Tredós (Valle de Arán): del aparcamiento d’Aiguamòg a los Baños de Tredós

Ruta circular que parte del aparcamiento d’Aiguamòg, asciende por el sendero de los Baños de Tredós y desde ellos baja por la pista hasta el inicio.

NOTA: el recorrido lo iniciamos en el aparcamiento y lo finalizamos en el mismo lugar aunque comenzamos a grabarlo un poco más adelante.

Iniciamos nuestro recorrido desde el aparcamiento d’Aiguamòg, hasta el que se puede llegar en coche porque en invierno se limpia de nieve la carretera hasta este lugar. Para llegar a los Baños de Tredós en la época invernal se utilizan motos de nieve. Lógicamente también se puede ir andando, con raquetas de nieve, con esquís de montaña, etc.

Dado que el día estaba nublado, con bastantes lugares de nieblas bajas y ligeras precipitaciones de aguanieve y poco apto para esquiar, nosotros hemos aprovechado para hacer este agradable paseo.

Hemos iniciado la caminata en el aparcamiento, avanzando un tramo por la pista que se dirige a los Baños de Tredós hasta un lugar donde hay un indicador del sendero que también asciende a este lugar. El poste se ve bien desde la pista. Y el recorrido está perfectamente señalizado. La nieve no es demasiado abundante y hemos podido ascender bien sin necesidad de utilizar raquetas. Aunque vamos siguiendo las huellas de gentes que nos anticipan y que han caminado con ellas. Para cruzar el rio d’Aiguamòg han colocado una pasarela de madera. Todo el sendero transcurre por el interior del bosque.

Tras un sosegado ascenso llegamos a la Era Calaumada en la que se encuentra la entrada desde el Val d’Aran al Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici. Desde aquí vemos diversas cabañas y las impresionantes alturas de la Sierra Sendrosa, aledañas al circo glaciar de los lagos de Colomèrs.

Hemos llegado al Balnerario que se encuentra a 1.740 msnm, el situado a mayor altitud de toda Europa. Y en él reponemos fuerzas y nos aliviamos del frío que está haciendo en las últimas horas en las que no deja de nevar suavemente.

Tras el ligero descanso, calentitos y bien alimentados, iniciamos un rápido descenso por la carretera cubierta de una capa de nieve que han pisado las motos y por la que caminamos con comodidad.

En conclusión, este es un agradable, fácil y recomendable paseo por un entorno espectacular, incluso en días nublados y con ligeras precipitaciones como hoy. Y que en invierno suele estar con abundante nieve que le añade un especial encanto, sobre todo en días despejados.