Travesía Linza - Belagua, etapa 1. Txamantxoia - Selva Negra - Mata de Haya

Travesía de dos jornadas que nos permitirá conocer y disfrutar de los hayedos de Belagua y el entorno kárstico de la parte sur del macizo de Larra, a los pies de la Mesa de los Tres Reyes.

Para completar esta actividad ha sido necesario enlazar diversos tracks ya que se trata de una propuesta personal hacer esta ida y vuelta pasando la noche el el magnífico y remozado refugio de Belagua.
El resultado ha sido una excursión formidable, algo más dura de lo esperado que no queda reflejada en el desnivel de ambas jornadas.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Comenzamos en el Refugio de Linza, situado en la cabecera del río Veral.

Aparcamos en el amplio estacionamiento y descendemos unos cientos de metros hasta el enlace poco señalado para la ascensión al pico Txamantxoia ó Pico Maz, cumbre casi perfectamente piramidal a espaldas del refugio.

El sendero de ascenso atraviesa un hayedo salpicado de abetos centenarios con aspecto de bosque encantado, recorrido espectacularmente bello en la periferia de la selva de Aztaparreta (reserva situada en la vertiente Navarra), de la cual se dice que es uno de los pocos bosques completamente vírgenes del Pirineo. No me queda duda que andar bajo estos árboles es un exquisito placer que no disminuye a pesar de la fuerte pendiente del sendero.

Poco a poco ganaremos el cordal y siguiendo bajo el arbolado viramos en dirección Oeste hasta que desaparece bruscamente la selva y nos topamos con la espectacular y altiva silueta del pico Maz.

Seguimos un poco más por la cuerda o divisoria para salir de ella siguiendo la senda a media ladera, cara Norte del pico. Es una subida intensa todo el tiempo que representa muy bien lo que es ésta montaña, un mirador increíble a todo el valle y una de las cumbres más placenteras que se pueden hacer. ¡Qué maravilla conquistar el pico Txamantxoia!

Hacemos un largo receso en la cumbre porque la vista no da para disfrutar en menor tiempo de este panorama tan exquisito, hay cumbres nevadas por todas partes, muchas de ellas las hemos subido y nos regalamos todo el tiempo que hace falta para mirarlas una a una: Mesa de Los Tres Reyes, Petrechema, Sobarcal, Mallo de Acherito, Chinebral de Gamueta, Chipeta Alto, Peña Forca, Bisaurín, sierra de Alanos, Peña Ezcaurre... uff que maravilla.

A continuación descenderemos la inmensa loma del Pico Maz ó Txamantxoia en dirección Oeste (hacia el señalizado camping de Asolaze), primero por praderas y luego por un joven bosque de pino negro muy bonito.

A las cuatro horas exactas alcanzamos la senda de la ruta de Las Golondrinas, ó GR-321.2 en lo que vendría a ser la mitad del recorrido de la jornada.
Es el punto de enlace con el hayedo del valle de Roncal por el que andaremos durante 40 minutos bajo ejemplares de un porte descomunal, cuyas ramas se balancean por el fuerte viento crujiendo de vez en cuando.
En esta parte baja del valle han comenzado a brotar los árboles y las hojas pequeñas y tiernas color verde claro brillan con el sol regalándonos estampas embriagadoras.

Cerca del río Belagua el arbolado cambia a pinar, es la Selva Negra de Belagua de monumentales árboles que crecen sin aparente límite en estas fértiles laderas.

Un poco más adelante ya en el fondo del valle salimos a las praderas encontrando el enlace para cruzar el río Belagua, abandonando momentáneamente el GR-321.2
La cosa se complica porque viene con mucha agua y evitarlo supone saltar un vallado con espino dos veces en busca del puente de la carretera.

Una vez cruzamos el puente nos dirigimos al dólmen de Arrako, que queremos ver de cerca. De nuevo más alambradas que tenemos que saltar, según información de otros senderistas tampoco se puede ir al dólmen pasando junto a la ermita de Arrako sin atravesar alambradas.

A pesar de las penurias con los vallados (y el temor que alguien nos diga algo) encontramos el dómen cuyas dimensiones son gigantescas, sin duda es el más grande que he visto nunca. La losa superior es tan gruesa y grande que no sé yo... ¡¡ si no habría grúas hace 3000 años !! que fué cuando se construyó este megalito. 5 metros de largo, 2 de ancho y 65 cm. de grosor, muchas toneladas para ser movidas por personas.

Muy contentos de haber conocido este lugar pese a las increíbles dificultades que ponen los vecinos de las fincas en las que se asienta, paramos un rato a comer en una mesa con bancos junto a la carretera y a continuación regresamos al GR-321

Retomamos el sendero entre praderas con vistas a la Selva Grande del Txamantxoia, alcanzando el sendero de La Dronda en las inmediaciones del llamado Rincon de Belagua.

Seguimos las indicaciones a Mata de Haya que es un hayedo más "civilizado" pero igualmente espectacular porque los árboles son tan grandes y altos que nos obligan a parar la marcha y hacer unas cuantas fotos. Qué sitios tan hermosos estamos descubriendo en Navarra.

En el aparcamiento del Área Recreativa de Belagua hay un bar abierto y aprovechamos a tomar algo a la vez que nos resguardamos del viento frío y desapacible que desafortunadamente hace hoy. Suerte que el bosque nos ha resguardado la mayor parte del tiempo.

Para llegar al refugio de Belagua nos queda un tramo muy duro de ascenso hacia el paso de Zemeto, lo primero es avanzar durante 1,2 km. por la margen de la carretera sentido ascendente hasta encontrar la senda que remonta el bosque o ladera de Sarastoia, senda muy bonita pero que desgraciadamente se encontraba llena de árboles y ramas caídos durante este invierno, que hubo que sortear como buenamente podíamos.

Con mucha paciencia ganamos poco a poco los casi 300 m. de desnivel hasta llegar al Paso de Zemeto, que es como una ancha canal casi llana que comunica con la especie de meseta donde se ubica el refugio.

Para llegar a éste tendremos que atravesar unas praderas y remontar un último cachito hasta este fantástico refugio de montaña completamente restaurado hace pocos años, y donde nunca antes habíamos estado.

En Belagua nos atendió Marina, cuyo exquisito trato merece punto y aparte, pues hizo de nuestra estancia un final de etapa perfecto.