Tour del Aneto. Etapa 2: Hospice de France-Hospital de Benasque.

El Tour del Aneto es una bonita y dura travesía de seis días en el corazón del Pirineo que rodea el Macizo de la Maladeta, atravesando el Parque Natural Posets-Maladeta, en sentido contrario a las agujas del reloj. Durante el recorrido atravesamos cinco valles pirenaicos (Benasque, Castanesa, Barravés, Valle de Arán y valle de Luchón) y ascenderemos a seis collados de montaña (Collado del Infierno de 2397 m, el collado de la Monjóia de 2065 m, el Portillón de Benasque de 2444 m, el collado de Basibé de 2272 m, el collado de Salinas de 2183 m y el Puerto de Viella de 2445 m). También pasaremos por la cima del Cornadelo de 2434 m. Todo ello confiere a la travesía un punto de dureza extra (+ 6722 m y - 6935 m), pero, en contrapartida, tenemos garantizado el disfrute de grandes paisajes entre los que destaca la visión del Aneto (al que se puede ascender sumando una etapa más), así como la espectacularidad de los valles que ascendemos y descendemos durante el recorrido.
Este track se corresponde con la segunda etapa de la travesía que partiendo desde el Hospice de France, nos llevará a través del Portillón de Benasque hasta el valle de Benasque, concretamente al Hospital de Benasque. Se trata de una ruta dura hasta la subida al Portillón por la larga pendiente, pero que es más llevadera de lo que pudiera parecer en un principio debido al zigzagueante trazado de la senda, que suaviza la pendiente y nos permite obtener espectaculares vistas del camino que llevamos recorrido y del que nos falta todavía por recorrer. En este primer tramo de subida la señal del GPS no era buena y realizó unos trazos irregulares pero que no afectan para nada al seguimiento de la ruta, ya que la senda está clara y no admite otras posibilidades. La senda de subida no tiene desperdicio. Es bonita y espectacular. Antes de llegar al Portillón, pasamos por el Refugio de Benasque, situado en una zona de lagos que embellece el paisaje e invita a descansar y disfrutar de las vistas. Desde aquí podemos subir opcionalmente al pico Salvaguardia ya que lo tenemos relativamente cerca. Depende de las ganas, el tiempo y las fuerzas de cada uno. Nosotros seguimos hacia el Portillón, un poco más arriba. Las últimas trazadas de subida son espectaculares y dan paso al collado con unas vistas grandiosas hacia la otra parte que impactan visualmente ya que nos topamos de frente con el señor del Pirineo: el Aneto. Preciosa vista desde el Portillón que nos resarce de la dureza de la subida. Ahora nos quedan unos cuatro kilómetros de bajada, salvando también un buen desnivel que nos dejarán en el complejo turístico del Hospital de Benasque, ya en tierras aragonesas, que supone el fin de nuestra segunda etapa.
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