Turbón, de La Margalida al Barranco de San Adrián

Subida al Barranco de San Adrián desde el refugio de La Margalida. No llegamos al Pico Turbón por falta de tiempo, pues iba con senderistas y el día es corto.

ACCESO:

Para llegar al refugio de La Margalida, debemos desplazarnos hasta la localidad de Campo.
Desde ésta, en la rotonda junto a la gasolinera tomar dirección a Roda de Isábena por la carretera HU-V-9601 y a unos 3,6 km de a rotonda encontraremos el desvío a Aguascaldas - Llert.
Atención porque la carretera es muy estrecha, pasar el cruce de Aguascaldas y a 4 km. donde la carretera pasa a ser casi un camino, encontraremos un desvío a la derecha, tomar la pista forestal a la altura de unos paneles informativos.
Seguir la pista forestal durante casi 5 km. apta a todo terreno y coches altos con sumo cuidado porque su estado es bastante malo.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Partimos del refugio de La Margalida, existe una amplia zona de estacionamiento para 8 - 10 coches que en la practica no se completa casi nunca.

Tomamos la senda balizada que se dirige al Este, estar muy atentos al arranque de este precioso sendero medio escondido entre masas de boj.
El caminito, relativamente ancho y de muy buena traza, va ganando desnivel suavemente al principio. Es como un pasillo entre frondosas masas de arbustos predominando el citado boj y algo de pinar.

Cuando el sendero comienza a ganar desnivel con mas intensidad, se va estrechando hasta alcanzar un cortafuegos (30') previo al puerto de La Muria que ejerce de divisoria de vertientes entre el Valle de Bardají (Llert) y el del río Ésera a la altura de San Feliu de Veri.

Sin alcanzar el puerto ó collado citado, nos desviamos por el cortafuegos a la derecha, la pendiente es más importante y la ascensión, pese a estar el terreno despejado, se vuelve más dura.

Un pequeño colladito precede a una senda mucho mas estrecha a media ladera, por un joven pinar. Seguiremos ganando desnivel hasta una especie de paso que da vistas a una zona mucho más despejada, con el terreno completamente nevado. Descendemos unos metros para, a media ladera entre arbustos, alcanzar el collado que nos emboca en la Canal de San Adrián, nuestra ruta elegida.

El lugar es impresionante, la grandiosidad del Turbón y de la canal de San Adrián sobrecogen a quien no esté habituado. Si no fuera porque ya he estado otras veces diría que es un sitio mágico y a la vez fascinante, el valle divide en dos el macizo quedando el Turbonet a la izquierda y el Turbón a la derecha como cima principal.

La ruta a seguir va por el fondo del valle, al que hay que descender primero desde el collado. Una vez "dentro", solo hay que seguir la senda del fondo del valle, que aunque está nevado, se intuye.

Con el día tan gélido que hace, la nieve está en algún punto congelada, probamos los crampones pero no es necesario en la Canal.

Progresamos por el fondo de la canal pasando por el lugar donde se ubican los restos de la ermita de San Adrián (situada a 1910 m. de altitud) que mira por donde resulta ser el vestigio románico situado a mayor altura en Aragón. En el paraje, inhóspito y muy agreste, mana una fuente de agua abundante, cristalina y glacial (en estas fechas no se ve, tapada por la nieve o congelada).

Ascendemos un breve resalte y entramos en un mar de rocas desprendidas de la cortada del Turbonet, paraje más agreste y salvaje si cabe, por el que se progresa mas dificultosamente. Luego la senda se va encajonando bajo las agujas del Rey y la Reina, punto en que el grupo nos dividimos.

Desde aquí a la cima puede faltar menos de una hora, pero el día es muy corto y se necesita más solvencia, por lo que los mas avezados continúan hasta el pico y los que íbamos con menos energía nos dimos la vuelta para ir regresando prudentemente.

Caminando con tranquilidad, fuimos bajando hasta el coche, adonde llegamos cuando justo se ponía el Sol, a la vez que los que practican más alpinismo y por tanto llevan un ritmo mucho mayor.

En resumen una excursión sin cima, pero que a mí personalmente me da tambien su satisfacción, al fin y al cabo se trata de disfrutar y eso lo hemos hecho.