Travesía Ermua-Tarifa. Etapa 2: Arrasate-Barrio de Untzilla-Asentziomendi-Durakogain-Jarindo-Izuskitza-Landa-Ullibarri Gamboa
near Arrasate / Mondragón, País Vasco (España)
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Itinerary description
Ahora si, he realizado la etapa n°2, que debí haber hecho ayer, pero que por el mal tiempo, decidí reservarlo para hoy. Jornada impecable en todos los sentidos, con mar de nubes y todo, aunque la mala fortuna ha hecho que prácticamente no pudiera fotografiar nada por encima de la niebla.
No obstante, si me ha sonreído la suerte con el sol y la luna, que los he captado con todo su esplendor.
Comienzo en la parada de bus del hospital del municipio guipuzcoano de Arrasate/Mondragón. Camino en dirección al casco viejo, pero está vez no llego a acceder a él, sino que voy directo a la universidad. Este es el punto de partida habitual para ascender a la cima del monte Murugain.
Yo seguiré la ruta normal de ascenso, pero no haré cumbre, ya que tendría que desviarme demasiado de la trazada, y en una ruta de por si larga y exigente, no merece la pena endurecerlo más.
Los primeros metros son por pista de cemento, pero al llegar a un caserío, enseguida continuo por sendero natural. Dicho camino esta indicado con marcas PR amarilla y blanca pintadas en los árboles.
Durante los primeros km de ruta el protagonista fue la niebla. Sin embargo, a medida que ganaba altura, el sol se dejaba ver parcialmente, y aproveche para sacarle varias fotos. Resultado: un montón de puntitos negros en medio, es decir, manchas solares.
El segundo protagonista, y esto ha sido a lo largo de todo el recorrido, fue el barro. Buena parte de los senderos estaban a tope de "chocolate", e incluso con botas, resultaba incómodo caminar.
Más adelante, llego a un cruce de caminos, en el cual hay una fuente. Si me metiera por el bosque, iría directo a la cima del Murugain, pero desecho esta opción, y continuo por la izquierda, siguiendo en todo momento el PR.
Luego, segunda oportunidad de ir al Murugain, por otro sendero más largo y llevadero. Paso de él, y sigo haciendo caso a las marcas amarilla y blanca.
Accedo a un bonito bosque, que con niebla tenía su encanto.
Al salir de la arboleda, llego a unos caseríos, pertenecientes al barrio de Untzilla. Yo tenía la esperanza de que aquí ya estaría por encima de la niebla, y que vería un mar de nubes, pero no. Por desgracia, me encontraba a la par del fino manto blanco, y aunque por momentos podía ver algún monte de fondo, la panorámica fue prácticamente nula.
Accedo al corazón del mencionado barrio, y continuo recto, esta vez haciendo caso a las marcas roja y blanca de un GR.
Sigo cuesta arriba en suave y cómoda pendiente, aunque en algún tramo pica considerablemente hacia arriba. De fondo, empiezo a ver la cruz cimera del monte Asentziomendi. Este si que lo subiré, ya que apenas tengo que desviarme del sendero principal.
Giro a la izquierda, y asciendo los últimos metros hasta llegar a la cruz y buzón del Asentziomendi (681m). Vistas de casi 360°, pudiendo ver montes y sierras como el Udalatx, Murugain, Anboto, Orixol, Elgea, Zaraia, Aralar e Izarraitz, entre otros. Por abajo, se observa en su totalidad el bonito Valle de Aramaio.
Desafortunadamente, ya no había rastro del mar de nubes. Ahora que había conseguido ganar suficiente altura...
Hacia el Sur, también se ve el monte Durakogain. Hacia allí me dirijo.
Desciendo unos metros en fuerte pendiente, pero luego el camino se allana. Conecto con un cómodo sendero, y avanzo en semillano hasta llegar a otro cruce. Hago caso al cartel, y giro a la derecha, hacia el Durakogain.
Pero antes, llego a la ermita de San Adrián. Aquí me detengo unos minutos para comer y beber algo.
A continuación, sigo cuesta arriba por el sendero principal, pero enseguida lo abandono para ir a la derecha por otro mucho más estrecho. Me adentro por un pinar, y después, giro nuevamente a la derecha, para ir por el cordal a cielo abierto.
En pocos minutos, alcanzo la cumbre del monte Durakogain (814m). Aquí la panorámica es menor, ya que hay árboles obstaculizando la vista, aunque sigue siendo bastante interesante. Desde aquí, se ve mi próximo objetivo, el monte Jarindo.
Pero antes, me quedo un rato en la cima hablando con un chico muy majo, que apareció después.
Ambos seguimos recto, cuesta abajo, hasta llegar al Alto de Kruzeta. Aquí nos despedimos, y en mi caso, continuo por la izquierda. Desde este punto, sigo recto por el sendero principal durante varios km. Al principio el camino es ancho y cómodo, pero más adelante, el estado del firme empeora, aumentando la presencia de barro y charcos.
Hasta ahora, dicho sendero apenas tenía pendiente, pero ahora toca subir un repecho considerable. La pendiente es alta, aunque el escenario es de gran belleza, un hayedo, y se me olvida por completo la exigencia del camino.
Pronto salgo de él, a la vez que finaliza la fuerte pendiente. Avanzo un rato en semillano, hasta llegar a un cruce. A la izquierda, iría hacia el monte Isuskitza y al poblado de Landa. A la derecha, iría a la cercana cumbre del monte Jarindo. Lo tengo al alcance de la mano, así que decido desviarme y coronarlo.
En pocos minutos, llego a la herbosa y rocosa cima del Jarindo (895m). Preciosas vistas de 360°, con el Anboto, Udalatx y Kurutzeberri como protagonistas. La novedad se encuentra hacia el Sur y al Oeste, con nuevos y numerosos picos, destacando el Gorbea y el macizo de Itxina. Por abajo, se observa el enorme embalse de Ullibarri Gamboa. Por allí iré después, pero antes, he de pasar por la cumbre del Isuskitza.
Retrocedo hasta el cruce, y continuo por el sendero principal, sin perder el rastro de las marcas GR. No obstante, a mitad de camino, lo abandono para ir por otro sendero que ataja por una arboleda.
Más adelante, llego a un nuevo cruce. Aquí he de seguir otra vez las marcas amarilla y blanca de un PR.
En este lugar, conecto con un segundo hayedo, pero este es mucho más grande y espectacular que el primero. Sin palabras, nada que envidiar al famoso hayedo de Otzarreta.
Lo atravieso de lado a lado, subo un último repecho, y alcanzo la cima del Isuskitza (801m). Aquí no hay vistas, por culpa de la arboleda, aunque si que hay un monumento que hace homenaje a los caídos por la Guerra Civil.
Continuo de frente, siguiendo las marcas PR. El sendero es sumamente estrecho y algo incómodo, por la alta presencia de vegetación y maleza. Afortunadamente, enseguida lo dejo atrás, y sigo por otro sendero más abierto y cómodo. Aquí se hayan varias cruces, pertenecientes a una Vía Crucis. Lo sigo hasta media bajada, pero luego lo abandono, para seguir recto por el sendero principal.
Este camino me lleva directo a una carretera, donde se encuentra un popular restaurante, ubicado cerca del pueblo de Landa. Aquí también hay un amplio parking, donde se puede acceder al gran embalse de Ullibarri Gamboa desde ambos costados. Yo me dirijo hacia el Suroeste, rumbo a mi destino, el pueblo de Ullibarri Gamboa.
Solo me queda andar unos 6km por un larguísimo sendero de más de 40km que realiza una vuelta completa al embalse. En un par de momentos, me desvío del camino para acercarme a la orilla del embalse, y sacar unas fotos.
Queda poco para el anochecer, y de de darme prisa, además por partida doble. Para no quedarme a oscuras, y para no perderme el bus de vuelta a casa.
A oscuras me quedé, pero la aparición de la luna llena hizo que pudiera ver aunque sea un poco. No obstante, tenía el comodín del frontal, que no me hizo falta usar. Además, pude disfrutar de una preciosa vista de la luna reflejada en el agua del embalse.
Finalmente, consigo llegar a tiempo al pueblo de Ullibarri Gamboa, el cual recorro parcialmente, hasta llegar a la parada de bus, donde concluyo esta larga y exigente, pero preciosa ruta. Muy recomendable.
No obstante, si me ha sonreído la suerte con el sol y la luna, que los he captado con todo su esplendor.
Comienzo en la parada de bus del hospital del municipio guipuzcoano de Arrasate/Mondragón. Camino en dirección al casco viejo, pero está vez no llego a acceder a él, sino que voy directo a la universidad. Este es el punto de partida habitual para ascender a la cima del monte Murugain.
Yo seguiré la ruta normal de ascenso, pero no haré cumbre, ya que tendría que desviarme demasiado de la trazada, y en una ruta de por si larga y exigente, no merece la pena endurecerlo más.
Los primeros metros son por pista de cemento, pero al llegar a un caserío, enseguida continuo por sendero natural. Dicho camino esta indicado con marcas PR amarilla y blanca pintadas en los árboles.
Durante los primeros km de ruta el protagonista fue la niebla. Sin embargo, a medida que ganaba altura, el sol se dejaba ver parcialmente, y aproveche para sacarle varias fotos. Resultado: un montón de puntitos negros en medio, es decir, manchas solares.
El segundo protagonista, y esto ha sido a lo largo de todo el recorrido, fue el barro. Buena parte de los senderos estaban a tope de "chocolate", e incluso con botas, resultaba incómodo caminar.
Más adelante, llego a un cruce de caminos, en el cual hay una fuente. Si me metiera por el bosque, iría directo a la cima del Murugain, pero desecho esta opción, y continuo por la izquierda, siguiendo en todo momento el PR.
Luego, segunda oportunidad de ir al Murugain, por otro sendero más largo y llevadero. Paso de él, y sigo haciendo caso a las marcas amarilla y blanca.
Accedo a un bonito bosque, que con niebla tenía su encanto.
Al salir de la arboleda, llego a unos caseríos, pertenecientes al barrio de Untzilla. Yo tenía la esperanza de que aquí ya estaría por encima de la niebla, y que vería un mar de nubes, pero no. Por desgracia, me encontraba a la par del fino manto blanco, y aunque por momentos podía ver algún monte de fondo, la panorámica fue prácticamente nula.
Accedo al corazón del mencionado barrio, y continuo recto, esta vez haciendo caso a las marcas roja y blanca de un GR.
Sigo cuesta arriba en suave y cómoda pendiente, aunque en algún tramo pica considerablemente hacia arriba. De fondo, empiezo a ver la cruz cimera del monte Asentziomendi. Este si que lo subiré, ya que apenas tengo que desviarme del sendero principal.
Giro a la izquierda, y asciendo los últimos metros hasta llegar a la cruz y buzón del Asentziomendi (681m). Vistas de casi 360°, pudiendo ver montes y sierras como el Udalatx, Murugain, Anboto, Orixol, Elgea, Zaraia, Aralar e Izarraitz, entre otros. Por abajo, se observa en su totalidad el bonito Valle de Aramaio.
Desafortunadamente, ya no había rastro del mar de nubes. Ahora que había conseguido ganar suficiente altura...
Hacia el Sur, también se ve el monte Durakogain. Hacia allí me dirijo.
Desciendo unos metros en fuerte pendiente, pero luego el camino se allana. Conecto con un cómodo sendero, y avanzo en semillano hasta llegar a otro cruce. Hago caso al cartel, y giro a la derecha, hacia el Durakogain.
Pero antes, llego a la ermita de San Adrián. Aquí me detengo unos minutos para comer y beber algo.
A continuación, sigo cuesta arriba por el sendero principal, pero enseguida lo abandono para ir a la derecha por otro mucho más estrecho. Me adentro por un pinar, y después, giro nuevamente a la derecha, para ir por el cordal a cielo abierto.
En pocos minutos, alcanzo la cumbre del monte Durakogain (814m). Aquí la panorámica es menor, ya que hay árboles obstaculizando la vista, aunque sigue siendo bastante interesante. Desde aquí, se ve mi próximo objetivo, el monte Jarindo.
Pero antes, me quedo un rato en la cima hablando con un chico muy majo, que apareció después.
Ambos seguimos recto, cuesta abajo, hasta llegar al Alto de Kruzeta. Aquí nos despedimos, y en mi caso, continuo por la izquierda. Desde este punto, sigo recto por el sendero principal durante varios km. Al principio el camino es ancho y cómodo, pero más adelante, el estado del firme empeora, aumentando la presencia de barro y charcos.
Hasta ahora, dicho sendero apenas tenía pendiente, pero ahora toca subir un repecho considerable. La pendiente es alta, aunque el escenario es de gran belleza, un hayedo, y se me olvida por completo la exigencia del camino.
Pronto salgo de él, a la vez que finaliza la fuerte pendiente. Avanzo un rato en semillano, hasta llegar a un cruce. A la izquierda, iría hacia el monte Isuskitza y al poblado de Landa. A la derecha, iría a la cercana cumbre del monte Jarindo. Lo tengo al alcance de la mano, así que decido desviarme y coronarlo.
En pocos minutos, llego a la herbosa y rocosa cima del Jarindo (895m). Preciosas vistas de 360°, con el Anboto, Udalatx y Kurutzeberri como protagonistas. La novedad se encuentra hacia el Sur y al Oeste, con nuevos y numerosos picos, destacando el Gorbea y el macizo de Itxina. Por abajo, se observa el enorme embalse de Ullibarri Gamboa. Por allí iré después, pero antes, he de pasar por la cumbre del Isuskitza.
Retrocedo hasta el cruce, y continuo por el sendero principal, sin perder el rastro de las marcas GR. No obstante, a mitad de camino, lo abandono para ir por otro sendero que ataja por una arboleda.
Más adelante, llego a un nuevo cruce. Aquí he de seguir otra vez las marcas amarilla y blanca de un PR.
En este lugar, conecto con un segundo hayedo, pero este es mucho más grande y espectacular que el primero. Sin palabras, nada que envidiar al famoso hayedo de Otzarreta.
Lo atravieso de lado a lado, subo un último repecho, y alcanzo la cima del Isuskitza (801m). Aquí no hay vistas, por culpa de la arboleda, aunque si que hay un monumento que hace homenaje a los caídos por la Guerra Civil.
Continuo de frente, siguiendo las marcas PR. El sendero es sumamente estrecho y algo incómodo, por la alta presencia de vegetación y maleza. Afortunadamente, enseguida lo dejo atrás, y sigo por otro sendero más abierto y cómodo. Aquí se hayan varias cruces, pertenecientes a una Vía Crucis. Lo sigo hasta media bajada, pero luego lo abandono, para seguir recto por el sendero principal.
Este camino me lleva directo a una carretera, donde se encuentra un popular restaurante, ubicado cerca del pueblo de Landa. Aquí también hay un amplio parking, donde se puede acceder al gran embalse de Ullibarri Gamboa desde ambos costados. Yo me dirijo hacia el Suroeste, rumbo a mi destino, el pueblo de Ullibarri Gamboa.
Solo me queda andar unos 6km por un larguísimo sendero de más de 40km que realiza una vuelta completa al embalse. En un par de momentos, me desvío del camino para acercarme a la orilla del embalse, y sacar unas fotos.
Queda poco para el anochecer, y de de darme prisa, además por partida doble. Para no quedarme a oscuras, y para no perderme el bus de vuelta a casa.
A oscuras me quedé, pero la aparición de la luna llena hizo que pudiera ver aunque sea un poco. No obstante, tenía el comodín del frontal, que no me hizo falta usar. Además, pude disfrutar de una preciosa vista de la luna reflejada en el agua del embalse.
Finalmente, consigo llegar a tiempo al pueblo de Ullibarri Gamboa, el cual recorro parcialmente, hasta llegar a la parada de bus, donde concluyo esta larga y exigente, pero preciosa ruta. Muy recomendable.
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