Travesía arroyo de Juan Vela, Algibe y La Sauceda (Los Alcornocales)

 Travesía lineal que nos llevará a la cota más elevada del Parque Natural de los Alcornocales, partiendo del Área Recreativa del Picacho y finalizando el recorrido en el aparcamiento de La Sauceda.
 Como aliciente, para el ascenso, dejaremos de lado el sendero balizado de ascenso al Picacho y remontaremos la sierra junto al arroyo de Juan Vela, elevando si cabe las expectativas de la exuberante naturaleza de estos pequeños canutos.

 Como es lógico, para esta travesía será necesario el uso de dos vehículos, además de SOLICITAR EL PERMISO correspondiente para la travesía Picacho-Algibe-Sauceda en la Oficina del Parque con unos 15 días de antelación.

 Para el punto de partida nos decantamos por el Área Recreativa del Picacho, en la carretera de Alcalá de los Gazules al Puerto de Gáliz, quedando el punto final del recorrido en La Sauceda, entre el Puerto de Gáliz y Jimena de la Frontera.

(Sendero hacia la Laguna del Picacho)

 Un panel informativo nos da acceso a la senda que nos llevará a la Laguna del Picacho, hoy a rebosar debido las últimas lluvias. Al frente, la cara sur del Picacho, al que hoy iremos dejando de lado en el ascenso.
Por ahora seguimos avanzando por el sendero balizado, pasando junto a la calera y el desvío a la garganta de Puerto oscuro, llevándonos cómodamente hasta el pequeño puente que cruza el arroyo.

(Laguna del Picacho)

 Tendremos que desandar unos pasos junto a la valla hasta el punto donde abandonamos la senda y seguimos paralelos al vallado.
Aunque ahora no tenemos senda definida, el avance es claro pegados a la valla, en suave ascenso. El cercado vira a la derecha y buscamos el saltado/cancela que nos permitirá sobrepasarla sin complicaciones y seguir avanzando por una rodada.

(Hacia el arroyo de Juan Vela)

 Nuestra vereda pasa junto a unas colmenas y unos pequeños corrales para terminar sobre la pista asfaltada de la sierra. Cruzamos y continuamos entre alcornoques por la vereda que nos irá acercando a la garganta del arroyo de Juan Vela.

(Alcornocal hacia el arroyo de Juan Vela)

 Sobrepasamos el escueto cauce del arroyo, y con la idea original de remontar la sierra por la loma divisoria de barrancos, avanzamos unos metros por la senda que se aparta un poco del cauce.
Pero pronto vemos que el avance junto al arroyo se prevé accesible, abandonamos la senda y nos situamos paralelos al arroyo, al que acompañaremos en ascenso en buena parte de la subida.

(Canuto del arroyo de Juan Vela)

 Cuando el terreno nos lo permite, nos dejamos caer a los continuos saltos de aguas del animado cauce, inmersos en el verdor del musgo a la umbría de la garganta.
Por momentos intuimos una senda que nos ayudará en la elección del camino.

(Arroyo de Juan Vela)

 Rodeados por la magnífica estampa que nos ofrece el pequeño canuto, abocamos a una pequeña junta de arroyos. A partir de aquí nos decantamos por la pequeña senda que asciende por la derecha del cauce según la marcha.

(Arroyo de Juan Vela)

 El sendero se hace cada vez más claro, siempre paralelo al cauce del arroyo, que pronto tocará su fin en el su nacimiento.
Ya en la cabecera del arroyo, tendremos que abandonarlo y enlazar con la vereda sobre la loma del Algibe. Aquí perderemos cualquier atisbo de pisada y nos tocará dejar atrás unos metros de matorral hasta pisar terreno limpio.

(Cabecera del arroyo de Juan Vela)

 La vereda nos enlazará a su vez con la pista forestal del Algibe, que tomaremos en ascenso y no abandonaremos hasta los mismos pies de la cumbre.
Antes de tocar el vértice, nos acercaremos a la Pilita de la Reina, a la que se asciende con una corta trepada.

(Pilita de la Reina)

 A escasos metros nos espera la base del vértice geodésico del Algibe, ya que el monolito descansa a los pies de la roca cimera, y rozando los 1.000m de altitud, se constituye como la máxima cota del parque.

(Algibe)

 Abandonamos la cumbre y nos empleamos en el descenso hacia La Sauceda, esta vez, por el sendero balizado de ascenso al Algibe desde la Ermita. Para ello tendremos que ir tomando algunos desvíos, siempre en descenso, dejando atrás terreno abierto y adentrándonos en los alcornocales de la vertiente norte.

(Alcornocal hacia La Sauceda)

 Nuestro camino avanza en descenso, a veces acusado, y entre las correntías que se van descolgando a la par de nuestros pasos, convirtiendo la senda en terreno resbaladizo y embarrado.
Así enlazaremos de nuevo con otra pista foresta, esta vez, la que cruza la sierra por esta vertiente. En esta ocasión la tomamos a la derecha unos cientos de metros hasta la entrada a la senda de la Garganta de Pasadallana, a la altura de un pequeño algibe de hormigón.
 Abandonamos el carril y descendemos por la senda hacia La Sauceda.
Sendero muy bien definido y cómodo, que en algunos momentos nos permite acercarnos al cauce del arroyo y disfrutar de sus saltos de agua.

(Garganta de Pasadallana)

 Pronto nos acercamos a las inmediaciones de La Sauceda, de nuevo, sobre otro carril de tierra. Una cancela nos permite al acceso al complejo de Refugios de La Sauceda.
 Con tiempo de margen, nos decidimos a visitar la Laguna del Moral en un tramo lineal de ida y vuelta, gran parte de él sobre la pista forestal que pisamos.
Estaremos pendientes, en un giro a la derecha, donde parte el corto sendero que nos acerca a la Laguna del Moral, que una visitada, la vuelta nos obliga a desandar nuestros pasos.

(Laguna del Moral)

 De vuelta por la pista forestal accedemos al recinto de La Sauceda, con los restos de su Ermita como epicentro.

(Ermita de La Sauceda)

 Cruzamos por el complejo de refugios, junto a los restos de la ermita y continuamos siguiendo las indicaciones hacia la Recepción del complejo.
Iremos dejando atrás la multitud de refugios que se sitúan junto al arroyo y alcanzaremos el fin de ruto en la Recepción y aparcamiento de La Sauceda.

(Arroyo de Pasadallana a su paso por La Sauceda)

 Ya sólo nos queda cerrar la jornada con la combinación de vehículos prevista al inicio del recorrido.

Nos vemos en las montañas.