Torrelles de Foix Ermita de Santa María-Pèlags i Santuari
near Sant Martí Sarroca, Catalunya (España)
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Trail photos
Itinerary description
La ruta no es demasiado exigente, aunque en el tramo de aproximación al Santuari la pendiente se hace algo mas empinada. La he calificado como moderada, no porque sea complicada, sino por prudencia. Algunos senderistas prefieren reservar el grado de fácil, para aquellas rutas que se puedan realizar con niños o perros, sin tener que saltar ni trepar. En este caso, en algunos tramos del precioso sendero de la parte alta del Foix, se requiere usar manos y pies para superar pequeñas rocas, tambien asir ramas o usar bastón en algunas partes resbaladizas. En ningún caso hay mayor peligro. Aunque he indicado los lugares en que hay que cruzar el rio, no hemos encontado agua al hacerlo, salvo en el primer cruce. En general en la parte alta del Foix el lecho estaba seco. Pero como podreis comprobar en las fotografias, els pèlags estaban casi a tope.
Aunque con una ligera niebla matinal, disfrutamos de un ya soleado dia al llegar a la ermita de Santa María de Torrelles de Foix, donde aparcamos. Se agradece la ligera brisa que por un lado alivia el calor que repunta en estos dias, y por otro despeja la niebla para ofrecernos las primeras panorámicas de la jornada. Viñas, pinos y montañas nos rodean y nos invitan a acomodarnos en su regazo. Caminando un trecho por la pista asfaltada, nos reciben unos simpáticos mastines en Mas Florit Nou, se quedan mirando como pasamos de largo y como tenemos que volver atrás hasta el desvío, y cuando tomamos el camino correcto parecen tranquilizarse y regresan al jardín de la casa. Aquí en el primer cruce del rio nos inquietamos, de lejos, el punto de cruce parece muy ancho y tal vez el cauce nos oblige a descalzarnos para utilizar el calzado que llevamos al efecto, con la consiguiente pérdida de tiempo. Aunque en la parte derecha forma una pequeña pero amplia gorga, en su parte izquierda prácticamente desaparece y podemos cruzar por las piedras sin tan siquiera mojarnos las suelas. Girando a la derecha junto a las hermosas vides, podemos apreciar a lo lejos nuestro destino en altura para hoy, el Tossal de Foix, y a su izquierda el Santuari. El cielo ya está totalmente despejado e iniciamos la consabida sesión de fotos habitual. Enseguida llegamos als Pélags de Foix, con abundante agua, y nos solazamos con la fuente, els gorgs y la cascada. Un poco mas adelante visitamos el Pélag de les Nenes, que aunque mas modesto y menos conocido, merece nuestra atención. Siguiendo con la racha, pasamos por un momento al otro lado del Gual, para descubrir que en el Trull quedan los restos de una vieja masia y de su arco de entrada. Ahora ya empieza la subida, suave al inicio, pero mas exigente a medida que nos aproximamos al Santuari. Tomando unas fotos del Tossal, a nuestra derecha, giramos hacia la hermosa construcción que vemos a nuestra izquierda. A la cova, donde dice la tradición que se apareció la virgen, se llega por un sendero escalonado, indicado por un tablero clavado en un árbol, y está situada al pie y a la espalda del edificio principal. La repisa de la cueva sostiene los exvotos que allí han ido depositando los peregrinos y detrás de la imagen de Nostra Senyora se abre la boca de la cueva original. El conjunto está compuesto por la citada cueva, el edifico principal y una torre o mirador. Un aparcamiento anexo nos indica que seguramente recibe muchas visitas. La pista asfaltada que encontramos al salir lo confirma. Nos acercamos hasta la Font del Rector sin agua, pero nos consuela poder contemplar el Santuari desde otro ángulo y admirar su imponente espadaña. El cartel de "Peligro Gato" en Cal Rossell y sus ornamentales olivos, nos alegran el camino y compensan que de su fuente apenas mane un hilillo de agua. El sendero que parte de aquí es de tierra y está rodeado de una espesa vegetación, que en algunos casos ha devorado las abandonadas masias, vestigios de tiempos mejores, pero ahora en ruinas. Que la naturaleza reclama sus dominios, lo atestiguan las copiosas pisadas de jabalies, que convierten en su espa particular, los charcos que encuentran aquí y allá. Llegamos de nuevo al rio, es un decir, que aunque seco, permite adivinar por su erosionado lecho, que con agua ofrecerá un hermoso espectáculo. Parece que hoy no nos mojaremos los pies y no volveremos a ver agua, aunque de lejos, hasta llegar al Molí de la Pineda. Desde aquí hasta el citado molino, algunas pequeños rebosaderos , secos gorgs y potenciales cascadas, parecen esperar a que se produzca el milagro y puedan cobrar de nuevo vida. A falta del preciado elemento, un fantástico y variado sendero nos ameniza el recorrido. Discurre entre una frondosa vegetación, cubierto a tramos por los restos de antiguos derrumbes, algún que otro tronco caido y curiosas rocas con formas caprichosas, todo ello presidido por una larga balma. Retomamos la pista a la altura del Gual del Trull, sin volver a él, recordando las anécdotas del dia y grabando en nuestras retinas la silueta, que vemos a lo lejos, de lo visitado hoy. La vuelta es por el otro margen del rio, jugamos a reconocer y nombrar los lugares, las masias, por los que pasamos a primera hora. La pista se vuelve asfaltada en Can Via, donde un grupos de bien cuidados edifcios se prestan a posar para las últimas fotos. De nuevo nos acompañan las viñas y a lo lejos vemos que nos esperan los mastines, que esta vez nos llevan hasta el camino correcto sin darnos ocasión al despiste. Llega a su fin esta humilde aventura, que podria haber devenido en pequeña odisea si Poseidon hubiera tenido a bien colmarnos con su cristálino tesoro.
Aunque con una ligera niebla matinal, disfrutamos de un ya soleado dia al llegar a la ermita de Santa María de Torrelles de Foix, donde aparcamos. Se agradece la ligera brisa que por un lado alivia el calor que repunta en estos dias, y por otro despeja la niebla para ofrecernos las primeras panorámicas de la jornada. Viñas, pinos y montañas nos rodean y nos invitan a acomodarnos en su regazo. Caminando un trecho por la pista asfaltada, nos reciben unos simpáticos mastines en Mas Florit Nou, se quedan mirando como pasamos de largo y como tenemos que volver atrás hasta el desvío, y cuando tomamos el camino correcto parecen tranquilizarse y regresan al jardín de la casa. Aquí en el primer cruce del rio nos inquietamos, de lejos, el punto de cruce parece muy ancho y tal vez el cauce nos oblige a descalzarnos para utilizar el calzado que llevamos al efecto, con la consiguiente pérdida de tiempo. Aunque en la parte derecha forma una pequeña pero amplia gorga, en su parte izquierda prácticamente desaparece y podemos cruzar por las piedras sin tan siquiera mojarnos las suelas. Girando a la derecha junto a las hermosas vides, podemos apreciar a lo lejos nuestro destino en altura para hoy, el Tossal de Foix, y a su izquierda el Santuari. El cielo ya está totalmente despejado e iniciamos la consabida sesión de fotos habitual. Enseguida llegamos als Pélags de Foix, con abundante agua, y nos solazamos con la fuente, els gorgs y la cascada. Un poco mas adelante visitamos el Pélag de les Nenes, que aunque mas modesto y menos conocido, merece nuestra atención. Siguiendo con la racha, pasamos por un momento al otro lado del Gual, para descubrir que en el Trull quedan los restos de una vieja masia y de su arco de entrada. Ahora ya empieza la subida, suave al inicio, pero mas exigente a medida que nos aproximamos al Santuari. Tomando unas fotos del Tossal, a nuestra derecha, giramos hacia la hermosa construcción que vemos a nuestra izquierda. A la cova, donde dice la tradición que se apareció la virgen, se llega por un sendero escalonado, indicado por un tablero clavado en un árbol, y está situada al pie y a la espalda del edificio principal. La repisa de la cueva sostiene los exvotos que allí han ido depositando los peregrinos y detrás de la imagen de Nostra Senyora se abre la boca de la cueva original. El conjunto está compuesto por la citada cueva, el edifico principal y una torre o mirador. Un aparcamiento anexo nos indica que seguramente recibe muchas visitas. La pista asfaltada que encontramos al salir lo confirma. Nos acercamos hasta la Font del Rector sin agua, pero nos consuela poder contemplar el Santuari desde otro ángulo y admirar su imponente espadaña. El cartel de "Peligro Gato" en Cal Rossell y sus ornamentales olivos, nos alegran el camino y compensan que de su fuente apenas mane un hilillo de agua. El sendero que parte de aquí es de tierra y está rodeado de una espesa vegetación, que en algunos casos ha devorado las abandonadas masias, vestigios de tiempos mejores, pero ahora en ruinas. Que la naturaleza reclama sus dominios, lo atestiguan las copiosas pisadas de jabalies, que convierten en su espa particular, los charcos que encuentran aquí y allá. Llegamos de nuevo al rio, es un decir, que aunque seco, permite adivinar por su erosionado lecho, que con agua ofrecerá un hermoso espectáculo. Parece que hoy no nos mojaremos los pies y no volveremos a ver agua, aunque de lejos, hasta llegar al Molí de la Pineda. Desde aquí hasta el citado molino, algunas pequeños rebosaderos , secos gorgs y potenciales cascadas, parecen esperar a que se produzca el milagro y puedan cobrar de nuevo vida. A falta del preciado elemento, un fantástico y variado sendero nos ameniza el recorrido. Discurre entre una frondosa vegetación, cubierto a tramos por los restos de antiguos derrumbes, algún que otro tronco caido y curiosas rocas con formas caprichosas, todo ello presidido por una larga balma. Retomamos la pista a la altura del Gual del Trull, sin volver a él, recordando las anécdotas del dia y grabando en nuestras retinas la silueta, que vemos a lo lejos, de lo visitado hoy. La vuelta es por el otro margen del rio, jugamos a reconocer y nombrar los lugares, las masias, por los que pasamos a primera hora. La pista se vuelve asfaltada en Can Via, donde un grupos de bien cuidados edifcios se prestan a posar para las últimas fotos. De nuevo nos acompañan las viñas y a lo lejos vemos que nos esperan los mastines, que esta vez nos llevan hasta el camino correcto sin darnos ocasión al despiste. Llega a su fin esta humilde aventura, que podria haber devenido en pequeña odisea si Poseidon hubiera tenido a bien colmarnos con su cristálino tesoro.
Waypoints
Comments (4)
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Easy to follow
Scenery
Easy
Fácil ascensión y buen sendero por el río. Con agua puede que se complique algún paso
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Maravilloso recorrido
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Moderate
He realizado la ruta.
Gracias por la valoración.