Turo de Pedrells i Turo d'en Cases desde Vilassar de Dalt

Me encuentro en la población de Vilassar de Dalt, Maresme, para efectuar una sencilla excursión ascendiendo a los cerros que la rodean, dejo mi vehículo en el Cami de la Costa a las afueras del pueblo y cruzo, parte de él por sus calles con casas de aires mediterráneos, historia y cultura, llego a la plaza de la Vila o de la República con su iglesia de Sant Genis construida en el 1118, esta parroquia en 1519 era de estilo gótico tardío, en la guerra civil fue incendiada y fue reconstruida en 1943 por el arquitecto Antoni Fisas, dos calles más arriba cruzó por delante de la Font de la Teula, se llama así porque antiguamente el agua caía por una teja, ya saliendo del pueblo pasó junto a Can Bonhivern, masía gótica y tomo el sendero local SL-C 113 que va sobre una pista polvorienta por el tráfico rodado que en ella hay, a los pocos metros una baliza de dirección me informa de la existencia de la Cova de la Granota, y la busco subiendo un sendero, es una cueva funeraria formada por grandes bloques de granito, abandono el sendero después de toparme con unos carteles de prohibido el paso, al ser una finca privada, esto me condiciona y me impide buscar la Cova d’en Pau también sepulcral, retorno a la anterior pista y llego a un collado, dónde está la caseta de información La Creu de Boquet, continúo bajando por el camino de San Bartomeu para ascender al turó de Pedrells, para ello me desvío por un sendero a la izquierda y me oriento por la calle de una línea de alta tensión, el turo con unas magníficas vistas sobre Vilassar y el mar completamente en calma, de nuevo en la pista veo en una gran encina Surera que llaman la Molinera donde una bella mujer, está realizando ejercicios espirituales y un fotógrafo la toma, unas instantáneas, ahora continúo por el sendero SL-C 112 que me lleva a la base el turó de Bernardo, no pudiendo ascender a él, por la falta de senda, una cota más abajo está el turó d’en Casas mi segundo objetivo del día y cierro el círculo de esta excursión con una instantánea del Castillo de Vilasar de Dalt, símbolo del pueblo de propiedad privada, aunque una sentencia del Tribunal Supremo obligó a sus propietarios a realizar algunas visitas guiadas, casi siempre coincidiendo con las festividades, desde el año 2017 también lo pueden alquilar para importantes eventos.