Travesía refugios de la Hortichuela, Cabañas Viejas, Hornillo, Aceral, Cucaracha y Vereda de la Estrella (Sierra Nevada)

Trazado panorámico que nos permite adentrarnos en la cabecera del río Genil, al noroeste del macizo central de Sierra Nevada, visitando la serie de refugios anclados a ambos lados del valle, las casas de La Hortichuela, los solitarios refugio de Cabañas Viejas y el Aceral, el privilegiado Cortijo del Hornillo y el peculiar Refugio del Calvario o de la Cucaracha. En nuestro camino pisaremos la emblemática Vereda de la Estrella, la senda del Morrón de Haza Mesa y la Cuesta de los Presidiarios.

Como en otras tanta ocasiones, el punto de partida lo tenemos en el aparcamiento del Mesón de San Juan en la Vegueta del Caracol, enclave donde el Barranco de San Juan se precipita sobre el naciente río Genil.

Emprendemos la marcha sobre el puente que nos da acceso a la Vereda de la Estrella, caminaremos por ella unos minutos hasta el desvío hacia las casas de La Hortichuela.





Desviados a la senda que sube hacia las casas de la La Hortichuela, pasaremos junto sus instalaciones y avanzaremos en continuo ascenso hasta el paraje del extinto Cortijo del Hoyo con algún que otro desvío de por medio.
Arriba, a cielo abierto, ganamos las vistas de los Peñones de San Francisco y la vertiente del Barranco de San Juan.





Abandonamos el eral del Cortijo del Hoyo para, en escasos metros, enlazar con la vereda que nos trae la acequia Haza de la Mesa. A nuestra derecha, la vereda se aproxima desde el Barranco de San Juan, nosotros viramos a la izquierda, flanqueando a media ladera la loma del Morrón de Haza Mesa.

Cómodo caminar por la dibujada senda, que atravesando los arroyos tributarios de los barrancos de la Loma del Muerto y Cabañas Viejas, nos deja a puertas del bosquete de roble melojo que se extiende por la zona del Cortijo del Hornillo.
En el robledal, dejaremos de lado por un momento la senda hacia el Hornillo para visitar el Refugio de Cabañas Viejas, su fuente y su era.
Decir, que en fechas invernales y bajas temperaturas, los arroyos que cruzamos suelen estar helados, por lo que nos podremos encontrar con serios problemas para sobrepasarlos.





Con la apertura de vistas a las nortes desde el refugio, retomamos la marcha hasta enlazar de nuevo, en el robledal del Hornillo, con la senda que traemos.
Atravesamos parte de este magnífico bosquete y nos enfrentamos a la espectacular panorámica desde el Mirador del Cortijo del Hornillo.

Parada técnica obligatoria en las instalaciones del Refugio Cortijo del Hornillo y comenzamos un acusado descenso hacia las puertas del Barranco del Guarnón.





Tras enlazar de nuevo con la Vereda de la Estrella, pasamos junto a los restos de la Mina de la Estrella y por el puente de la Majada del Palo sobre el río Guarnón.





Ahora nuestra senda se adentra en el alto valle del río Real, poco antes de dar sus aguas al río Genil.
La imagen de las nortes nos irán acompañando en buena parte del camino que tenemos por delante, aunque en este tramo nos sorprenderá la impronta de la Alcazaba despuntando sobre el valle.





El río Real se acomoda en un encajonado valle, abriéndose a la altura de la junta de los barrancos de Valdecasillas, Valdeinfiernos, de Lucia y del Rincón, gélidas aguas que se precipitan desde los circos a los pies de los colosos Mulhacén y Alcazaba.
En la junta, un puente nos permitirá cambiar de vertiente y remontar junto al barranco de Lucía la senda aérea que nos llevará hasta el Refugio del Aceral. Uno de los menos conocidos de la sierra, pero quizás, uno de los que mejores vistas nos ofrece.





Por delante, el agradable paseo que nos llevará por el bosquete donde se enclava el Refugio del Calvario o de la Cucaracha.
Una de las visitas obligadas en período invernal, siempre habitado y con las no menos desdeñables vistas a las cumbres del macizo central nevadense.





Desde el refugio nos planteamos el cierre del trazado. Continuamos y nos metemos de lleno en el descenso por la Cuesta de los Presidiarios, rápidamente perdemos altura hasta que volvemos a escuchar el murmullo de las aguas del Genil.





A nuestro paso iremos descubriendo el tapiz multicolor sobre las laderas del valle propio de estas fechas, tocando el cauce del río sobre el Puente del Burro, cruzando al margen opuesto y remontando unos metros hasta volver sobre la Vereda de la Estrella





Vuelta clásica y obligada sobre la vereda, sólo nos queda el trámite de caminar por el magnífico recorrido que nos devuelve al punto de partida.





Nos vemos en las montañas.