Barranc de Son Cifre.

Hoy nos hemos ido a disfrutar de uno de los accidentes geográficos más raros de la parte llana de la isla, que cuando se recorre se tiene la sensación de estar por la Tramuntana. Humedad, verdor, grandes encinas, balmas gigantes, tramos que parecen un pequeño Torrent de Pareis y más.

Condición sine qua non para gozar de la excursión es olvidarse de la señal de wikiloc; por la poca anchura y elevadas paredes del torrente que en ocaciones llega a los 50 metros, solo hay que ir descubriendo las cuevas que a derecha e izquierda se nos presenten, sin miedo a perdernos.

Comenzamos en el km 9'7 de la MA-3322, la carretera que viene del hospital de Manacor, hay para dejar dos vehículos, en la curva anterior otros dos, en el km 9'4 dos o tres y en el km 9'1 caben entre cinco o seis. Por detrás de la bionda metálica de la carretera, después de una corta bajada, se llega al lecho del torrente y ya vemos el puente, cerrado con una rejilla fácil de pasar. Parece que el nombre le viene de uno de los conquistadores de la isla del siglo XIII. La posesión homónima, documentada en el siglo XV, se encuentra en la misma carretera 600 metros más adelante. Los restos del puente viejo quedan a la derecha, no le tomé ninguna foto, y son reconocibles entre la espesura de la vegetación por ser la única pared de todo el recorrido.

Al lado, por el mismo margen, se encuentra el yacimiento arqueológico de la Cueva Natural del Barranco de Son Cifre, utilizada durante la prehistoria y donde se halló cerámica pretalayótica.

Al otro lado del torrente se puede ver una pequeña vía ferrata con unos escalones de hierro y una cuerda, por el que se puede llegar al aparcamiento de la curva. No me pude resistir a no subirlo. El único torrente que vimos que desemboca en este es el de Es Barrancó, por la izquierda, último power point y que lo hice al regreso.

Más adelante la gran fuerza del agua ha llegado a formar una gran hondonada, como forma de gorg o charca, es la llamada s'Olla Colera ¹. Seguidamente por la derecha en lo alto, a unos diez metros, se ve una balma de color amarillo. Parece que acaba ahí, pero en realidad son unos cientos de metros a recorrer. Son tres enormes cavidades, la última acaba donde hay un algarrobo alto. Desde ellas tenemos unas bonitas vistas sobre las cuevas de la orilla contraria. El color amarillo y las caprichosas formas son fantásticas; a mi modo de ver, lo mejor de la ruta.

La última formación la vemos por la derecha, algo parecida a una calavera, con las órbitas de los ojos y el hueco de la nariz. La puerta con candado no hay que saltarla, sino continuar barranco abajo para llegar al torrente de Na Borges que es la divisoria entre Petra y Manacor, el Pla y Llevant. Hoy llevaba un poco de caudal, aunque era casi de color negro y al otro lado se ve la continuación del camino.

Hay que tener cuidado con las rocas húmedas por los resbalones; unas tijeras de poda para algunas zarzas no viene mal; por lo estrecho del barranco es imposible perderse. La ruta se puede hacer circular por el camino de Son Gener, pero no resulta recomendable por tener entre 3 y 4 kilómetros de asfalto. También se puede hacer lineal cruzando Na Borges, pasando por el Bosc Vell y llegando a la carretera MA-3330 km 3'8, la de Petra a Son Serra de Marina. En tal caso es altamente recomendable pedir permiso para pasar por el Bosc Vell al ser una finca privada. No ponen trabas.

Página consultada:
1.-https://www.toponimiamallorca.net/index.php?option=com_content&view=article&id=124:sa-costera&catid=21&Itemid=147

Compañera de ruta: Magdalena.