Travesía Campo del Espino-Los Centenares desde Pontones (Sierra de Segura)
near Pontón Alto, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Gran recorrido de dos días por esta Sierra de Segura, a lo largo del cual se puede disfrutar tanto de los campos de Hernán Perea como de los preciosos valles al pie de las alturas de la Sierra de Segura que caen con verticalidad hacia la cuenca del Guadalquivir. Todo el recorrido es por camino o senda, salvo un pequeño tramo al final, a la altura del km 27, que explico más abajo y que puede evitarse.
Partiendo de Pontón Alto, seguimos el curso del río Segura aguas arriba pasando por varios caseríos hasta su nacimiento, no demasiado suntuoso pero sí bastante bonito, una piscina natural de aguas azules y verdosas que salen de una cueva subterránea, y en cuyo entorno hay una pequeña área recreativa. Luego tomamos el camino del mirador de Juan León (Derivación 6 del GR-247 "Bosques del Sur"), paseando por lo alto de la sierra con vistas al pinar del Risco: una maravilla de pinos los de estos lares. Las vistas desde el mirador son grandiosas, todo el valle del Guadalquivir con el fondo de la Sierra de las Villas, y más en primer plano todo el valle de los pueblos abandonados que recorreremos al día siguiente de regreso. Unos pocos kilómetros más adelante, abandonando el camino principal para tomar otro menos marcado por la izquierda pero que nos llevará a destino con menos desnivel y por un trazado más corto, llegamos al refugio del Campo del Espino, donde hice noche. El refugio está bastante bien, tiene capacidad para nueve personas y cuenta con agua en su interior, no sé si potable, con un grifo digno de la casa de la pradera que extrae el agua de un pozo o depósito, todo un lujo; aunque una pasada de escoba tampoco le vendría mal, lástima que no hubiera material para dársela. Este primer tramo de ruta, de algo más de 13 km, puede hacerse en una tarde saliendo pronto de Pontones después de comer.
Al día siguiente, paseo temprano por los campos de Hernán Perea, con ganas de subir a las Banderillas, pero al aproximarme giré por el Morro del Cagasebo descendiendo por senda y luego por camino ya constantemente hasta las Huelgas, es decir desde el punto más alto hasta el más bajo del recorrido, pasando por los pueblos y cortijos abandonados de esta sierra, entre los que destacan la Hoya de Albardía, los Centenares y el Miravete. Por la parte derecha vamos acompañados todo el tiempo por las paredes que caen en picado desde la parte alta de la sierra recorrida en la tarde del día anterior. Poco antes del desvío hacia la Hoya de la Albardía, a la que no bajé por falta de tiempo, hay unos tornajos cuya agua por lo visto no se agota en todo el año, al igual que ocurre con la fuente del pueblo abandonado de Los Centenares, más adelante, que es un punto muy destacado que reseñar en esta ruta: el emplazamiento el pueblo sobre una pequeña meseta destaca muy pintorescamente en medio del valle; sus casas ruinosas no han quedado deshabitadas, pues en ellas siguen viviendo gamos y jabalies y doy testimonio de ello; y es de agradecer muy especialmente la casa de los "correos", de la familia Guijarro, que según el cartel allí expuesto no fue expropiada y sigue siendo conservada por sus propietarios, que amablemente invitan al visitante a pasar el cercado y sentarse bajo una amena sombra a una mesa de madera junto al caño de la fuente y un pequeño huerto donde había plantadas unas tomateras. Un auténtico oasis.
Algo más abajo están los cortijos de Cayetano y del Miravete, también abandonados, como las Canalejas y todos los demás enclaves humanos de estos contornos. A la altura de estos cortijos el arroyo de los Centenares llevaba ya un mediano caudal, que poco más abajo se despeñaba en cascada por el Barranco del Lobo, junto al que hay senda que lo atraviesa, sin que sea necesario dar vuelta y subir la fuerte pendiente por el cortijo del Miravete para sortear este estrechamiento del valle.
Pasado este punto, el siguiente ensanchamiento del valle, muy cercano, es una maravilla, una zona a la que creo que se refieren como las Huelgas: huelga, aparte de parada en el trabajo como protesta, significa también "terreno de cultivo especialmente fértil". Hay allí un par de casas abandonadas y es donde el arroyo de las Espumaderas confluye con el de los Centenares en medio de unas choperas y de un verdor de ensueño. ,
A partir de este momento comienza la remontada: hay que salir del valle y llegar hasta los 1.400 m de altura de Pontones. Y justo aquí fue donde, por querer buscar el sendero marcado en el mapa ráster, que resultó no existir, subí una fuerte pendiente monte a través, cuando por lo visto a pocos metros de distancia, en paralelo, pero por la otra vertiente del valle por el que se asciende, creo que había senda. Así que AVISO en este punto: no hay que seguir el track, sino una senda muy cercana que queda un poco más hacia la izquierda, porque es una pendiente bastante dura para hacerla fuera de senda y acabé exhausto.
Y el resto sin complicaciones: subida por camino hasta Pontón Alto, pasando por los también abandonados cortijos de las Espumaderas de Abajo y de Arriba.
Último aviso: esta ruta es una maravilla.
Distancia recorrida: 33,7 km
Altura Mínima: 1137 m
Altura Máxima: 1742 m
Ganancia Altitud: unos 800 m
Partiendo de Pontón Alto, seguimos el curso del río Segura aguas arriba pasando por varios caseríos hasta su nacimiento, no demasiado suntuoso pero sí bastante bonito, una piscina natural de aguas azules y verdosas que salen de una cueva subterránea, y en cuyo entorno hay una pequeña área recreativa. Luego tomamos el camino del mirador de Juan León (Derivación 6 del GR-247 "Bosques del Sur"), paseando por lo alto de la sierra con vistas al pinar del Risco: una maravilla de pinos los de estos lares. Las vistas desde el mirador son grandiosas, todo el valle del Guadalquivir con el fondo de la Sierra de las Villas, y más en primer plano todo el valle de los pueblos abandonados que recorreremos al día siguiente de regreso. Unos pocos kilómetros más adelante, abandonando el camino principal para tomar otro menos marcado por la izquierda pero que nos llevará a destino con menos desnivel y por un trazado más corto, llegamos al refugio del Campo del Espino, donde hice noche. El refugio está bastante bien, tiene capacidad para nueve personas y cuenta con agua en su interior, no sé si potable, con un grifo digno de la casa de la pradera que extrae el agua de un pozo o depósito, todo un lujo; aunque una pasada de escoba tampoco le vendría mal, lástima que no hubiera material para dársela. Este primer tramo de ruta, de algo más de 13 km, puede hacerse en una tarde saliendo pronto de Pontones después de comer.
Al día siguiente, paseo temprano por los campos de Hernán Perea, con ganas de subir a las Banderillas, pero al aproximarme giré por el Morro del Cagasebo descendiendo por senda y luego por camino ya constantemente hasta las Huelgas, es decir desde el punto más alto hasta el más bajo del recorrido, pasando por los pueblos y cortijos abandonados de esta sierra, entre los que destacan la Hoya de Albardía, los Centenares y el Miravete. Por la parte derecha vamos acompañados todo el tiempo por las paredes que caen en picado desde la parte alta de la sierra recorrida en la tarde del día anterior. Poco antes del desvío hacia la Hoya de la Albardía, a la que no bajé por falta de tiempo, hay unos tornajos cuya agua por lo visto no se agota en todo el año, al igual que ocurre con la fuente del pueblo abandonado de Los Centenares, más adelante, que es un punto muy destacado que reseñar en esta ruta: el emplazamiento el pueblo sobre una pequeña meseta destaca muy pintorescamente en medio del valle; sus casas ruinosas no han quedado deshabitadas, pues en ellas siguen viviendo gamos y jabalies y doy testimonio de ello; y es de agradecer muy especialmente la casa de los "correos", de la familia Guijarro, que según el cartel allí expuesto no fue expropiada y sigue siendo conservada por sus propietarios, que amablemente invitan al visitante a pasar el cercado y sentarse bajo una amena sombra a una mesa de madera junto al caño de la fuente y un pequeño huerto donde había plantadas unas tomateras. Un auténtico oasis.
Algo más abajo están los cortijos de Cayetano y del Miravete, también abandonados, como las Canalejas y todos los demás enclaves humanos de estos contornos. A la altura de estos cortijos el arroyo de los Centenares llevaba ya un mediano caudal, que poco más abajo se despeñaba en cascada por el Barranco del Lobo, junto al que hay senda que lo atraviesa, sin que sea necesario dar vuelta y subir la fuerte pendiente por el cortijo del Miravete para sortear este estrechamiento del valle.
Pasado este punto, el siguiente ensanchamiento del valle, muy cercano, es una maravilla, una zona a la que creo que se refieren como las Huelgas: huelga, aparte de parada en el trabajo como protesta, significa también "terreno de cultivo especialmente fértil". Hay allí un par de casas abandonadas y es donde el arroyo de las Espumaderas confluye con el de los Centenares en medio de unas choperas y de un verdor de ensueño. ,
A partir de este momento comienza la remontada: hay que salir del valle y llegar hasta los 1.400 m de altura de Pontones. Y justo aquí fue donde, por querer buscar el sendero marcado en el mapa ráster, que resultó no existir, subí una fuerte pendiente monte a través, cuando por lo visto a pocos metros de distancia, en paralelo, pero por la otra vertiente del valle por el que se asciende, creo que había senda. Así que AVISO en este punto: no hay que seguir el track, sino una senda muy cercana que queda un poco más hacia la izquierda, porque es una pendiente bastante dura para hacerla fuera de senda y acabé exhausto.
Y el resto sin complicaciones: subida por camino hasta Pontón Alto, pasando por los también abandonados cortijos de las Espumaderas de Abajo y de Arriba.
Último aviso: esta ruta es una maravilla.
Distancia recorrida: 33,7 km
Altura Mínima: 1137 m
Altura Máxima: 1742 m
Ganancia Altitud: unos 800 m
Waypoints
Bridge
3,752 ft
Vado
Intersection
4,100 ft
Camino
Comments (2)
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Buena ruta y zona, me ha servido mucho para hacer una muy parecida, muchísimas gracias como siempre Antonio. Un saludo.
Me alegro mucho de que te sirviera y de que hayas estado por la zona, porque eso quiere decir que has disfrutado de una naturaleza estupenda. Muchas gracias a ti siempre por tu valoración y por ser tan amable. ¡Buena ruta!