Travesía de los Grandes Ríos (5 de 5): de Prados del Conde a Pontones por Don Domingo y Nacimiento del Segura

Viene de Travesía de los Grandes Ríos (4 de 5): de Rambla Seca a Prados del Conde por Puerto Lézar y Nacimiento del Castril

Última etapa de esta nuestra travesía en autosuficiencia y que nos ha llevado a Pontones desde la Sierra de Castril, pasando por el nacimiento del último gran río, el Segura. Partimos del Refugio de Los Prados del Conde en dirección a la Sierra de Segura, pateando pistas y caminos perdidos de la mano de dios, pero claros y sencillos. Los paisajes de estos primeros kms fueron soberbios. Nos daba la sensación de estar en una zona desconocida, con prados y sierras aún verdes gracias a las tardías lluvias primaverales. Hasta el magnífico pinar del Camino de la Cañada de la Cruz todo fue miel sobre hojuelas: incluso disfrutamos de enormes ejemplares de pinsapos que no esperábamos encontrar en estas latitudes.

No obstante, desde el famoso (no sabemos muy bien por qué) Pino Galapán el paisaje cambió y aunque no estábamos realmente en los Campos de Hernán Pelea, lo parecía: desierto, calor y espino. La cuesta desde la Rambla de los Cuartos hasta la aldea de Don Domingo se nos hizo eterna por el calor, pero en la aldea nos bañamos prácticamente en sus tornajos y encaramos el resto de la subida de otra manera. La larguísima bajada hasta el Nacimiento del Segura las prometía, pero realmente no nos dejó mucho a reseñar. La fuente del nacimiento sí llama mucho la atención, porque aunque no está rebosante (ni siquiera la fuente anexa tenía agua, menos mal que el bar estaba abierto), guardaba el color turquesa que le caracteriza. Así que aquí completamos nuestro objetivo de unir los cuatro grandes ríos de estas sierras y lo celebramos con una fría cerveza. Solo nos quedaba escapar hasta Pontones, donde dormiremos en cama por primera vez en cinco días, por un llamativo sendero señalizado (y en ocasiones reclamado por la vegetación) que nos llevó de la mano del guadianesco Segura hasta nuestra posada, después de 125 km de esta inolvidable Travesía de los Grandes Ríos por las Sierras de Cazorla, Segura y Castril.