Torres de Caniles y de la Harina. Cascadas y pozas de los Charconales en Río San Juan desde A.R. Fuente Palomillas. Jaén
near Tobazo, Andalucía (España)
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Itinerary description
Interesantísima ruta que discurre por una de las sierras más desconocidas de la provincia de Jaén, la sierra Sur de Jaén, más concretamente entra las localidades de Alcaudete y Sabariego. En esta ruta ascenderemos al Cerro Caniles y al Cerro de la Harina, estratégicos enclaves donde se ubican unas torres vigías nazaríes de la Baja Edad Media que toman el nombre del cerro donde se encuentran. También discurre por unos pintorescos parajes del Cañón del Río San Juan; rodeados de antiguos molinos y ruinosos cortijos que añaden a la ruta su interés etnológico.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:
Iniciaremos esta ruta en el ÁREA RECREATIVA PUENTE PALOMILLAS, a una distancia de 7 Km de Alcaudete. Equipamiento situado junto a la orilla derecha del río San Juan y rodeado de campos de olivos.
Dispone de aparcamiento, de 18 mesas, dos de ellas para personas con movilidad reducida, barbacoas, fuentes de agua potable y vallado perimetral. El río San Juan es el motor y encargado de proporcionar vida a la zona, denominada “paraje del Río San Juan” ocupando un lugar privilegiado en el que se encuentra el puente palomillas, siendo este uno de los pasatiempos preferidos para muchas familias. Lugar de ocio, deleite de la naturaleza y encuentro de familiares y amigos. En el río se puede practicar, en temporada, la pesca del trucha y del barbo además de natación. A esta zona se puede acceder por la carretera comarcal JV-2236 de Sabariego a la Rábita, en su cruce con la carretera N-432 Granada- Badajoz.
Junto a esta área recreativa discurre, mansamente y camuflado en un precioso bosque de ribera, el RÍO SAN JUAN. Este nace en el término municipal de Castillo de Locubín, en la Sierra Sur de Jaén, aunque su nacimiento no está muy claro, parece que nace en los Montes Gracia y Cerro Marroquí, cerca de Valdepeñas de Jaén. Entra en el término de Alcaudete por la zona de Alcalá la Real y forma límite con Priego de Córdoba hasta cerca del puente Baena, donde se le une el río Salado de Priego. A partir de la desembocadura del Salado de Priego se le da el nombre de río Guadajoz. Al igual que el vecino río Víboras, este sufre el estiaje, pero con menor intensidad que el anterior, ya que no llega a secarse. Su longitud hasta el puente Baena es de 36,6 km. Tiene como afluente al río Almedinilla.
Junto a la FUENTE DE PALOMILLAS, creada por el antiguo ICONA y dotada de varias pilas de piedra dispuestas en forma semicircular, que en esta ocasión estaba seca, tomaremos el CAMINO CERRO DE LA MAJADA; una amplia pista que asciende cómodamente sumergida en un bonito pinar. Tras dejar a la derecha el Cerro de la Majada pasaremos junto a la linde de un olivar hasta llegar a un collado donde la pista desciende suavemente conduciéndonos al CORTIJO LA TORREZNA, con tres viviendas anexas y un bonito emparrado en la puerta pero que tristemente se encuentran en estado semirruinoso.
Algo después enlazaremos con el CAMINO DE LAS CABRERAS y lo tomaremos a la derecha en ascenso para llegar al CORTIJO DE LAS CABRERAS. Seguidamente, al llegar a HOYA DE MONTES, una gran explanada cultivada de olivos, nos desviaremos a la izquierda, sin sendero, por el propio olivar para atajar antes de tomar el precioso CAMINO DEL CERRO CANILES; que se introduce en el bosque que cubre la ladera sur del Cerro Caniles con unos grandes y llamativos muros construidos con el arte de piedra seca. Cómodamente ascenderemos por el serpenteante sendero que discurre por un frondoso pinar de reforestación. Seguidamente el sendero pasa a la ladera desde la que tendremos unas estupendas panorámicas de la Sierra Ahillos.
Un corto ascenso más y ya vemos nuestro próximo punto relevante de la ruta al cual nos dirigimos; la TORRE DE CANILES. Se encuentra en la llamada Sierra de Caniles. Es una atalaya o torre de planta circular, y de estructura cilíndrica de la Baja Edad Media, que fue reutilizada como torre de vigilancia forestal; para ello ha sufrido una reforma importante, de manera que los restos originales sólo alcanzan 4,50 m. Estructura cilíndrica recta de 3,81 m. de diámetro con base escalonada hasta los 2,40 m. El interior de la base ha sido perforado para crear una estancia. La parte original fue realizada en sillarejo y en la reforma se ha completado con mampostería; así mismo se le ha dotado de una escalera espiral ascendente de hormigón, adosada al exterior, para acceder a la sala superior. Se encuentra a 738 m. de altura. Declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento (código: 230030014). En su azotea se encuentra el Vértice geodésico de Caniles. Esta torre formaba parte del sistema defensivo y de vigilancia del Castillo de Alcaudete y por tanto tiene contacto visual con el Castillo de Alcaudete, el Torreón del Moro, el Torreón de la Harina, el Torreón de Encina Hermosa.
En la primera época del período nazarí, se establecen una serie de alineaciones de comunicación entre las plazas fronterizas y las poblaciones más importantes del reino. Entre éstas se encontraba Alcalá la Real que en un principio recibiría comunicación desde las torres situadas en la frontera cercana a Arenas, Locubín y Alcaudete por el N y a Luque, Carcabuey, Rute e Iznájar por el O. Así mismo, sería emisora de avisos a los grandes núcleos situados al S y E de su fortaleza, como Loja, Alhama, Granada y Guadix, siendo éstas últimas alineaciones las que con mayor amplitud vamos a tratar de estudiar en el presente trabajo.
La Torre de Caniles, también conocida como la del Ajo, corresponde a las Atalayas catalogadas como de comunicación, y no como defensiva. Las atalayas tenían una guardia permanente de dos o tres hombres. La entrada de tropas enemigas se iba comunicando entres las atalayas mediante señales luminosas. En las azoteas de estas atalayas se quemaba esparto verde o mojado, que producía mucho humo, cuando era de día y esparto seco, que producía mucha luz de llama, cuando era de noche; de tal forma que pudieran ser visibles desde atalayas cercanas o castillos defensivos; para que estos últimos empezaran a preparar sus tropas con antelación. Desde cada una de estas atalayas se divisaban varias de la misma línea defensiva, por lo que al perder alguna de ellas, esta no inutilizaba el sistema de aviso, ya que la más cercana daba la señal de alarma y la que había sido conquistada servía como indicación de donde se estaba produciendo la entrada de las tropas enemigas.
En el techo de la Torre de Caniles se sitúa el vértice geodésico, al que accederemos por una trampilla subiendo por unos peldaños metálicos. Las vistas desde aquí son impresionantes, la Sierra Ahillo y Alcaudete con su castillo hacia el norte, El Valle del Río San Juan y las altas cumbres de la Sierra Sur de Jaén donde destacan La Pandera, La Morenilla, Sabariego, La Rábita y la Sierra de San Pedro con el Buitrón como máxima cota, las Sierras Subbéticas con la Sierra Horconera y La Tiñosa como cima de máxima altitud de esta sierra y de la provincia de Córdoba.
Tras disfrutar de las panorámicas desde la Torre de Caniles descenderemos por el pintoresco sendero que hay tras la torre. Este discurre por la umbría del Cerro Caniles y hace que el frondoso bosque y los ciclópeos muros del sendero estén llenos de líquenes y musgos. Después de pasar por las RUINAS DEL CORTIJO DANIEL GARCÍA enlazaremos con el camino de ida hasta llegar a la Hoya de Montes.
Seguidamente proseguiremos por el CAMINO DE LAS CABRERAS que va en paralelo al BARRANCO DE LAS CABRERAS. En las proximidades de Sabariego, mientras descendemos, veremos al otro lado del rio el Molino Malagón un antiguo molino de pan que hoy funciona como alojamiento rural. Pasaremos por el CORTIJO DE LOS HILARIOS y continuaremos el descenso hasta llegar al cauce del RÍO SAN JUAN. Tras cruzar este río por un puente decidimos hacer una parada en el frescor que produce sus aguas para tomarnos el bocata. Muy cerca se encuentran los restos del MOLINO FUNES (molino de aceite y harina).
Continuaremos ascendiendo junto al Río San Juan por el paraje conocido como Los Charconales; que son una serie de pozas y pequeñas cascadas del río San Juan, que nace a pocos kilómetros de aquí, cuando se encajona en este barranco plagado de signos del aprovechamiento de la fuerza del agua como restos de molinos y acequias de obra. En la actualidad es un lugar de baño durante el periodo estival para, principalmente, los habitantes de la cercana aldea de Sabariego.
El mejor acceso es desde esta aldea a través de un carril de tierra hasta que el encajonamiento obliga a adentrarse a pie paralelo al cauce a través de una vereda y con mucha precaución vadearemos el río saltando de piedra en piedra sobre la misma cascada. Totalmente desaconsejable con un caudal abundante. Quienes se han atrevido a sumergirse en las profundidades de la gran charca, han descubierto una pequeña cueva en el interior. Este tramo del río san Juan transcurre por estratos calizos verticalizados del Jurásico.
Una vez al otro lado ascenderemos la pendiente de la ladera sin sendero y trepando entre las rocas hasta retomar una vereda que discurre paralela al cauce del río. Algo después descenderemos hasta el cauce donde encontraremos los restos de los arranques de un PUENTE MEDIEVAL el PUENTE TALEGAS.
Tras cruzar el río ascenderemos sin sendero y por donde mejor consideremos hasta las ruinas del MOLINO LAS COLMENAS, molino de aceite con potentes contrafuertes. Desde la puerta del molino tomaremos el viejo camino que accedía a él y por el que comenzamos a subir, para a los pocos metros abandonarlo y afrontar la ladera frontalmente por las bravas para alcanzar la linde del pinar y seguir la cresta oeste del Cerro de la Harina, arista rocosa por la que ganaremos altura a la vez que poco a poco se va definiendo claramente un sendero que más adelante comienza a mostrar buenos muros de piedra seca denotando cierta solera.
Seguimos por la CRESTA DEL CERRO DE LA HARINA, que se le conoce así por ser el trayecto más corto hasta los antiguos molinos de harina que se encontraban a orillas del río San Juan. Nos tendremos que desviar de este sendero para, siguiendo nuevamente la arista del cerro por el borde del pinar hasta llegar a su punto más alto donde se erige majestuosa la TORRE DE LA HARINA (749 msnm). Es una atalaya musulmana de la Baja Edad Media de cuerpo cilíndrico recto de 4,45 m. de diámetro que ha perdido la mitad Sur. Su máxima altura no alcanza los 5 m. Se conserva la ventana-puerta íntegra en el resto del muro. Declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento (código: 230030012). Durante el reinado de Al-Ándalus servía como torre de defensa y vigilancia, dada su posición estratégica. De este modo, se haya además posicionada en una situación que le permitía comunicarse con señales luminosas o de humo con otras torres cercanas existentes en la zona. Debe su nombre actual a la proximidad de un molino de harina que existía por la zona. La sala superior tenía un diámetro de 2,45 m. a una altura de 4,60 m. y estaba cubierta por una cúpula de la que quedan algunos restos del arranque. Se conserva la ventana-puerta íntegra en el resto del muro. Aparecen los huecos de mechinales muy marcados incluso con restos de madera de los andamios para su construcción
Esta torre también es conocida como el Balcón de Sabariego, por las imponentes vistas que sobre la aldea se obtienen desde este punto.
Unos metros más abajo de la torre, hacia el norte, sobre unos escarpes rocosos, podemos apreciar la Cruz de la Harina, cruz de hierro que suele tener flores artificiales junto a ella y cuyo origen se remonta a comienzos del siglo XX cuando un mozo del Pueblo, Juanillo “El Liebro” colocó esta modesta cruz ayudado por una tomiza de esparto con la firme creencia de que podría ahuyentar las tormentas. Años después se convirtió en tradición subir cada año y en el día de La Cruz hasta el Cerro La Harina para comer, bailar y festejar este día, coincidiendo con la romería de La Virgen de La cabeza en Andújar (Jaén).
Tras la visita a la torre y al cerro de la cruz descenderemos hasta retomar el SENDERO DE LA HARINA, que serpenteante desciende hasta casi llegar a la carretera JA- 4305. Junto a la carretera tomaremos carriles que discurren entre olivares. Llegaremos a una pista forestal que nos introduce en el pinar y que nos conduce rápidamente al Puente Palomillas punto de inicio y final de esta interesantísima y recomendable ruta.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:
Iniciaremos esta ruta en el ÁREA RECREATIVA PUENTE PALOMILLAS, a una distancia de 7 Km de Alcaudete. Equipamiento situado junto a la orilla derecha del río San Juan y rodeado de campos de olivos.
Dispone de aparcamiento, de 18 mesas, dos de ellas para personas con movilidad reducida, barbacoas, fuentes de agua potable y vallado perimetral. El río San Juan es el motor y encargado de proporcionar vida a la zona, denominada “paraje del Río San Juan” ocupando un lugar privilegiado en el que se encuentra el puente palomillas, siendo este uno de los pasatiempos preferidos para muchas familias. Lugar de ocio, deleite de la naturaleza y encuentro de familiares y amigos. En el río se puede practicar, en temporada, la pesca del trucha y del barbo además de natación. A esta zona se puede acceder por la carretera comarcal JV-2236 de Sabariego a la Rábita, en su cruce con la carretera N-432 Granada- Badajoz.
Junto a esta área recreativa discurre, mansamente y camuflado en un precioso bosque de ribera, el RÍO SAN JUAN. Este nace en el término municipal de Castillo de Locubín, en la Sierra Sur de Jaén, aunque su nacimiento no está muy claro, parece que nace en los Montes Gracia y Cerro Marroquí, cerca de Valdepeñas de Jaén. Entra en el término de Alcaudete por la zona de Alcalá la Real y forma límite con Priego de Córdoba hasta cerca del puente Baena, donde se le une el río Salado de Priego. A partir de la desembocadura del Salado de Priego se le da el nombre de río Guadajoz. Al igual que el vecino río Víboras, este sufre el estiaje, pero con menor intensidad que el anterior, ya que no llega a secarse. Su longitud hasta el puente Baena es de 36,6 km. Tiene como afluente al río Almedinilla.
Junto a la FUENTE DE PALOMILLAS, creada por el antiguo ICONA y dotada de varias pilas de piedra dispuestas en forma semicircular, que en esta ocasión estaba seca, tomaremos el CAMINO CERRO DE LA MAJADA; una amplia pista que asciende cómodamente sumergida en un bonito pinar. Tras dejar a la derecha el Cerro de la Majada pasaremos junto a la linde de un olivar hasta llegar a un collado donde la pista desciende suavemente conduciéndonos al CORTIJO LA TORREZNA, con tres viviendas anexas y un bonito emparrado en la puerta pero que tristemente se encuentran en estado semirruinoso.
Algo después enlazaremos con el CAMINO DE LAS CABRERAS y lo tomaremos a la derecha en ascenso para llegar al CORTIJO DE LAS CABRERAS. Seguidamente, al llegar a HOYA DE MONTES, una gran explanada cultivada de olivos, nos desviaremos a la izquierda, sin sendero, por el propio olivar para atajar antes de tomar el precioso CAMINO DEL CERRO CANILES; que se introduce en el bosque que cubre la ladera sur del Cerro Caniles con unos grandes y llamativos muros construidos con el arte de piedra seca. Cómodamente ascenderemos por el serpenteante sendero que discurre por un frondoso pinar de reforestación. Seguidamente el sendero pasa a la ladera desde la que tendremos unas estupendas panorámicas de la Sierra Ahillos.
Un corto ascenso más y ya vemos nuestro próximo punto relevante de la ruta al cual nos dirigimos; la TORRE DE CANILES. Se encuentra en la llamada Sierra de Caniles. Es una atalaya o torre de planta circular, y de estructura cilíndrica de la Baja Edad Media, que fue reutilizada como torre de vigilancia forestal; para ello ha sufrido una reforma importante, de manera que los restos originales sólo alcanzan 4,50 m. Estructura cilíndrica recta de 3,81 m. de diámetro con base escalonada hasta los 2,40 m. El interior de la base ha sido perforado para crear una estancia. La parte original fue realizada en sillarejo y en la reforma se ha completado con mampostería; así mismo se le ha dotado de una escalera espiral ascendente de hormigón, adosada al exterior, para acceder a la sala superior. Se encuentra a 738 m. de altura. Declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento (código: 230030014). En su azotea se encuentra el Vértice geodésico de Caniles. Esta torre formaba parte del sistema defensivo y de vigilancia del Castillo de Alcaudete y por tanto tiene contacto visual con el Castillo de Alcaudete, el Torreón del Moro, el Torreón de la Harina, el Torreón de Encina Hermosa.
En la primera época del período nazarí, se establecen una serie de alineaciones de comunicación entre las plazas fronterizas y las poblaciones más importantes del reino. Entre éstas se encontraba Alcalá la Real que en un principio recibiría comunicación desde las torres situadas en la frontera cercana a Arenas, Locubín y Alcaudete por el N y a Luque, Carcabuey, Rute e Iznájar por el O. Así mismo, sería emisora de avisos a los grandes núcleos situados al S y E de su fortaleza, como Loja, Alhama, Granada y Guadix, siendo éstas últimas alineaciones las que con mayor amplitud vamos a tratar de estudiar en el presente trabajo.
La Torre de Caniles, también conocida como la del Ajo, corresponde a las Atalayas catalogadas como de comunicación, y no como defensiva. Las atalayas tenían una guardia permanente de dos o tres hombres. La entrada de tropas enemigas se iba comunicando entres las atalayas mediante señales luminosas. En las azoteas de estas atalayas se quemaba esparto verde o mojado, que producía mucho humo, cuando era de día y esparto seco, que producía mucha luz de llama, cuando era de noche; de tal forma que pudieran ser visibles desde atalayas cercanas o castillos defensivos; para que estos últimos empezaran a preparar sus tropas con antelación. Desde cada una de estas atalayas se divisaban varias de la misma línea defensiva, por lo que al perder alguna de ellas, esta no inutilizaba el sistema de aviso, ya que la más cercana daba la señal de alarma y la que había sido conquistada servía como indicación de donde se estaba produciendo la entrada de las tropas enemigas.
En el techo de la Torre de Caniles se sitúa el vértice geodésico, al que accederemos por una trampilla subiendo por unos peldaños metálicos. Las vistas desde aquí son impresionantes, la Sierra Ahillo y Alcaudete con su castillo hacia el norte, El Valle del Río San Juan y las altas cumbres de la Sierra Sur de Jaén donde destacan La Pandera, La Morenilla, Sabariego, La Rábita y la Sierra de San Pedro con el Buitrón como máxima cota, las Sierras Subbéticas con la Sierra Horconera y La Tiñosa como cima de máxima altitud de esta sierra y de la provincia de Córdoba.
Tras disfrutar de las panorámicas desde la Torre de Caniles descenderemos por el pintoresco sendero que hay tras la torre. Este discurre por la umbría del Cerro Caniles y hace que el frondoso bosque y los ciclópeos muros del sendero estén llenos de líquenes y musgos. Después de pasar por las RUINAS DEL CORTIJO DANIEL GARCÍA enlazaremos con el camino de ida hasta llegar a la Hoya de Montes.
Seguidamente proseguiremos por el CAMINO DE LAS CABRERAS que va en paralelo al BARRANCO DE LAS CABRERAS. En las proximidades de Sabariego, mientras descendemos, veremos al otro lado del rio el Molino Malagón un antiguo molino de pan que hoy funciona como alojamiento rural. Pasaremos por el CORTIJO DE LOS HILARIOS y continuaremos el descenso hasta llegar al cauce del RÍO SAN JUAN. Tras cruzar este río por un puente decidimos hacer una parada en el frescor que produce sus aguas para tomarnos el bocata. Muy cerca se encuentran los restos del MOLINO FUNES (molino de aceite y harina).
Continuaremos ascendiendo junto al Río San Juan por el paraje conocido como Los Charconales; que son una serie de pozas y pequeñas cascadas del río San Juan, que nace a pocos kilómetros de aquí, cuando se encajona en este barranco plagado de signos del aprovechamiento de la fuerza del agua como restos de molinos y acequias de obra. En la actualidad es un lugar de baño durante el periodo estival para, principalmente, los habitantes de la cercana aldea de Sabariego.
El mejor acceso es desde esta aldea a través de un carril de tierra hasta que el encajonamiento obliga a adentrarse a pie paralelo al cauce a través de una vereda y con mucha precaución vadearemos el río saltando de piedra en piedra sobre la misma cascada. Totalmente desaconsejable con un caudal abundante. Quienes se han atrevido a sumergirse en las profundidades de la gran charca, han descubierto una pequeña cueva en el interior. Este tramo del río san Juan transcurre por estratos calizos verticalizados del Jurásico.
Una vez al otro lado ascenderemos la pendiente de la ladera sin sendero y trepando entre las rocas hasta retomar una vereda que discurre paralela al cauce del río. Algo después descenderemos hasta el cauce donde encontraremos los restos de los arranques de un PUENTE MEDIEVAL el PUENTE TALEGAS.
Tras cruzar el río ascenderemos sin sendero y por donde mejor consideremos hasta las ruinas del MOLINO LAS COLMENAS, molino de aceite con potentes contrafuertes. Desde la puerta del molino tomaremos el viejo camino que accedía a él y por el que comenzamos a subir, para a los pocos metros abandonarlo y afrontar la ladera frontalmente por las bravas para alcanzar la linde del pinar y seguir la cresta oeste del Cerro de la Harina, arista rocosa por la que ganaremos altura a la vez que poco a poco se va definiendo claramente un sendero que más adelante comienza a mostrar buenos muros de piedra seca denotando cierta solera.
Seguimos por la CRESTA DEL CERRO DE LA HARINA, que se le conoce así por ser el trayecto más corto hasta los antiguos molinos de harina que se encontraban a orillas del río San Juan. Nos tendremos que desviar de este sendero para, siguiendo nuevamente la arista del cerro por el borde del pinar hasta llegar a su punto más alto donde se erige majestuosa la TORRE DE LA HARINA (749 msnm). Es una atalaya musulmana de la Baja Edad Media de cuerpo cilíndrico recto de 4,45 m. de diámetro que ha perdido la mitad Sur. Su máxima altura no alcanza los 5 m. Se conserva la ventana-puerta íntegra en el resto del muro. Declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento (código: 230030012). Durante el reinado de Al-Ándalus servía como torre de defensa y vigilancia, dada su posición estratégica. De este modo, se haya además posicionada en una situación que le permitía comunicarse con señales luminosas o de humo con otras torres cercanas existentes en la zona. Debe su nombre actual a la proximidad de un molino de harina que existía por la zona. La sala superior tenía un diámetro de 2,45 m. a una altura de 4,60 m. y estaba cubierta por una cúpula de la que quedan algunos restos del arranque. Se conserva la ventana-puerta íntegra en el resto del muro. Aparecen los huecos de mechinales muy marcados incluso con restos de madera de los andamios para su construcción
Esta torre también es conocida como el Balcón de Sabariego, por las imponentes vistas que sobre la aldea se obtienen desde este punto.
Unos metros más abajo de la torre, hacia el norte, sobre unos escarpes rocosos, podemos apreciar la Cruz de la Harina, cruz de hierro que suele tener flores artificiales junto a ella y cuyo origen se remonta a comienzos del siglo XX cuando un mozo del Pueblo, Juanillo “El Liebro” colocó esta modesta cruz ayudado por una tomiza de esparto con la firme creencia de que podría ahuyentar las tormentas. Años después se convirtió en tradición subir cada año y en el día de La Cruz hasta el Cerro La Harina para comer, bailar y festejar este día, coincidiendo con la romería de La Virgen de La cabeza en Andújar (Jaén).
Tras la visita a la torre y al cerro de la cruz descenderemos hasta retomar el SENDERO DE LA HARINA, que serpenteante desciende hasta casi llegar a la carretera JA- 4305. Junto a la carretera tomaremos carriles que discurren entre olivares. Llegaremos a una pista forestal que nos introduce en el pinar y que nos conduce rápidamente al Puente Palomillas punto de inicio y final de esta interesantísima y recomendable ruta.
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Easy to follow
Scenery
Difficult
La ruta es preciosa pero a partir de que se cruza la cascada, los caminos no están definidos y hay una ascensión algo peligrosa si no se está preparado.