Turbera de Avellanosa y Cueto del Haya

Travesía desde La Laguna hasta Tudanca ascendiendo a la turbera de Avellanosa y al Cueto del Haya. Ruta realizada con el club Cajiga.
En el mes de abril vamos a visitar uno de los rincones de Cantabria que, por su situación y malas comunicaciones, menos se han transformado en el último siglo, conservando un medio natural y rural tradicional. Nos referimos al alto valle del Nansa, los municipios de Polaciones y Tudanca, donde se conservan muchas de las tradiciones que aparecen en la obra “Peñas Arriba” de José María Pereda, ambientada en esta zona.
El rio Nansa desde mediados del pasado siglo se ha aprovechado para la producción de energía eléctrica a través de los llamados Saltos del Nansa, un conjunto de cuatro estaciones hidroeléctricas a lo largo de su curso. La más alta de ellas al pie de la espectacular presa de la Cohilla y más abajo la de Rozadío, Celis y Herrerías comunicadas por un canal visible a lo largo del valle. Según la empresa Acciona, propietaria de Saltos del Nansa, estas centrales, puestas en funcionamiento entre 1945 y 1952, son capaces de suministrar energía limpia a unos 52.000 hogares. Curiosamente los dos municipios que vamos a visitar, Polaciones y Tudanca, entre los que se encuentra la presa de la Cohilla, han sufrido una fuerte despoblación, contando en la actualidad con apenas 350 habitantes entre los dos municipios.
Polaciones es el municipio menos poblado de Cantabria, con una superficie de 90 km2 apenas cuenta con 200 habitantes repartidos en sus doce núcleos de población. Se encuentra en el extremo suroccidental de Cantabria, en el curso alto del río Nansa, siendo el valle más alto de la región, el fondo del valle se encuentra por encima de los 800 metros de altitud y rodeado de montañas que superan los 2000 metros: al este Peña Sagra que culmina en el Cornón (2.048 m.) y al oeste la Sierra del Cordel con el Pico Tres Mares (2.171) y Peña Labra (2.028). Continuando la carretera se llega a la Montaña Palentina por el puerto de Piedrasluengas.
Partimos de La Laguna (810 m.) en la carretera hacia Piedrasluengas para dirigirnos a Puente Pumar, pequeño pueblo donde destacan algunas casonas blasonadas como las Casas de los Coroneles o la Casona Rectoral que hoy alberga el Centro Receptor del Ecomuseo Saja-Nansa. Seguiremos una pista que va ascendiendo hacia el oeste, hacia el Cueto de Avellanosa. Conforme ascendemos la panorámica del valle va siendo más espectacular. Al pie de la cima, a 1.320 metros de altitud se encuentra la turbera.
Las turberas son humedales poco profundos que albergan ecosistemas singulares asociados a la acumulación de restos orgánicos sin terminar de descomponer. Estos depósitos se denominan turba y aquí superan los tres metros de espesor. Según estudios recientes esta turbera se ha formado entre los 7000 y los 1500 años antes de la actualidad, en un periodo de clima más frío y húmedo.
La turba reciente es de color pardo, poco densa y muy esponjosa porque hasta el 90% de su volumen es agua. Sin embargo, con el paso del tiempo se va comprimiendo y deshidratando con lo que adquiere mayor densidad y un color más oscuro. Con el tiempo, si el depósito no es destruido por la erosión y nuevos materiales siguen acumulándose sobre él, la turba se irá transformando en carbón por efecto de la compresión en un proceso de millones de años.
Después de visitar la turbera, descendemos hacia el valle monte a través hasta alcanzar la pista que pasa por el collado de Pandierne y desde aquí ascendemos al Cueto del Haya (1.311), una cima que a pesar de su modesta altitud, por su posición, tiene unas vistas maravillosas: enfrente el embalse de la Cohilla, Peña Sagra y los Picos de Europa; hacia el sur el valle de Polaciones, la Sierra del Cordel, Peña Labra y la Montaña Palentina; hacia el norte el valle de Tudanca y la costa.
Desde el Cueto del Haya o Jaya, de nuevo bajamos hacia el Collado de Pandierne para seguir uno de los caminos tradicionales entre la costa y la meseta, el camino real entre San Vicente de la Barquera y Toledo. Pasaremos junto a invernales, arroyos que descienden de la sierra, zonas de pasto y tras alcanzar el Collado de la Hoz descendemos hacia Tudanca (450), bonito pueblo cuyo casco está declarado conjunto histórico artístico, destacando entre sus edificios la llamada Casona de Tudanca, un museo-biblioteca en la que fue vivienda de José María de Cossío y donde pasaron largas temporadas importantes escritores como Concepción Arenal, Miguel de Unamuno, Gerardo Diego o Miguel Hernández.
Tudanca es uno de los municipios menos poblados de Cantabria, apenas 148 habitantes repartidos en sus cuatro localidades: La Lastra, Santotis, Sarceda y Tudanca.