Travesía por la Sierra de Artzena/Arcena: Bachicabo-Mazo/Peña del Mazo-Monte Bachicabo-Mota-Nograro-Villanueva de Valdegovía

Antes de empezar la descripción, voy a matizar una serie de cosas:

Ésta ruta la considero bastante complicada de calificar, porque depende mucho del factor climatológico, de cuántas cimas queráis hacer (yo he hecho 3, aunque tenía la opción de hacer una más, el Canto Pero) y de la resistencia física y mental que tengáis. Que tiene que ver la parte mental aquí? Pues que el recorrido es un poco traicionero y desesperante. Traicionero porque lo que en seco se puede andar relativamente bien, en mojado puede ser una trampa mortal, y porque una buena parte de los senderos están cubiertos por boj, una planta que no pincha al contacto, pero que en este caso al cubrir prácticamente la totalidad del los ya de por si estrechos caminos, pues resulta complicado saber por donde se pisa, y facilita la posibilidad de tropezar y hacerte una avería, especialmente al bajar, por la presencia de raíces de árboles.
Y desesperante porque a mi al menos no me suele gustar andar por caminos muy estrechos y cubiertos de vegetación por todos los lados, que apenas te deja moverte libremente ni respirar (menos mal que el boj no pincha!!).

Pero no todos tienen la misma opinión y gustos que yo, hay otros que este tipo de terrenos y caminos les encanta, les va más la aventura, y desde luego que esta ruta casi al completo es una verdadera aventura.

Un asunto más, muchísimo cuidado en el ascenso, y sobre todo descenso del monte Mota (y eso que hoy estaba seco, en mojado o en invierno con la nieve ni os cuento), especialmente en la bajada si lo hacéis por el mismo sitio, cosa que yo no hice.
Yo llevé zapatillas de monte pero cuyas suelas estaban bastante desgastadas. Gran error, ya que aquí me patinaba a cada paso que daba, y eso subiendo, bajando me hubiera matado casi seguro. Por eso opté por hacer un descenso distinto. Aseguraos de llevar un calzado con buen agarre, y si tenéis miedo de llevaros un ostión o algo peor, simplemente no hagáis este monte, y bajar directamente del cruce que conecta los montes Bachicabo y Mota con el ancho y cómodo sendero que va a Nograro.


Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 133:

Comienzo en la pequeña localidad de Bachicabo, situada en el suroeste de la provincia de Álava, y cercana a la provincia de Burgos.
Hasta aquí se puede llegar en el taxi comarcal, cogiéndolo bien desde los pueblos de Salinas de Añana, Espejo o desde Villanueva de Valdegovía, entre otros. En la primera imagen que he subido, figuran los horarios de dicho taxi. Es una buena opción si queréis hacer mi ruta al pie de la letra, en vez de una circular, para así poder volver a donde aparquéis el coche. Importante recordar que para poder ir en el taxi comarcal, previamente hay que hacer una reserva con al menos 1 día de antelación, llamando al número de teléfono que figura en el panfleto o bien desde la web www.araba.eus/alavabus.

Avanzo en semillano por un ancho y cómodo sendero de tierra y piedras, acompañado de los numerosos cañones que rodean las inmediaciones de la localidad. Hoy a primeras horas había bruma y el espectáculo no fue completo, pero igualmente es precioso.

Luego, giro a la derecha y comienzo oficialmente el ascenso rumbo a la primera de las cumbres, el Mazo o Peña del Mazo. Al inicio la subida es sencilla, con rampas bastante llevaderas, pero poco a poco éstas van in crescendo, a la vez que la piedra va ganando protagonismo.

Más adelante, abandono del sendero y me desvío a la izquierda, para poder ir directamente hacia la Peña del Mazo, visible desde el propio cruce.
A partir de aquí el panorama cambia radicalmente. Las rampas siguen siendo llevaderas, pero el terreno se cierra muchísimo, estando cubierto de boj casi en su totalidad, y sumado al estrechísimo sendero, hace que el avance sea bastante lento.

Por fortuna hubo un momento en el que el camino se abre, y al llegar a un collado puedo disfrutar de una bonita vista del peñón rocoso del Mazo, y un mar de nubes a los lados, haya donde se sitúan los valles.

De nuevo, el camino vuelve a cerrarse, e incluso el camino a ratos pasa a ser rocoso, teniendo que usar las manos en un momento solo por seguridad.
Luego el sendero gira a la derecha, y ya solo me queda ascender los últimos metros por el lado contrario del peñón, caminando por senda herbosa y con algún que otro arbusto, hasta llegar al buzón cimero del monte Mazo o Peña del Mazo (1083m).

Las vistas son acojonantes, aunque no sabría que sierras o valles se ven porque apenas conozco nada de estos rincones. Únicamente destacar varias cimas de esta parte oriental de la sierra de Artzena, como son el Bachicabo (mi próximo objetivo) y el Canto Pero, y allá por el sur, tal vez sean la sierra de Toloño y al otro lado el Pico San Lorenzo?

Tras las fotos de rigor, desciendo por el mismo camino, yendo con mucha cautela, ya que el suelo está repleto de raíces de árboles que con el dichoso boj apenas los llegas a ver, y en más de una ocasión he tenido amagos de tropezarme.

Vuelvo al cruce y ahora sigo recto, de nuevo en ascenso hasta llegar a otro cruce de caminos. Si giro a la izquierda, puedo ir directo al Canto Pero o pasar de largo y dirigirme a la cumbre de Mota o bajar a Nograro. En cambio, si giro a la derecha, ascendería directo a la cumbre del monte Bachicabo. A pesar de que estaba harto del boj y a sabiendas de que en este monte me encontraría aún más, decidí hacer una cumbre más e ir al Bachicabo. Así pues, giro a la derecha.

Dicho y hecho. Más y mas boj, no tanto al principio pero si que había un montón en la parte intermedia y final del ascenso, yendo de nuevo por un sendero minúsculo, aunque sin perdida alguna. Poco a poco gano altitud, hasta salir al fin del bosque y dejar atrás el boj, y llego de este modo a la cruz, geodésico y buzón cimero del monte Bachicabo (1200m).

Mereció la pena subir, aquí se encontraban las mejores vistas de toda la ruta, esta claro que sin esfuerzo no hay recompensa.
De nuevo ando perdido a la hora de identificar los sitios, pero diría que se ven pueblos como Barrio, Villanueva de Valdegovía, Villanañe, Espejo y alguno que otro más, y sierras de montaña como Sierra Salvada, Raso, Cantoblanco, Arkamu, Badaia, Gorbea, Anboto, y varias cumbres de esta sierra de Artzena, entre otros. Una pasada de vistas!!

Después de una oleada de fotos, vuelvo sobre mis pasos hasta el último cruce, y ahora sigo recto. Poco después giro a la izquierda y seguido a la derecha. Aquí podría haber ido hacia la cercana y asequible cumbre del Canto Pero, pero siendo sincero solo tenía en mi mente hacer la cumbre mas elevada de la ruta, que es el monte Mota, y me entró la pereza de subir el otro pico.

Avanzo por un sendero de tierra y hierba, cómodo al principio pero que luego empeora mucho la calidad al estar completamente lleno de barro (seco en el día de hoy pero en mojado casi seguro se hundiría el calzado).
Una vez pasado ese corto tramo, vuelvo a andar por pista de buena calidad, hasta llegar a un cruce que tiene mucha importancia estratégica.

Aquí hay 3 opciones:
1- Seguir un poco más adelante del waypoint y girar a la derecha (realmente era la mejor opción para iniciar la subida al monte Mota).
2-Seguir mi waypoint y girar a la derecha y seguido a la izquierda (otra vía para subir al Mota, pero bastante más sucia y el camino casi imperceptible).
3-Simplemente girar a la derecha y luego seguir recto (no subiríais al monte Mota y bajaríais tarde o temprano por un buen sendero rumbo al pueblo de Nograro).

Yo quería hacer cumbre al Mota y sin saber que llegaría a encontrarme, acabé yendo por la opción 2. Es mejor que hagáis el 1. Se cruza con el 2 más adelante, pero el camino es de mayor calidad que por donde fui yo.

El ascenso al monte Mota es complejo de principio a fin. El camino sigue siendo minúsculo, pero al menos se aprecia bastante, y a ratos hay cairns o hitos de piedra que ayudan a orientarse.
Las rampas son muy elevadas, y el avance resulta lento y cansino. Eso si, el entorno es precioso, el bosque que inunda el lugar es de gran belleza.

Más adelante, el terreno se abre y empiezo a ver los primeros paredones rocosos que forman parte de la base del monte Mota. Aquí el sendero empieza a complicarse aún más. Las rampas se allanan por un momento, pero el terreno pasa a ser de tierra muy fina, con mucha arenilla que patina bastante.

De repente, sin previo aviso y sin darme cuenta, me metí de lleno en una canal empinadísima. Aquí se encuentran las rampas ascendentes más cañeras de toda la ruta. El camino sigue siendo de tierra, alguna piedra y mucha arenilla, y está casi totalmente liso, al igual que la suela de mis zapatillas, y eso es un problemón, ya que para avanzar unos pocos metros me cuesta una barbaridad, tengo que asegurar cada una de las pisadas que hago, para no resbalarme.

Poco a poco el camino empeora más y más, tengo que usar las manos para apoyarme en alguna roca incrustada a los lados, para asegurarme de que no retrocedo al dar el siguiente paso, y eso subiendo, no quería ni imaginarme la que me esperaba si bajaba por aquí.

La canal se cierra por momentos, dando paso a una especie de chimenea, con alguna roca que en mojado sería un problema, pero que en seco era de gran ayuda.
Paso al lado de una alambrada y poco después llego a la cresta del monte Mota. Se acabó lo más complicado de la subida. Ya solo me quedaba girar a la izquierda y, pasando de nuevo por una zona de boj y arbustos, llego al fin a la cima del monte Mota (1319m).
Pensé que la panorámica iba a ser más amplia o vistosa. Fea no es, pero si un tanto limitada por la vegetación. Eso si, este monte es sin duda el mejor mirador para ver los extensos bosques y los picos de la parte occidental de esta sierra de Artzena.

....y ahora que? En el track tenía metido que debía volver a bajar por la canal y llegar al cruce de las mencionados 3 opciones. Pero yo no estaba por la labor, me mataría casi seguro, con las zapatillas que llevaba era algo impensable.
Por suerte vine aquí con los deberes hechos. Había mirado en el mapa un posible plan B en caso de que surgiera algún imprevisto en este monte. Y el plan era que, en vez de bajar por la canal, tenía que seguir recto por la cresta, hacia el Oeste, adentrándome momentáneamente por territorio burgalés, pero yendo por un sendero mucho más cómodo y sencillo que el de la subida.

Tal cual, el plan salió a la perfección. Vaya diferencia de caminos, ésta bajada era una gozada, suave, cómoda y bien indicada con cairns.
Luego tenía que abandonar el sendero para ir un momento por la hierba, y buscar otro sendero que hiciera de conexión con el principal, para que me llevase hasta el pueblo de Nograro.

Una pena, porque la cosa iba en general bastante bien, hasta que me metí por el único camino que llegué a ver. Al principio prometía, era bastante imperceptible pero se llegaba a intuir por donde se tenía que ir, además de que había hitos marcando el camino.
El problema empezó cuando perdí de vista tanto el camino como los hitos. Desconozco si me salí del sendero (al parecer he ido por donde tenía que ir) o simplemente el camino empeoró de golpe y se perdió, pero estuve bastantes minutos buscando la manera de poder bajar sin alejarme de la línea.

La línea a seguir era clara, en el mapa figuraba el sendero óptimo al que tenía que llegar, con lo cual aunque bajaba a ciegas, de una manera u otra sabia que llegaría a buen sitio. Pero me costó mucho tiempo, el terreno era muy sucio, irregular, empinado y resbaladizo. Paciencia, despacito y con buena letra, asegurando cada paso, no quedaba otra.
Ha sido un puto milagro que en el día de hoy, con tanta senda propicia a resbalones o tropiezos, no me cayera ni una sola vez; la diosa fortuna me acompañó.

Finalmente, tras volver a ver un fino hilo de camino, pero yendo por terreno cerrado con arbustos de los que pinchan, al fin di con el sendero bueno, más ancho y de mayor calidad, libre de obstáculos.
Ahora me espera una larga bajada por senda natural. Larga pero llevadera y agradable, de no ser por el fuerte sol y calor que hacía en ese momento.

Tras varios km, abandono el sendero natural para continuar ahora por una pista asfaltada, que me llevaría primero hasta la torre de Nograro, y después hasta el propio pueblo de Nograro.
Por último, solo me queda andar 3km por una carretera comarcal en la que apenas circulan coches, y llegar así hasta mi destino, la localidad de Villanueva de Valdegovía, donde pongo punto y final a esta bonita pero exigente ruta.