Travesía circular Sierra Crestellina (Paraje Natural de Sierra Crestellina)
near Casares, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Trazado circular que nos permite recorrer íntegramente la dorsal de Paraje Natural de Sierra Crestellina, pisando en travesía sus dos cumbres, el Cerro de las Chapas y el Pico Casares.
En esta ocasión se nos presenta una mañana cerrada de nubes, por lo que decidimos realizar la marcha en sentido inverso al previsto, dejando la parta alta para las horas centrales del día.
El tránsito sobre la sierra, una vez dejamos el Cerro de las Chapas atrás, se realiza sin traza de sendero evidente, por lo que nos dejaremos llevar por el sentido de la marcha siempre sobre la dorsal, dejando la elección de cada paso a gusto de cada uno.
Éste es el único motivo que me llevaría a calificar la ruta como difícil, ya que a quien no conozca la sierra, el mero hecho de seguir el track no conduce sobrellevar la travesía de la forma más cómoda.
Nuestra incursión en la sierra arranca justo pasamos el puente sobre el arroyo del Albarrán a la llegada a Casares, así que dejaremos el coche en la primera zona práctica que encontremos. Una vez estacionamos, volvemos junto a la carretera y nos adentramos por una estrecha rodada marcada como Sendero Local al Refugio.
Pronto vadeamos el arroyo y nuestro camino se transforma en una bonita senda entre pinos. Camino agradable en continuo ascenso que nos deja en las inmediaciones del Refugio de Sierra Crestellina.
Desde el refugio daremos comienzo a una circular estilizada que nos llevará por la sierra, dejando para el cierre el tramo de senda por que llegamos.
En previsión de una mañana nubosa, nos decidimos por recorrer a primera hora la vereda de la sierra, Amplio camino que se define a los pies de la sierra, en su vertiente este, justo cuando tocan tierra las estribaciones de la dorsal. Ganaremos altura suavemente a la vez que nos acercamos a los pinares de la Finca del Duque
Cuando nuestra posición se encuentra en línea al extremo de la sierra, enlazaremos algunas encrucijadas hasta caminar por la vereda, que ahora si, enfila directamente el ascenso al Cerro de las Chapas.
Aquí seguimos teniendo una traza más o menos clara, aunque en los metros finales, ya sobre roca, se abre un abanico de opciones. Nosotros nos decantamos primero por acercarnos hasta el extremo de la dorsal y adivinar las vistas al norte, para luego virar sobre la misma arista y completar la subida al punto más alto del Cerro de las Chapas.
Algunos claros de nubes nos descubre parte del recorrido por la dorsal que nos espera por delante, llegando incluso a definir el vecino Pico Casares, próximo objetivo.
A partir de aquí no veremos marca de senda alguna, pero el avance sobre la sierra siempre resulta evidente, sin abandonar en ningún momento la parte alta.
Iremos superando escollos y matorral, un ir sobre roca, sobrepasando a medio descenso el único punto que podría comprometer el avance. Un pequeño tacón en la arista se interpone a la marcha, y aunque la inercia nos llevaría a pasarlo sobre la rota arista, nos fijaremos bien a nuestra izquierda, justo antes de la vertical caída.
Una corta trepada, sin llegar a ser expuesta, nos permite remontar el escalón y seguir la travesía sobre la dorsal.
Si realizamos el trazado en sentido contrario no parecería tan evidente este paso.
De nuevo con la misma dinámica en nuestro camino, alcanzamos el collado que rompe la dorsal y nos marca el inicio de ascenso al Pico Casares.
Ya con una mejoría notable de la jornada, remontamos la arista norte del pico, bastante llevadera si caminamos sobre su lomo, ganando rápidamente la panorámica completa sobre el Pico Casares.
Retomamos la marcha y por delante nos marca el paso la franja costera y las blancas casas de Casares. A medio camino el pequeño Torcal de la Sierra de la Utrera, en su flanco este, sumido en el valle del río Manilva, los Baños de la Hedionda, paraje singular al que nos acercaremos una ver finalicemos la jornada de campo.
Desde el pico podríamos dibujar un descenso directo hacia el Refugio de Crestellina, pero nosotros ampliaremos algo más el trazado, continuando el descenso sobre la quebrada loma que se descuelga desde el Pico Casares hacia la zona de Cosalba. Aquí seguimos sin traza de sendero alguno, marcando un pequeño llano/redil al final de la loma como punto de referencia, en estos metros resulta incómodo avanzar sobre el terreno.
Alcanzado el pequeño llano, delimitado con un derruido muro de piedras, no nos queda otra que virar la marcha sobre nuestras espaldas, con unos metros de matorral cerrado por delante, hasta enlazar con el sendero balizado que asciende hacia el Mirador de Cosalba.
Modesta atalaya sobre Casares y las tierras que nos separan de la costa.
Cerramos la circular caminado de nuevo junto al Refugio de Crestellina, restando desandar la vereda de aproximación de primera hora de la mañana.
Nos vemos en las montañas.
En esta ocasión se nos presenta una mañana cerrada de nubes, por lo que decidimos realizar la marcha en sentido inverso al previsto, dejando la parta alta para las horas centrales del día.
El tránsito sobre la sierra, una vez dejamos el Cerro de las Chapas atrás, se realiza sin traza de sendero evidente, por lo que nos dejaremos llevar por el sentido de la marcha siempre sobre la dorsal, dejando la elección de cada paso a gusto de cada uno.
Éste es el único motivo que me llevaría a calificar la ruta como difícil, ya que a quien no conozca la sierra, el mero hecho de seguir el track no conduce sobrellevar la travesía de la forma más cómoda.
Nuestra incursión en la sierra arranca justo pasamos el puente sobre el arroyo del Albarrán a la llegada a Casares, así que dejaremos el coche en la primera zona práctica que encontremos. Una vez estacionamos, volvemos junto a la carretera y nos adentramos por una estrecha rodada marcada como Sendero Local al Refugio.
Pronto vadeamos el arroyo y nuestro camino se transforma en una bonita senda entre pinos. Camino agradable en continuo ascenso que nos deja en las inmediaciones del Refugio de Sierra Crestellina.
Desde el refugio daremos comienzo a una circular estilizada que nos llevará por la sierra, dejando para el cierre el tramo de senda por que llegamos.
En previsión de una mañana nubosa, nos decidimos por recorrer a primera hora la vereda de la sierra, Amplio camino que se define a los pies de la sierra, en su vertiente este, justo cuando tocan tierra las estribaciones de la dorsal. Ganaremos altura suavemente a la vez que nos acercamos a los pinares de la Finca del Duque
Cuando nuestra posición se encuentra en línea al extremo de la sierra, enlazaremos algunas encrucijadas hasta caminar por la vereda, que ahora si, enfila directamente el ascenso al Cerro de las Chapas.
Aquí seguimos teniendo una traza más o menos clara, aunque en los metros finales, ya sobre roca, se abre un abanico de opciones. Nosotros nos decantamos primero por acercarnos hasta el extremo de la dorsal y adivinar las vistas al norte, para luego virar sobre la misma arista y completar la subida al punto más alto del Cerro de las Chapas.
Algunos claros de nubes nos descubre parte del recorrido por la dorsal que nos espera por delante, llegando incluso a definir el vecino Pico Casares, próximo objetivo.
A partir de aquí no veremos marca de senda alguna, pero el avance sobre la sierra siempre resulta evidente, sin abandonar en ningún momento la parte alta.
Iremos superando escollos y matorral, un ir sobre roca, sobrepasando a medio descenso el único punto que podría comprometer el avance. Un pequeño tacón en la arista se interpone a la marcha, y aunque la inercia nos llevaría a pasarlo sobre la rota arista, nos fijaremos bien a nuestra izquierda, justo antes de la vertical caída.
Una corta trepada, sin llegar a ser expuesta, nos permite remontar el escalón y seguir la travesía sobre la dorsal.
Si realizamos el trazado en sentido contrario no parecería tan evidente este paso.
De nuevo con la misma dinámica en nuestro camino, alcanzamos el collado que rompe la dorsal y nos marca el inicio de ascenso al Pico Casares.
Ya con una mejoría notable de la jornada, remontamos la arista norte del pico, bastante llevadera si caminamos sobre su lomo, ganando rápidamente la panorámica completa sobre el Pico Casares.
Retomamos la marcha y por delante nos marca el paso la franja costera y las blancas casas de Casares. A medio camino el pequeño Torcal de la Sierra de la Utrera, en su flanco este, sumido en el valle del río Manilva, los Baños de la Hedionda, paraje singular al que nos acercaremos una ver finalicemos la jornada de campo.
Desde el pico podríamos dibujar un descenso directo hacia el Refugio de Crestellina, pero nosotros ampliaremos algo más el trazado, continuando el descenso sobre la quebrada loma que se descuelga desde el Pico Casares hacia la zona de Cosalba. Aquí seguimos sin traza de sendero alguno, marcando un pequeño llano/redil al final de la loma como punto de referencia, en estos metros resulta incómodo avanzar sobre el terreno.
Alcanzado el pequeño llano, delimitado con un derruido muro de piedras, no nos queda otra que virar la marcha sobre nuestras espaldas, con unos metros de matorral cerrado por delante, hasta enlazar con el sendero balizado que asciende hacia el Mirador de Cosalba.
Modesta atalaya sobre Casares y las tierras que nos separan de la costa.
Cerramos la circular caminado de nuevo junto al Refugio de Crestellina, restando desandar la vereda de aproximación de primera hora de la mañana.
Nos vemos en las montañas.
Waypoints
Comments (1)
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No hemos estado aún, iremos en algún momento, pero quiero agradecerte la completa explicación y todos los matices. Temas como la pérdida del sendero o las dificultades al bajar o subir, son matices que ayudan deja notar el cariño que le pones a esto.