Tuc de Salana y lagos de Montcasau

El Tuc de Salana (2.483 m.) es una cumbre relativamente baja, comparada con su entorno, pero que, además de su accesibilidad, goza de una situación ideal para contemplar el macizo del Montarto y el impresionante circo de Colomèrs.

Su ascensión puede abordarse por su ladera sur, desde el GR-11 desviándose en el collado de Ribereta, o por su ladera noroeste, más empinada a la que se puede acceder desde Aiguamòg o desde Pruedo. En la época veraniega en que el tráfico se encuentra restringido, a Pruedo se puede llegar en taxi; si se quiere evitar este dispendio, se puede optar por partir del aparcamiento de Aiguamòg añadiendo algunos cientos de metros al desnivel acumulado y algunos kilómetros a la distancia total.

Teniendo en cuenta que estábamos ya fuera de la época de restricción de tráfico y que mi acompañante no quería hacer una ruta ni demasiado larga ni demasiado exigente, optamos por subir en coche hasta la Cabana de Pruedo y encarar el Tuc de Salana por la ruta más corta, para luego descender por la ladera sur hasta el collado de Ribereta y continuar el descenso hasta los estanhs de Montcasau, para desde allí regresar a Pruedo por el camino bajo el que discurre la tubería de agua que, más allá de Pruedo, tras atravesar un par de túneles, acaba en la Estación superior de la central hidroeléctrica de Arties (una ruta que también puede encontrarse en Wikiloc).

El nivel de dificultad lo hemos calificado de “Moderado” por la exigencia física de la subida, pues se suben 500 ms en 2 kms, casi todo el desnivel de la marcha al principio de ella. La ruta es fácil de seguir, los caminos y senderos están bien marcados y, según los tramos, bien señalizados. Se puede realizar a la inversa, con una pendiente media de subida menos exigente, pero la bajada por la ladera noroeste, sobre todo su primer tramo, quizás no sea para todas las rodillas. Como la noche previa había llovido y el terreno estaba húmedo, tuvimos muy claro qué opción tomar. Cada cual debe elegir sus preferencias de acuerdo con su condición física y con las condiciones del entorno.

Así pues, desde la Cabana de Pruedo nos dirigimos al Camín de Pruedo, la pista forestal por la que habíamos llegado, que une el aparcamiento de Pont deth Ressèc, en Valarties, con el aparcamiento de Aiguamòg. Continuamos por ella un breve trecho (realizando algún fácil atajo en sus curvas) hasta tomar un sendero que asciende bruscamente desde su margen derecha, a veces algo difuminado, pero en general fácil de seguir. Este sendero, progresivamente más empinado, nos acercará al tramo final de la ascensión al Tuc de Salana.

En el camino, antes de que la pendiente se haga más pronunciada, encontraremos una especie de rellano herboso desde donde ya podemos contemplar unas espectaculares vistas del Montarto. A partir de ahí toca hacer un corto pero intenso esfuerzo para alcanzar la cumbre, salvados los últimos metros donde el sendero está casi totalmente difuminado. Desde la cumbre, una gran panorámica del Montarto, el Lac de Ribereta de Baish, el circo de Colomèrs, etc.

Desde la cumbre, continuamos por la ladera sur, donde enseguida encontramos un sendero bien marcado y muy cómodo de caminar por el que llegamos al Collado de Ribereta, donde hace intersección con el GR-11 y que seguiremos por la derecha para descender a los estanhs de Montcasau, sobre los que iremos teniendo magníficas vistas. En nuestro caso, cuando llegamos al lago alto, pudimos ver el espectáculo de cómo un gran chorro de agua desaguaba en este gracias a la tubería subterránea procedente del Estanh Major de Colomèrs.

Una vez alcanzados los lagos, seguimos el sendero que los bordea por su margen derecha hasta alcanzar el punto en que el lago bajo se encuentra represado. Continuamos en bajada dejando el muro de la presa a nuestra izquierda hasta alcanzar un camino que en su día sirvió para la construcción de la presa y de la tubería subterránea que discurre bajo él y que hemos citado al principio. Tomamos el camino por la derecha y en una corta y cómoda caminata de apenas 2 kms alcanzamos el punto donde iniciamos la ruta.

Una ruta para disfrutar, pero que puede resultar incómoda según las inclemencias del tiempo. En nuestro caso, tuvimos un poco de todo; primero un fuerte viento racheado hasta que iniciamos el descenso desde el Tuc de Salana, luego una nevisca hasta mitad de descenso hacia los lagos de Montcasau, y luego un sol espléndido. ¡Pura montaña!