bien trajeado en un coche dispuesto a comprar todo lo que tuvieran. Esta, al ver el interés que tenía accedió a vendérselo pero solo sacó la mitad de lo que le quedaba por lo que le pagaron tres veces más. Al poco tiempo se vendió el resto. Esto es lo que le contó.

Un dato muy curioso del segundo lote que se vendió. La mujer de Francisco Arjona vendió el segundo lote por 63 reales, los compradores lo vendieron al museo provincial de Córdoba por 1780 pesetas es decir 7120 reales, lo que viendo las cantidades que se barajan nos da una idea del gran valor que tendría todo el conjunto.