Travesía: Buelna -Playa Cobijero -Pendueles -Bufones de Arenillas -Andrín -Mirador de la Boriza -San Roque de Acebal

La ruta da comienzo en el pueblo llanisco de Buelna, callejeamos por el, en busca de las vías del tren, que cruzamos por un puente dirigiéndonos hacia el E., para acercarnos al complejo de Cobijeru, formado por la playa interior de Las Acacias y la cueva de Cobijeru. Cruzando por prados y una pequeña zona boscosa, vadeamos una riega junto a la cueva de los Ijancanos que dejaremos a la izquierda, enseguida salimos al espacio abierto donde se asienta la playa de Cobijeru o Las Acacias. La bordearemos por la derecha siguiendo una senda, y a los pocos metros topamos con la cueva de Cobijeru. El caminante que se aventure a explorar esta corta galería, no quedara defraudado, saldrá de vuelta a la superficie con una grata satisfacción, dada su belleza. Consta de unos (8 metros±) iniciales en bajada, luego continua en llano, donde tendremos que agachar un poco la cabeza, gira levemente a la derecha y salimos a una cámara, que cuenta con estalactitas y estalagmitas. La cruzaremos ya erguidos, y con un leve giro a la izquierda nos asomamos al litoral, a través de una apertura y un ventanal para presenciar el encuentro del final de la gruta y el Cantábrico ¡Genial!. Un trayecto de unos (120 metros ±), ida y vuelta (imprescindible llevar linterna o similar). Una vez en la superficie seguimos hacia el (Monumento Natural) del Salto del Caballo o Puente Caballo, lo cruzamos para dirigirnos hacia la playa de la Presa o del Molín, llamada así al encontrarse en la base de entrada las ruinas de un antiguo Molino de Mareas. Retornamos acercanos a las vías, para seguir por una pista paralela hasta encontrarnos con la playa de Buelna. Por una pista cómoda de caminar, nos alejamos del litoral momentáneamente llegando a Pendueles, que cruzamos de E. a O. Siempre con el mismo rumbo nuestra próxima parada es la playa de Vidiago, antes cruzamos el río Novales por una pasarela, para bordear la parte inferior del camping La Paz por donde discurre el río que vierte sus aguas en la playa de Vidiago. Seguimos camino separándonos durante un corto trayecto de la costa, giraremos a nuestra derecha rumbo N., para acercarnos de nuevo a la linea costera y llega a los Bufones de Arenillas, sistema Kárstico formado por varias oquedades verticales comunicadas subterráneamente con el mar, y por las que, con marea alta y mar agitada, sale una mezcla de aire y agua a presión, alcanzando en ocasiones una altura considerable. Una vez dejados atrás los bufones, cruzamos el río Purón por un puente/pasarela para acercarnos al pueblo de Andrín, que atravesamos de S. a N., hasta la iglesia de Andrín y las antiguas escuelas donde cogemos el ramal de la derecha al E. Pasaremos a la vera del cementerio hacia la playa de Andrín, en un recorrido de poco más de un kilometro. Volvemos sobre nuestros pasos hasta un cruce donde seguiremos por un calellón secundario, que en suave subida pasa por la parte alta del cementerio y sale junto a unas casas. Con un giro brusco a la derecha, el antiguo camino remonta bordeando una finca hasta que entronca con la carretera LLN-2 que sube hacia Cué y Llanes. Iremos paralelos a ella usando la senda habilitada para el peatón hasta el Mirador de la Boriza, desde el que obtendremos una excelentes vistas de las playas de Ballota y de Andrín a nuestros pies, y al O., el pueblo de Llanes. Volvemos sobre nuestros pasos siguiendo la LLN-2, todo en descenso hasta el Mirador del Cuera, donde la abandonaremos justo donde esta el panel informativo, dirección a San Roque de Aceval para finalizar en frente de la gasolinera. En este lugar nos recoge el autobús.

NOTA de AVISO: El Track aquí descrito y la información que el autor aporta, son apreciaciones personales, orientativas y sin animo de lucro. Las condiciones climatológicas, lo cambiante del medio así, como el estado físico y técnico de cada persona o grupo de personas que realicen esta actividad, puede variar o no coincidir. Por ello, el autor queda excluido de responsabilidad alguna, ante cualquier percance acaecido a quien por voluntad propia o inducida realice esta actividad.