Travesía a las lagunas del Río Veleta, Rio Seco y Valdeinfiernos (Sierra Nevada)

Amplio trazado que nos permite enlazar parajes y lagunas que rodean al macizo del pico Veleta, recorriendo las cabeceras de los barrancos y circos glaciares de los ríos Monachil, Dílar, Veleta, Seco, Valdeinfierno, Guarnón y San Juan, todo ello partiendo desde el aparcamiento de la Hoya de la Mora.

***La DIFICULTAD del trazado radica en la elección de las veredas, el ascenso al Púlpito, Puntal de Terreras Azules y el chorrero de Río Seco, así como el conocido avance por el terreno descompuesto que domina la sierra en fechas estivales. A ello habrá que sumarle la distancia y desnivel acumulado atendiendo a la cota en la que nos movemos en la mayor parte del recorrido.. ***

Atendiendo al reparto de lagunas que encontraremos al paso, y que serán nuestra guía de ruta, iniciamos la cuenta junto a la Laguna de las Yeguas y los Lagunillos de la Virgen tras atravesar las pistas de la Estación de Borreguiles. Ganamos altura hacia el Collado de la Carihuela para adentrarnos por los Vasares del río Veleta de mano de la Laguna de Aguas Verdes y los Lagunillos del Púlpito.

Sumaremos al avance dos de los puntales en la divisoria de aguas de los Raspones de Río Seco, el Púlpito o Morra de los Hoyos del Veleta y el Puntal de Terreras Azules, a medio camino aparecerá en nuestro camino la recóndita Laguna de las Cabras o de la Morra.
Cambiamos de rumbo hacia el ascenso de la cuenca de Río Seco, anotando su chorrera y lagunas antes de sobrepasar la espina dorsal nevadense sobre los Crestones de Río Seco.

Imponente descenso para enlazar el Mirador del Padre Ferrer con Laguna Larga y su gregaria, la Laguna Gabata. Cerramos la traza sobre el vasar y Lagunillo de Valdeinfiernos, sobrepasando el Collado de Veta Grande y recorriendo los bajos del Corral del Veleta a medio camino de las Trancadas del Guarnón.
Completamos un último ascenso por el Veredón Inferior y finalizamos con el sosegado descenso por los nacimientos del Barranco de San Juan hasta nuestro punto de partida en la Hoya de la Mora.

Inicio habitual junto al aparcamiento de la Hoya de la Mora, y aunque nuestro nuestro primer rumbo lo marcamos hacia el Collado de la Carihuela, esta vez alteramos nuestro ascenso natural por la variante de ascenso por los Lagunillos de la Virgen.
De sobras conocido por todo aquel que se aventura hacia el deshielo en la cabecera del Dílar, pasaremos fugazmente por las pistas suaves de la Estación de Borreguiles y la Laguna de las Yeguas. Tras un corto receso junto a los Lagunillos de la Virgen atacamos de lleno el fuerte ascenso por la vereda que nos deja, ahora si, sobre el Collado de la Carihuela, abriendo las vistas a las altas cumbres de la sierra y a buena parte del recorrido que tenemos por delante.

A nuestros pies el primer objetivo, la Laguna de Aguas Verdes. Tras aproximarnos atrochando los quiebros de la pista hacia la Caldera, será en un giro a izquierdas donde nos deslizaremos por la senda que nos baja hasta la laguna. Frente a nosotros, el inmenso circo glaciar del río Veleta nos roba la visual, buscando ahora nuestro camino por los vasares hasta merodear por las inmediaciones de los Lagunillos del Púlpito.
Ya nos movemos a faldas de las estribaciones de los Raspones de Río Seco, sumando una pequeña variante en la marcha para ascender a la atalaya del Púlpito, quizás el mejor punto de vista de todo el curso alto del río Veleta.

Retomamos el rumbo en descenso junto a la Laguna de las Cabras y estiramos la marcha hacia el collado de paso entre los Raspones y Terreras Azules. Desde aquí, otra nueva traza de ida y vuelta nos llevará a recorrer la pintoresca arista que nos separa del Puntal de Terreras Azules.

Tras la divisoria de aguas iniciamos el ascenso por la Cuenca de Río Seco, pisando su marcada senda en estos primero metros. De seguir la senda conseguimos igualmente el paso junto a sus lagunas, pero esta vez dotaremos a la traza con un ascenso mucho más adornado por su chorrero y desagües. Una pequeña trepada nos ayudará a sobrepasar la trancada que nos separa de su cabecera, siempre vigilados por la magnífica arista de los Raspones.

Adivinamos al fin sus lagunas de cabecera, ya a escasos metros de la pista de la Carihuela, posible vía de escape o recorte a estas alturas de la jornada. Pero el día y las fuerzas acompañan, así que continuamos decididos con nuestro vuelco hacia la cabecera del Barranco de Valdeinfierno.

Tras sobrepasar el collado de los Crestones y desquitarnos el estilizado vasar hacia el Mirador del Padre Ferrer, no tardamos en descontar el descenso hacia Laguna Larga. Cambiamos ahora totalmente la visual de la sierra, dominada ya por las verticales caras nortes de los colosos y sus amplios barrancos.

Aún tenemos por delante un cierre de trazado exigente, sumando el terreno recorrido hasta el momento y donde tendremos que tener en cuenta las horas de luz de las que disponemos para la marcha.
Iremos dejando atrás a Laguna Larga y Laguna Gabata a medida que recorremos la falda de los Crestones hacia la Laguna de Valdeinfierno, al frente parece cortarnos el paso el muro de la arista de los Machos. Será la desafiante vereda que ataja Veta Grande la que nos lleve por sus desmoronados y acusados flancos hacia la cabecera del Guarnón.

Cuando la maltrecha vereda toca fondo en los borreguiles del Guarnón, a medio camino entre el Corral del Veleta y las Trancadas, tendremos que marcar nuestro objetivo en la pared de los Tajos del Campanario, en particular en su base y punto donde entraremos al ascenso por el Veredón Inferior.

Entretenido ascenso aferrados al tajo por la repisa que nos hace de camino. Una vez tocamos la arista de tajo adivinamos al fin nuestros metros finales. Nos resta el agradable paseo por la hoya de cabecera del Barranco de San Juan y Cauchiles, dando por finalizada la marcha de vuelta a la Hoya de la Mora.

Nos vemos en las montañas.

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