Travesía circular Sierra Alhucema y La Tiñosa (Sierras Subbéticas de Córdoba)
near Las Lagunillas, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Para llegar a la zona de aparcamiento del Cortijo Alto de Torres tendremos que recorrer algo más de dos km de carril de tierra desde Las Lagunillas. Llegando desde Rute, en las primeras viviendas del pueblo, parte un carril a nuestra izquierda con un giro de casi 180º, apto para turismos y con la señal que prohíbe el paso a motos y quads no autorizados. No abandonaremos la pista principal, que pasa junto algunas casas rurales, y que sube hasta el mismo cortijo. Unos metros antes, a la izquierda se abre una rodada sin salida que sirve de aparcamiento para los compañeros que realizan el ascenso a La Tiñosa desde este punto. Hay lugar para varios vehículos, así que sin problema.
Nuestra idea era rodear el cerro del espolón sureste de la Sierra de Alhucema para alcanzar el collado de las Chozas para entrar a lo dorsal desde el extremo sur, siendo esta la opción más cómoda. En su lugar decidimos ascender y recorrer la pequeña dorsal del espolón haciendo los dos pequeños morrones, miradores excepcionales de toda la zona de Cañatienda. Hoy, la bruma, no nos dejará ver más allá de las sierras vecinas.
Desde el aparcamiento, dejamos de lado el carril que pasa por el cortijo, que será el camino de vuelta, y comenzamos en ascenso en dirección oeste. Enlazando algunos senderillos de cabras iremos rodeando el pequeño cerro, hasta que alcanzamos la ladera con vistas al barranco y ruinas del cortijo de Fuente de la Higuera. Vemos dibujado el sendero que va dibujando eses para alcanzar el collado de las Chozas, también nuestro punto de destino. Una vez alcanzamos en inicio de la pequeña dorsal que sube al primer morrón, dejamos de pisar el difuso sendero que traemos y comenzamos a avanzar campo a través. Aunque el trazado el subida aparece evidente hasta el primer alto, un pequeño morrón con una cruz que mira a Las Lagunillas. Cercano, al norte, tenemos el otro morrón, atalaya del valle formado por la Tiñosa y Sierra de Alhucema. Enlazamos los dos minúsculos peñones y viramos hacia las proximidades del collado de Las Chozas.
En este tramo dibujaremos un arco, sin apenas ganar ni perder altura, hasta alcanzar las primeras rocas desnudas de la cordal de la sierra. Ahora volvemos a deambular por difusas pisadas, pasamos bajo un pequeño apéndice rocoso y alcanzamos el extremo de la cordal. Aunque nos separan unos metros del collado, nos quedamos en el punto desde donde resulta viable la entrada al ascenso a la cordal. Si bajásemos hasta el collado, tendríamos que volver sobre nuestros pasos hasta este mismo punto.
Y comenzamos el ascenso, a base de trepadas, buscando siempre el punto situado en la arista dentro de lo posible. Durante la trepada vamos buscando los pasos para ascender, algunos escondidos hasta que no estas bajo ellos. Aunque no entraña mucha dificultad, ni encontramos pasos relativamente expuestos, tendremos que trabajar continuamente con las manos sin bajar la mirada para no perder el sentido del ascenso. Así alcanzamos una altura considerable, donde dejamos las trepadas y comenzamos a avanzar por la arista.
Este avance es bastante entretenido, sin pasos comprometidos por ahora, y siempre con opciones de andar dejando la arista de lado. Así alcanzamos un punto alto de la arista, con una panorámica espectacular del tramo que nos queda a continuación, con el primer paso, de los tres, a tener en cuenta en la cresta. Un corto paso sobre una roca lisa, que se pasa sin problema alguno, pero justo lo pasamos nos encontramos un espolón frente a nosotros. Para salvarlo, tenemos que dejarnos caer hacia nuestra derecha unos metros por un pasillo, y volver a ganar la arista con otro corto ascenso.
Ahora seguimos por la afilada arista, en busca del punto alto de Sierra de Alhucema. Algo antes de alcanzarlo nos topamos con el segundo punto a tener en cuenta en la cresta, por lo expuesto que resulta sobrepasarlo por la arista. Nosotros en otra ocasión lo pasamos sentados a horcajadas, salvando así unos tres metros de roca y un pequeño escalón que nos obliga a sentarnos. En esta ocasión hemos buscado un paso alternativo por nuestra izquierda, por la derecha es inviable. Para ello, hacemos un pequeño destrepe hasta un pasillo unos metros bajo la arista, con mucha precaución por los resbaladizo debido a la humedad en esta cara, salvamos el corto tramo y volvemos a ascender a la arista. Desde este lado medimos realmente lo expuesto que queda el paso que hemos dejado de lado. De aquí, en nada, alcanzamos el punto más elevado de la cordal de Sierra de Alhucema, cercano a los 1.500m.
Alcanzado este punto, ahora nos tocará ir descendiendo levemente por la cresta, aunque de momento nos encontramos el tercer y último punto a tener en cuenta. Al igual que el segundo, procedemos de la misma forma, salvándolo por la izquierda, aunque también se puede sobrepasar con una sentada sobre la roca. A partir de aquí la cresta irá perdiendo altura e intensidad, hasta el punto donde nos dejaremos caer unos metros a la izquierda de la arista para avanzar con más comodidad y rapidez, con la idea de no alargar el tiempo empleado en la cresta. Cuando hacemos la transición de roca a terreno firme comenzamos a avanzar por pisadas que se dibujan hacia el último peñón que forma este extremo de la cordal.
La mirada atrás es espectacular, con la silueta de la cresta por donde hemos pasado hace escasos minutos, impactante panorámica que te hace sentir un alivio físico y mental tras el chute de adrenalina. Al frente, volveremos a encontrarnos con la mole de La Tiñosa, próximo destino del día.
Seguiremos por la zona alta, y tras dejar la última prominencia rocosa a nuestra derecha, descenderemos y avanzaremos por la cuerda que sigue por Sierra Alhucema. El plan es seguir hasta situarnos frente a la Tiñosa y sobre el Puerto Mahina, lugar de encuentro de senderos y punto de partida del ascenso a al vértice. Avanzamos sin sendero, terreno algo incómodo, pero se convierte en un paseo con vistas. Cuando el terreno nos obliga a descender, aparece abajo a nuestra derecha el puerto, así que iremos describiendo el descenso directo por la ladera, que aunque parece incómodo, rápidamente nos deja en el collado que separa las sierras.
Para realizar el ascenso al pico, optamos por el apéndice del sendero "oficial" de subida, pasando por la Cueva del Morrión. Sendero sin muchas complicaciones, muy definido, con un fuerte ascenso en la primera parta hasta la cueva, pero que luego se suaviza en la zona alta de la sierra. En poco más de una hora, a un ritmo tranquilo y tras visitar la cueva, alcanzamos el vértice. Hoy las vistas lejanas se difuminan con la bruma. Parada técnica como suele ser habitual en los vértices y comenzamos a cerrar la circular.
La bajada del vértice por el mismo sitio hasta Puerto Mahina, desandando el sendero de subida. Aquí tenemos dos senderos de bajada, ambos se unen poco antes de la Fuente de Cañatienda. Nosotros llegamos al puerto y viramos a la izquierda por el que discurre paralelo a la vaguada del arroyo. Tras unificarse los senderos, pasamos junto a la fuente y cruzamos el cauce seco del pequeño arroyo, junto a las ruinas del Caserío de Cañatienda. Una vez cruzado el arroyo, comenzamos a pisar una rodada, entre dos vallas, que nos dejará junto al Cortijo Alto de Torres. Una vez cruzamos el cortijo seguimos unos metros por la pista hasta el aparcamiento y punto de partida.
Completa ruta montañera para disfrutar de la zona más agreste de esta sierra.
Nos vemos en las montañas.
Waypoints
Punto alto. Primer punto con precaución.
Tenemos a pocos metros un paso por la arista en bajada por una piedra plana de unos 4 m. Una vez la pasamos, tendremos que descender unos metros para encontrar de nuevo la subida a la cresta y salvar el pequeño espolón que nos encontramos.
Segundo paso con precaución. Destrepe por la izquierda.
Primero de los dos pasos más delicados de la cresta. Arista con paso estrecho, mal firme y un pequeño escalón. La hemos pasado a horcajadas sobre la arista en una ocasión, esta vez buscamos una opción por la izquierda, destrepando unos metros encontramos un pasillo que salva este paso y podemos volver de nuevo a la arista de momento.
Punto alto de la cresta. Segundo paso delicado.
Pasado el punto alto de la cresta, en leve descenso. De nuevo tenemos la opción de pasar por la afilada arista. Pasamos a horcajadas en otra ocasión, esta vez volvemos a buscar un paso menos expuesto por la izquierda, con algo más de trabajo que el paso anterior, pero se vuelve a salvar sin problema.
Comments (1)
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Muchas gracias por la detalla descripión de la cresta.